TRES torres y seis cofradías hay en mi barrio de Santa María. Esto lo podría decir un pregonero y colaría. Porque el barrio tiene las torres de la Merced, Santo…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LA Madrugada de la Semana Santa de Sevilla es el territorio de los abruptos contrastes. Según las estadísticas, es la jornada con mayor número de nazarenos cumpliendo estación de penitencia y es la jornada con menos público en las calles del casco antiguo viendo las procesiones. Es también la jornada…
LA Semana Santa ofrece 8 días de oro para el turismo, y no sólo el religioso. En Andalucía se celebra como ya sabemos, pero hay de todo. Miles de personas entran y salen de las ciudades estos días. Oigan, ¿pero el turismo es bueno o malo? Es la principal fuente…
EN esta crisis del coronavirus se sigue gestionando tarde y mal, diga lo que diga Pedro Sánchez para intentar blanquear los errores de su Gobierno. Uno de los fallos que siguen cometiendo es tratar a todas las comunidades autónomas por igual. Lo siento por los centralistas, pero en esta crisis se ha demostrado que el Estado de las Autonomías es mejor (o menos malo) que la España unitaria. Los problemas de Andalucía se gestionan mejor desde aquí que desde Madrid. Y, cuando han unificado el mando, ha sido peor, porque han extendido los errores por toda España. La cosa ha llegado a un punto en que Quim Torra tiene razón en algunas de sus críticas al Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
CON todo el jaleo del coronavirus, se ha acogido con cierta resignación la espantá de Zara, que va a retirarse de la calle Columela de Cádiz, cerrando la tienda de señoras y la de caballeros. En las actuales circunstancias, con todas las tiendas cerradas, parece menos importante. Sin embargo, en un ambiente de normalización, que no se intuye en el horizonte, puede complicar aún más la recuperación del comercio en Cádiz. Las tiendas de Inditex pertenecen al imperio de Amancio Ortega, ese empresario tan odiado. Pero no se van de Cádiz porque el alcalde Kichi sea anticapitalista, sino porque no les cuadraban las cuentas del negocio.
LA Semana Santa ha terminado. Ayer tampoco se celebró la corrida del Domingo de Resurrección en la plaza de la Real Maestranza, donde estaban anunciados Morante, Talavante y Roca Rey. Ahora los ojos se vuelven hacia la Feria. Aunque en Sevilla vemos que no se trata con igual medida a la Semana Santa que a la Feria. La organización de consumidores Facua (en la que hay significados militantes de Unidas Podemos) pidió al Consejo de Hermandades y Cofradías que devuelva el dinero de las sillas y palcos, y al Ayuntamiento que devuelva el dinero de las tasas de las casetas. Por supuesto, ambas peticiones no han tenido el mismo eco mediático, ni la misma respuesta. Recordaba Juan Carlos Cabrera, delegado de Fiestas Mayores, que la Feria no se suspende, sino que se aplaza al otoño. Pero eso habría que matizarlo.
EN la crisis del coronavirus hay dos problemas en uno: el sanitario y el económico. El fútbol profesional está directamente vinculado con ambos. A medida que avanzan los días, las posibilidades de reanudar las competiciones con normalidad se van evaporando. Sin embargo, hay una evidente resistencia a adaptarse a la realidad. No es por fastidiar, ni por falta de solidaridad, sino por la repercusión económica. Antes del parón, se había disputado el 75% de la temporada 2019-2020. Es bastante representativo del rendimiento de los clubes en el total de una competición. Y si no se ha dado ya por definitiva la clasificación es únicamente por intereses económicos.
EN España tenemos un problema gravísimo para salir de la crisis del coronavirus. El Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias es incapaz y la oposición sólo intenta aprovecharse. Pactar o no pactar es indiferente. No se trata de pactar, sino de acertar. Pueden pactar y equivocarse juntos. España es uno de los países donde peor se ha gestionado esta crisis. Y no porque sean socialistas y podemitas, sino porque no tienen nivel para gobernar, ni buenos asesores que los respalden. No es un problema de ideología, sino de capacidad. Los cinco líderes de la nueva política sólo piensan en los votos. Ahora, con la ayuda de sus gurús, Sánchez intenta construir un falso relato: el Gobierno lo está haciendo bien. Recuerdan que es una pandemia global y que afecta a todos.