LA Vuelta ciclista a España de 2026 volverá a la provincia de Cádiz y tendrá una etapa importante entre El Puerto de Santa María y Jerez. Importante porque puede ser…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
JUANMA Moreno Bonilla nació en Barcelona, hace 55 años, pero se le considera malagueño. No obstante, esa referencia del lugar donde vino al mundo le condiciona. El pasado fin de semana volvió a Cataluña para presentar su libro, Manual de convivencia, y para asistir a la misa que presidió el…
SIEMPRE es bueno que haya niños traviesos en casa. Siempre es bueno que esté Puigdemont en su exilio con una amnistía pendiente y que Junts retire su apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez, con Miriam Nogueras ejerciendo de mujer fatal, pero sin permitir que caiga. Sin embargo, el mayor culpable…

EL arte sacro de Andalucía, en general, y de Sevilla, en particular, está marginado. Ha sido oportuno que el presidente de la Asociación Gremial de Sevilla, que es el bordador Paquili Carrera, haya alzado la voz para recordar que pagan el IVA del 21%. Igual que las sillas de la carrera oficial. La gente inteligente no entiende por qué los tributos de las cofradías y el arte sacro salen perjudicados. Es decir, por qué a los de la farándula les redujo el IVA del cine un Gobierno del PP, con Cristóbal Montoro de ministro, después de una gran campaña orquestada, mientras que el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, cuya titular de Hacienda es la sevillana María Jesús Montero, ya está diciendo que no se puede rebajar el IVA de la carrera oficial al 10%.
SE nota que Manuel Vizcaíno, aunque sea sevillano, se va enterando de cómo es Cádiz. Ha esperado a que pase el domingo de Piñata para confirmar que un inversor norteamericano, de cuyo nombre no quiero acordarme, ha comprado un paquete minoritario de acciones del Cádiz CF, para contribuir a su expansión. De este modo, Vizcaíno se ha ahorrado que metieran al norteamericano en los repertorios del Carnaval, tanto los del COAC, como los ilegales callejeros. Todo el mundo le hubiera dedicado un cuplé a este Míster Marshall, bienvenido a Carranza. Un nombre que luce ese estadio, con permiso de Martín Vila, que está más ocupado con eliminar la memoria de Pemán.
AL mencionar las masas a la sevillana no me refiero a los calentitos, que están evolucionando hacia el modo churros madrileños de San Ginés, sino a la tendencia masiva que existe en la ciudad. Aquí todo lo que no provoque una bulla/masa se considera triste, que no es lo mismo que serio, como se recuerda en las cofradías de negro. Triste sería que se cargaran la Semana Santa de este año. Y no me refiero a prohibir las procesiones a causa del coronavirus, que gracias a Dios todavía no ha provocado ninguna muerte en Sevilla, sino a que la gente de Madrid y de más lejos se acongoje y no venga; o muchos sevillanos no salgan y la vean por televisión, como si fueran enfermos e impedidos. Es decir, ampliar el fenómeno miedoso de la Madrugada al resto de los días. Sólo faltaría que el teniente de alcalde Cabrera extienda la ley seca.
EL pasado 4 de octubre de 2019 publiqué un artículo en esta misma sección, titulado Frenazo al velocípedo, donde comentaba que el proyecto previsto en la Zona Franca estaba de réquiem y visto para sentencia. Asimismo recordaba que esta iniciativa de Torrot seguía la estela de otros proyectos que prometen a bombo y platillo, pero después los ralentizan y a veces ni siquiera son inaugurados. El modus operandi es conocido en Cádiz, y aún más en la Zona Franca. En situaciones extremas se ha llegado a casos tan bochornosos como el de Bahía de Cádiz Competitiva, que sigue pendiente de los tribunales, pero del que se habla poco porque no le interesa al PSOE, y al parecer tampoco al PP.
LAS protestas que organizaron los agricultores la semana pasada en Sevilla han sido simbólicas. Cortaron las cuatro autovías de acceso. Con su actitud establecieron una frontera alegórica entre la Sevilla urbana y la rural. Puede que esa sea la madre de todas las batallas agrarias. La culpa no es sólo de los hipermercados ni de los distribuidores. La culpa no es sólo del Gobierno del PSOE y de Unidas Podemos, que basa el conflicto en repartir subsidios mejorados, aplicando la receta que mejor conocen Pedro Sánchez y Pablo Iglesias: chupar de la teta del Estado, en vez de ordeñar la vaca. Sin embargo, puede que en el fondo del asunto esté el divorcio entre el campo y la ciudad, que tanto se nota en una Sevilla cada vez más urbana y menos agraria.