HA sido un error garrafal. Un gol en propia puerta del PP gaditano. Como ha escrito muy bien Pablo Manuel Durio, en su artículo del pasado viernes, Bruno juega a…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SE suele recordar que la Feria de Sevilla fue ideada por un catalán, Narciso Bonaplata, y un vasco, José María Ybarra. Por supuesto, no eran un catalán y un vasco independentistas, ni la Feria ganadera de 1847, con sus 19 casetas en el Prado, era como la de 2024. Sin…
ETA fue fundada en 1959, cometió crímenes durante el franquismo, los siguió perpetrando en la democracia, anunció el cese de su actividad armada en 2011, pero no se disolvió oficialmente hasta 2018. ETA duró casi 60 años; es decir, 20 años más que el franquismo, y de ellos más de…
EL pasado fin de semana los hoteles de Sevilla (y puede que los pisos turísticos) han colgado el cartel de “no hay billetes”. Un lleno técnico. Sin necesidad de organizar la final de la Liga de Campeones, como Madrid, que se llenó de hooligans. En Sevilla, la final de la Copa del Rey tocó un sábado antes. Este fin de semana, el éxito del turismo (que tanto ha contribuido a la reelección de Juan Espadas) se ha visto favorecido por el Día de las Fuerzas Armadas y los actos organizados con tal motivo, a los que se sumaba el concierto de Alejandro Sanz, así como 35 procesiones 35, entre el viernes, el sábado y el domingo; de las cuales eran seis de gloria, tres eucarísticas, un rosario vespertino y el resto cruces de mayo (ya era junio), organizadas no sólo por hermandades, sino también por colegios, parroquias, asociaciones, barriadas, etcétera.
MADRID y Barcelona son la alegría de la huerta de España. Sus equipos ganan casi todos los títulos de fútbol. En las pocas veces que un equipo de Sevilla o de Valencia también toca una Copa se considera un acontecimiento extraordinario. Antes, cuando Franco, este país se dividía en Madrid y provincias. Los de Vox también lo querían dividir así, hasta que consiguieron diputados autonómicos, y ya lo ven con más calma. Al llegar las elecciones municipales, España se dividió en Madrid, Barcelona y todos los demás. Por eso, en estos días de pactos, van como locos. Se oyen rumores de mayorías que ni te las imaginas.
En 2015 se acuñó aquello de los alcaldes del cambio. Los de Podemos, con sus confluencias, mareas y afines, colocaron a Manuela Carmena como alcaldesa de Madrid y Ada Colau en Barcelona. Pablo Iglesias pensaba que era el primer paso para asaltar los cielos de la Moncloa. En el PSOE se atacaron de los nervios. Unos meses después, los del PSOE asaltaron su sede de la calle Ferraz; pero el experimento les salió al revés, y el asaltado le dio la vuelta a la tortilla campera, y asaltó él mismo los cielos de la Moncloa, donde se quedó. Gracias al cable que le echaron sus rivales del PP, Cs y Vox, que tanto le han ayudado en su carrera, cepillándose a Susana, y encumbrándolo a él.
Pongamos que se hablaba de Madrid, como diría Joaquín Sabina, un poeta que ejerce de trovador de Kichi de Cai. En Madrid, el PP se lo puso facilito a Manuela Carmena, presentando como candidato a José Luis Martínez-Almeida. Aunque más kamikazes fueron con la comunidad, donde presentaron a Isabel Díaz Ayuso. ¿No tenían a nadie mejor? A veces ocurren milagros, como que el PSOE presentó para alcalde a Pepu Hernández, por colaborar. Y así se ha llegado a la posibilidad de un pacto a la andaluza, que el progrerío madrileño intenta romper como sea. El caso es grave.
Peor es el de Barcelona, donde se ha metido por medio el auténtico Manuel Valls, resignado a hacer alcaldesa a Ada Colau, a cambio de nada. No quiere un alcalde independentista, dice. En Barcelona, los indepes con ERC y Junts sólo tienen 15 concejales. Perdieron los tres de la CUP. Entre el PSC, Cs y el PP suman 16. Así que la única forma de que el alcalde sea el indepe Maragall es que lo apoye la señora Colau, que es la misma a la que Valls ofrece sus votos gratis.
¿Por qué Ada es mala si va con ERC, pero es buena si va con Valls y el PSC? Misterios de las hadas. Después dirán que han respetado la voluntad popular, que es esotérica.
José Joaquín León
PARA el PP gaditano las pasadas elecciones municipales han sido las del patinazo. En 2015, Teófila Martínez perdió la Alcaldía, pero fue la candidata más votada. Consiguió 22.004 votos y 10 concejales. Es cierto que entonces Podemos e IU se presentaron por separado, y que sumando sus votos alcanzaron 23.764, superando levemente al PP, aunque también se quedaron con 10 concejales (8+2). Mientras que el domingo pasado el PP, con Juancho Ortiz, se quedó con 13.397 votos y 6 concejales. Mantuvo el segundo puesto, fue el partido más votado de los del centro y la derecha (Vox ni siquiera entró), pero se quedó muy lejos de Kichi.
POR segundo sábado consecutivo, el rey Felipe VI viene a Sevilla. En esta ocasión, acompañado por la reina Letizia, para presidir el desfile militar del Día de las Fuerzas Armadas. Se vuelve a demostrar que Sevilla es una ciudad ideal para acoger eventos. Con más motivos si incluye desfiles con soldados, que aquí gustan mucho y son aplaudidos con entusiasmo. El desfile es un éxito desde las actividades previas. A diferencia de otras capitales españolas, donde se dedican a poner pegas para estas celebraciones, aquí son festejadas con alegría. Y hay resignación con los cortes de tráfico, ya que la gente está acostumbrada, incluso cuando no salen 35 procesiones.
EL PSOE ha ganado las elecciones en la provincia de Cádiz y seguirá gobernando la Diputación. Pero en la capital hizo un ridículo espantoso, que no se puede zanjar con cuatro lamentos. Ha sido un fracaso que les seguirá doliendo con el tiempo, porque fueron incapaces de ganar el Ayuntamiento gaditano para la otra izquierda. Tenían una oportunidad histórica para que Fran González recuperase la Alcaldía, un cuarto de siglo después de que la perdieran los socialistas. El PP ha fracasado en su intento, pero lo del PSOE es peor, porque ese mismo día, en las elecciones europeas, fue el partido más votado en Cádiz. Como en las generales.