EN las últimas semanas se ha hablado mucho de Franco, que hace ya más de 50 años que murió. En los tiempos de Franco, los franquistas gaditanos solían decir (en…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LA inteligencia artificial en la piedad popular podría ser un argumento para organizar en Sevilla otro congreso de hermandades y una procesión extraordinaria a la altura de las circunstancias. La Iglesia católica está preocupada y atenta con este asunto. El papa León XIV se ha referido en varias ocasiones y…
LA Constitución ya ha cumplido 47 años. La Constitución, hasta fechas recientes, era joven, no sólo lo parecía, pero ya ha llegado a una edad en la que debe cuidarse para prevenir antes que curar. Es decir, una edad en la que es adulta y madura, en la que aporta…

VIVIMOS en España, que es el país número 15 del mundo, según el medallero olímpico. En realidad, el 16, puesto que Rusia no ha participado por el boicot, y hubiera quedado la tercera, probablemente. Ha ganado EEUU, por delante de China. Ambos con 40 medallas de oro, si bien los norteamericanos obtuvieron en total 126, frente a 91 de los asiáticos. El sistema del medallero es discutible, ya que valoran más los oros que el total de medallas, de modo que China hubiera ganado con un oro más. Pero me parece injusto, porque no se puede poner por delante a un país que consiguiera 3 medallas de oro, 1 de plata y 1 de bronce frente a otro que sumara 2 de oro, 25 de plata y 46 de bronce.
HUMILLACIÓN. Bochorno. Vergüenza. Ridículo… ¡Qué poco sentido del humor tenéis! Esto es Carnaval. ¿No se dice en Cádiz que el Carnaval se burla de los políticos? Si hubieran mamado las esencias carnavalescas en la cuna, nadie se enfadaría por ese popurrí. Y lo entenderían mejor. Puigdemont tendría envidia del Yuyu, supongo. “Volvemos al Falla tras 14 años”, escribió José Guerrero El Yuyu en X. ¿Volver después de 14 años? Puigdemont, que iba a cumplir siete años ausente, también volvió. Aunque por poco tiempo. Visto y no visto. El Carnaval de Cataluña es más soso.
COMPARAR el Trofeo Ramón de Carranza de 2024 con el de sus primeros tiempos esplendorosos carece de sentido. Eran otros tiempos, y no lo digo por la política, sino por el fútbol. En las primeras ediciones, tras el triplete inicial del Sevilla, vinieron el Real Madrid de Di Stéfano y el Barcelona de Kubala a competir en partidos de altos vuelos. Y así sucedió después, incluso con equipos extranjeros plagados de figuras. Entre ellos, hay que recordar a los grandes clubes brasileños de los 80, como el Palmeiras y el Vasco da Gama, que utilizaron el Trofeo como trampolín para vender a sus figuras. Y, además, era el gran espectáculo de cierre del verano gaditano.
LOS Juegos Olímpicos contribuyen a fomentar los valores de la igualdad. Hay competiciones masculinas y femeninas. Los premios por medallas se han igualado. El valor de conquistarlas en el medallero también, ya que no está diferenciado por género. Ayudan a fomentar el deporte femenino en todo el mundo. La única excepción es el fútbol masculino, que tiene las Olimpiadas como una competición secundaria, y reserva a sus mejores jugadores. Además, con restricciones por edad. En todos los Juegos Olímpicos sobresalen estrellas femeninas, como Simone Biles. Y, entre las españolas, dolió más la desgracia de Carolina Marín por ser una deportista ejemplar.
TODOS los contubernios, chantajes y operaciones de venta de votos al por mayor que ha montado Pedro Sánchez se evitarían si tuviéramos el sistema electoral de Francia. El mismo sistema que ha permitido a los franceses frenar a la extrema derecha de Marine Le Pen permitiría en España liquidar a Frankenstein. La segunda vuelta, la segunda oportunidad. Eso es democracia directa, ya que los máximos dirigentes son elegidos directamente por el pueblo. Cuando no consiguen mayoría absoluta a la primera, van a la segunda vuelta. Por el contrario, en España se vota una sola vez y los máximos dirigentes (presidentes del Gobierno, de las autonomías y alcaldes) son elegidos después por los representantes (parlamentarios o concejales), que se pueden someter a cambalaches y extorsiones a cambio de sus votos. El sistema se ha viciado. Y compran y venden los cargos sin rubor, a cambio de lo que pidan, sea lo que sea.