LAS chapucerías del callejero en Cádiz no han empezado ahora, sino que vienen de siglos pasados. La lista de los 40 principales que no tienen calle está encabezada por Alfonso…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
AL ministro de Transportes, Óscar Puente, lo tienen ya en el punto de mira la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Es un ministro peculiar, con una parte buena y otra mala. La buena es que suele decir lo que piensa y miente menos que otros compañeros de…
SUCEDIÓ el día después de la entrega del premio Cervantes. Aquel acto fue presidido por los Reyes, don Felipe y doña Letizia, flanqueados por Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso, que no estaban acompañados por sus parejas. El premio fue recibido por Luis Mateo Díez, un gran escritor, de elaborada…
DESPUÉS del 19-J llegó el 27-J. En Sevilla, el mes de junio tenía dos fechas electorales importantes. Pues no sólo se elegía el presidente de la Junta de Andalucía, sino también el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías. Se ha notado que vuelve lo clásico. O sea, las mayorías suficientes. Francisco Vélez de Luna ha ganado las elecciones del Consejo con 101 votos. José Félix Romero obtuvo 22 votos y hubo dos en blanco. Participaron 124 hermandades de las 125 que forman el censo, por lo que nadie puede lamentar que sus votantes se quedaron en casa, como dijo Juan Espadas. Para ganar como Dios manda, lo mejor es lo que ha conseguido Paco, que ha alcanzado el 81% de los votos y ha obtenido el apoyo de ocho de cada diez hermandades sevillanas. Es un respaldo abrumador. Con humildad y paciencia. El Consejo está para servir a las hermandades. Yo se lo he oído a todos los presidentes, desde José Sánchez Dubé.
EN Cádiz hay muy pocas personas con la sensibilidad, el amor y la entrega a su ciudad que demuestra José Ramón Pérez Díaz-Alersi. Podría estar ya retirado, pero no es ese su estilo: sigue activo y en plena forma. Esta tarde intervendrá en la Fundación Cajasol (antigua Casa Pemán) con una conferencia sobre un libro que ha publicado, titulado Aventuras y desventuras de don Ramón, que es una semblanza de su abuelo, Ramón Díaz-Alersi, pero es mucho más. Ha escrito la biografía de uno de los últimos de Filipinas cuando aún era española, y un testimonio excepcional sobre el Cádiz que perdimos, la evolución de la ciudad burguesa, los antiguos chalés, los pioneros beduinos... Porque Moncho es muy gaditano, pero también muy beduino, de aquella zona de Vistahermosa y La Laguna que pasó al recuerdo.
AL valorar el éxito de Juanma Moreno hay un matiz que a veces se olvida: su origen malagueño. Cuando se habla de moderación, centralidad, transversalidad para conseguir votos desde el centro derecha al centro izquierda, quizás no se valora que eso es lo que practica el PP en Málaga desde su refundación. Y que le ha ido muy bien. No sólo al PP, sino también a Málaga, que se ha convertido en un referente para la cultura y el progreso en Andalucía. Y no se preocupen, que en Málaga, además del Parque Tecnológico, también tienen una gran Semana Santa, con su identidad propia, y una Feria, incluso en el centro. Una vez más vemos que las tradiciones no son incompatibles con el progreso.
DESPUÉS de los resultados del pasado 19-J en Cádiz capital, la pregunta del millón es esa: ¿es posible un cambio en Cádiz? No hace falta consultar la bola del pitoniso Pito para dar la respuesta. Señoras y señores: es posible. Pero no es seguro. Y no se debe vender la piel del oso Kichi antes de cazarlo (políticamente hablando, por supuesto, en lo personal hay que desearle siempre lo mejor), por lo que se debe calmar el optimismo que se empieza a palpar en determinados ámbitos de la ciudad. Los resultados de unas elecciones andaluzas no se pueden extrapolar tal cual a las municipales. Influyen mucho los candidatos. A favor o en contra. El extrapolador que extrapole sin cocinar y sin poner la lavadora como Teresa Rodríguez en la jornada de reflexión, mal extrapolador será.
SE le advirtió por activa y por pasiva. Las personas que apreciamos a Juan Espadas sabíamos que estaba cometiendo un disparate. No era su momento para ir a la guillotina política. No era su momento para renunciar a la Alcaldía de Sevilla, ciudad que no es como Villaconejo de los Montes, sino el cuarto municipio de España en población y la capital de Andalucía. Los sevillanos y las sevillanas son muy suyos, aunque no todos iguales. No se ha entendido su decisión. Pero más ha sorprendido la campaña del ex alcalde, como si fuera el delegado del Gobierno de Frankenstein en Andalucía. Hay cosas que uno nunca debe decir, si no se las cree. Emiliano García-Page, por citar a uno de sus compañeros, limita el número de trágalas a las mínimas e imprescindibles. Y si bajan al sur el presidente, los ministros y ministras, y hasta Adriana Lastra con sus malas pulgas, y dicen lo que dijeron, la catástrofe es inevitable.