LAS chapucerías del callejero en Cádiz no han empezado ahora, sino que vienen de siglos pasados. La lista de los 40 principales que no tienen calle está encabezada por Alfonso…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
AL ministro de Transportes, Óscar Puente, lo tienen ya en el punto de mira la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Es un ministro peculiar, con una parte buena y otra mala. La buena es que suele decir lo que piensa y miente menos que otros compañeros de…
SUCEDIÓ el día después de la entrega del premio Cervantes. Aquel acto fue presidido por los Reyes, don Felipe y doña Letizia, flanqueados por Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso, que no estaban acompañados por sus parejas. El premio fue recibido por Luis Mateo Díez, un gran escritor, de elaborada…
UNO de los grandes monumentos de Cádiz es el oratorio de la Santa Cueva. Sin embargo, se debe añadir que la parroquia del Rosario, con la que forma un complejo religioso y artístico, es otra joya. Sus responsables actuales, los padres Óscar González y Rubén Virués, la mantienen estupendamente. Todo está muy cuidado e identificado. Recomiendo vivamente la visita. También a los gaditanos, que suelen ser los que peor conocen el Cádiz artístico. Se considera la Santa Cueva como una herencia que nos dejó el marqués de Valde-Íñigo, que hizo muchísimo más por Cádiz que algunos alcaldes, y no sólo el que ustedes piensan.
LAS ciencias políticas adelantan una barbaridad. Sin embargo, no en todos los casos adelantan igual. Algunos se han quedado varados en Maquiavelo, otros en Hobbes, estos en Montesquieu, esos en Karl Marx, aquellos en Gramsci, y los indignados en Pablo Iglesias el malo y las campañas esotéricas de Irene Montero. Pero, en la Transición española, se crearon nuevas formas de gestión que los Adanes y Evas posteriores han silenciado. Por ejemplo: el político guapito. Ser guapito de cara es un plus para el político. En España, un presidente guapito puede durar dos legislaturas, o incluso más, mientras que uno feo durará pocos telediarios. Con raras excepciones.
SE suele decir que una buena capa todo lo tapa. En este país hay que tapar muchas cosas. Justo cuando se hablaba de la sentencia de los ERE y de las condenas a Manuel Chaves y José Antonio Griñán, que no se enriquecieron personalmente, pero bueno, pasó lo que pasó. Justo cuando salía a relucir la inflación del mes de julio, que ha subido al 10,8% y es la más alta de los últimos 38 años. Justo cuando las encuestas dicen que el PSOE de Pedro Sánchez va de capa caída. Justo cuando hasta los socialistas de toda la vida están despotricando, y se suelta el lastre de Lastra, y ruedan cabezas por la madrileña calle Ferraz. Justo cuando la socia Irene Montero lanzó la campaña en favor de la obesidad, que tantos millones cuesta a la Sanidad pública. Justo entonces apareció Pedro Sánchez sin corbata, para criticar al PP y los empresarios.
LA lista de los consejeros de la Junta de Andalucía tiene algo de sorteo de lotería. Y no porque a unos les toquen los premios gordos, a otros las pedreas o las terminaciones, y a otros un sofocón. La lista de los consejeros de la Junta de Andalucía se utiliza con algunas claves. Por ejemplo, es costumbre que siempre incluyan a un consejero de todas y cada una de las ocho provincias andaluzas. De modo que debe haber un mínimo de ocho consejerías para complacer a todas. Pero cuando hay 13 consejerías, como en el nuevo Gobierno andaluz de Juanma Moreno, algunas provincias pueden repetir. Y ahí es donde se ve la gracia del reparto. En esta ocasión, a la provincia de Cádiz le ha correspondido sólo una consejería: la de Antonio Sanz en Presidencia. Aunque siempre se puede decir que es la más importante, en lo político, que no en la gestión.
UN nuevo gobierno dice mucho sobre las intenciones existentes. En la lista que dio Juanma Moreno el pasado lunes hubo algunas sorpresas, sobre todo en la distribución de las consejerías. Se suponía que la consejera sevillana Patricia del Pozo seguiría en Cultura y Patrimonio Artístico, pero ha sido cambiada a Desarrollo Educativo y Formación Profesional. Dicen que, en teoría, gana poder. Desde luego, lo que pierde poder es la cultura andaluza, porque la han arrebujado con el turismo y el deporte, que estaban asignados a otras consejerías. Resulta chocante que la cultura andaluza no se merezca una consejería propia y que la subordinen al turismo sin disimulo.