SER gaditano de nacimiento es lo peor que te puede pasar para tener un reconocimiento en Cádiz. Desde que fue restaurada la democracia, todavía ninguno de los que han ejercido…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LA primavera sevillana no se entiende sin la información meteorológica. De todos y todas es conocida la importancia que alcanza en la Semana Santa. Ser meteorólogo en esos días se puede considerar como una profesión de alto riesgo. No sólo por el desprestigio de equivocarse, sino por las críticas posteriores.…
FALTAN siete días para las elecciones en el País Vasco. Los de EH Bildu sueñan con ganar. Sería su primera vez. ¿Pasearán en gabarra? El mejor padrino para botarla sería Pedro Sánchez, que tanto les ha ayudado, hasta el punto de que ya pocos se acuerdan de que son los…
PODRÍAMOS decir que la Clasificación Académica de las Universidades del Mundo (nombre oficial del conocido popularmente como Ranking de Shanghái) es algo así como el Estudio General de Medios para la prensa y la radio. Cada cual lo maneja según le conviene. Las universidades andaluzas lo están utilizando en su provecho, unas con más argumentos que otras. Pero la realidad del ranking mundial de universidades es elocuente: sigue dominado por las de EEUU (las más prestigiosas, las que más suenan) y no hay ninguna española entre las 100 primeras. Para Andalucía, los datos no son buenos, ya que sólo incluyen a dos universidades (Granada y Sevilla) entre las 500 mejores.
LA mañana sevillana del 15 de agosto pertenece a la Virgen de los Reyes. Pasan los años, cambian las generaciones, oscilan las modas y las costumbres, pero permanece fiel la devoción más entrañable, sutil y emotiva. Bastaría ese testimonio de amor, que se renueva de año en año, para considerar a Sevilla la tierra de María Santísima. El 15 de agosto, desde la madrugada, Sevilla vuelve a ser la Nazaret andaluza. Por los caminos del Aljarafe, se ha recuperado la tradición de peregrinar a la ciudad, para llegar a las primeras misas del alba en la Catedral. Los ojos somnolientos de los fieles despiertan con la luz brillante de su mirada y todos los esfuerzos quedan justificados.
DIOS salve al Rey. Porque si espera que lo salve el Gobierno, que le debe respeto institucional, lo tiene difícil. El episodio de la espada de Simón Bolívar ha sido el último esperpento en el festival de comedias de Podemos. Este partido (o lo que sea, pues ni ellos saben lo que son, desde que renunció el gran titiritero) forma parte del Gobierno de Pedro Sánchez, pero se comporta como un partido antisistema de ultraizquierda. Es bochornoso que le reclamasen disculpas a Felipe VI por supuestamente no respetar unos símbolos ajenos, cuando ellos no respetan los símbolos de España, empezando por el Rey, que es el Jefe del Estado al que menosprecian.
LOS aires difíciles de Cádiz soplarán el domingo con un eco de Lunes Santo en agosto. Va a ser coronada canónicamente la Virgen de las Penas en la Catedral. La dolorosa viñera salió el miércoles, tras una misa en la calle de la Palma, para ir a Santo Domingo, la Casa de Acogida donde espera la Virgen del Rosario para las coronaciones gaditanas. Esta tarde, la Virgen de las Penas irá a la Catedral, tras recorrer el barrio de Santa María y hacer estación ante el Nazareno. Y el domingo regresará a La Viña, ya en su paso de palio, y recorrerá las calles gaditanas en una noche de verano, dejando estampas insólitas para el recuerdo. La coronación está plagada de singularidades. Tres procesiones con tres pasos diferentes. Y quedarán dos vírgenes coronadas: Palma y Penas. Gloria y Dolor. Dos caras de una sola Virgen, que es la Reina de La Viña.
DECÍAMOS no ayer, sino el pasado miércoles, que los políticos guapitos han tenido una favorable acogida en las urnas. Desde Adolfo Suárez hasta Pedro Sánchez. ¿Y las políticas guapitas? Pues no, salvo excepciones. Este es un país machista, a pesar de las campañas del Ministerio de Igualdad para que las señoras se dejen los pelos en los sobacos, en vez de fomentar que los señores se los depilen también. En este país, las políticas guapitas duran poco. Ahí ven a Inés Arrimadas. En Ciudadanos sustituyó a Albert Rivera para la reconquista, como si dijeran “vamos a cambiar guapito por guapita”. Empezó bien, pero los conduce al réquiem. Ni ella, ni Begoña Villacís, evitarán el desastre.