EN la polémica por los cambios de nombres de las calles, la opinión de los vecinos es importante. Son los afectados. Pues si te cambian el nombre de la calle,…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
AL ministro de Transportes, Óscar Puente, lo tienen ya en el punto de mira la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Es un ministro peculiar, con una parte buena y otra mala. La buena es que suele decir lo que piensa y miente menos que otros compañeros de…
ETA fue fundada en 1959, cometió crímenes durante el franquismo, los siguió perpetrando en la democracia, anunció el cese de su actividad armada en 2011, pero no se disolvió oficialmente hasta 2018. ETA duró casi 60 años; es decir, 20 años más que el franquismo, y de ellos más de…
LAS mascarillas han llegado para quedarse. Algo así dijo el doctor Simón, cuando ya las vendían en todas las farmacias y en muchos supermercados. Es decir, cuando llegaron las mascarillas al público, que fue cuando ya iban las cuentas por más de 15.000 muertos. Según algunos expertos, es posible que hubieran evitado cientos o decenas de muertos, e infinidad de contagios, en caso de haber tenido más y mejores elementos de protección desde el principio. Es decir, a finales de febrero y comienzos de marzo, cuando incluso las exportaban desde España, y se compraban en Amazon, hasta que se acabaron. Pero ahora es diferente y en Sevilla lo deben aprovechar.
A propósito de la polémica por las terrazas de los bares entre el Ayuntamiento y los hosteleros, se debe recordar que Cádiz es muy chiquito. Eso forma parte del problema. Cádiz es como una isla formada por dos (Erytheia y Kotinoussa, a las que ahora llaman Eritea y Cotinusa), que incluso tenían un canal. Sin abundar en la historia, que ya la hemos contado otras veces, Cádiz no es como Nueva York o Shanghái, ni siquiera como Madrid. Ni tampoco como Barcelona, ya que las playas de Cádiz son mejores, y es preferible la Caleta a la Barceloneta. En resumen, pues sí: Cádiz es chiquito y eso condiciona todo. También los aforos playeros en pleamar.
EL estado de alarma ha durado 100 días, ha llegado hasta el comienzo del verano. Pedro Sánchez se queda muy contento (a pesar de los muertos por contar), porque él ha salvado el pellejo. En Sevilla empieza un duro verano, y para hoy han previsto una máxima de 41 grados. Domingo triste, de calles vacías y sudor en soledad. Los únicos remedios contra el coronavirus han sido el confinamiento y el calor. Es decir, encerrar a la gente y ganar tiempo. Con eso paliaron el caos de la falta de mascarillas y equipos de protección en los primeros momentos, así como las facilidades dadas para los contagios. Primero, favoreciendo concentraciones como las del fútbol profesional y el 8-M, cuando el coronavirus ya había llegado a Europa (y a España, donde aparecieron casos en febrero). Y segundo, con el caos en los hospitales, que se convirtieron en un foco de contagios, con una carga vírica terrible, y con sanitarios enviados al martirio. Y tercero, por ser incapaces de poner cortafuegos en algunas residencias de ancianos, donde han muerto miles de personas (no se sabe cuántos), en muchos casos porque introdujeron el virus cuidadores y visitantes asintomáticos.
GANAR este partido hubiera significado dar un paso importantísimo hacia el ascenso. El Cádiz desperdició una gran oportunidad. Sin quitar méritos al Alcorcón, que no ha perdido fuera de su estadio, el partido estuvo condicionado por las debilidades del Cádiz. Errores en la alineación inicial, errores en el juego, el peso de las lesiones, y también el árbitro Muñiz Ruiz, que toleró las constantes rupturas de jugadas y faltas del Alcorcón, además de un presunto penalti que el VAR no concedió. Quedó la sensación de que los errores influyeron demasiado.
SÁLVESE quien pueda. Llega el verano y empieza algo diferente. Propongo que en el futuro designen el 21-J como Día del Orgullo Turístico. Van a abrir las fronteras interiores entre las autonomías y las exteriores con algunos países europeos. Y el miércoles ya veréis los festejos de la noche de San Juan, en ciertas playas del Mediterráneo. Se amplía la libertad de viajar, que había sido suprimida en los últimos meses por el estado de alarma de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Y queda la sensación de “¡Españoles todos: la guerra del coronavirus ha terminado!”. ¿De verdad? ¿Y el coronavirus se ha quedado cautivo y desarmado? No, no del todo; se ha ido a hacer las Américas. Será por culpa de Cristóbal Colón.