LAS elecciones de Galicia han dejado interesantes reflexiones para el resto de España. Por supuesto que no eran unas elecciones generales y que no se puede extrapolar. Por supuesto que los gallegos son gallegos y hay que entenderlos. Por gallegos se conocía a los antiguos costaleros. Pero queda una conclusión que nos interesa como andaluces, un paralelismo: Alfonso Rueda ha conseguido en Galicia para el PP la mayoría absoluta, lo mismo que Juanma Moreno en Andalucía. Y, además, del mismo modo, que es reduciendo a Vox a la insignificancia. En Galicia más que en Andalucía, ya que allí ni siquiera han alcanzado representación parlamentaria. Con lo cual se ha vuelto a comprobar por qué no obtuvo Feijóo la mayoría absoluta el 23 de julio. Porque ahí Vox sí era decisivo para pactar. Y le perjudicó el voto del miedo.

VUELVO a escribirlo: para ser una gran ciudad, el primer problema de Sevilla no es el número de habitantes, sino la marginación en las infraestructuras. El transporte público es impropio de una gran ciudad, sufre carencias básicas. Y el más claro ejemplo es el Metro. Por supuesto, no resiste la comparación con Madrid y Barcelona, que son las dos grandes ciudades españolas, pero tampoco con Valencia y Bilbao, con las que Sevilla debería competir en pie de igualdad. Eso supone un lastre para la capital de Andalucía. Y el problema irá a peor, porque siguen construyendo barriadas en la periferia, como Palmas Altas y el Pítamo, que se suman a otras alejadas del centro, sin contar con servicio de Metro.

HOY es Miércoles de Ceniza, día de ayuno y abstinencia, que marca el inicio de la Santa Cuaresma. Este año de gracia de 2024, en Sevilla, estará repleto de actos piadosos y populares. A los propios que se celebran todos los años, según establece el calendario litúrgico, se añadirán los extraordinarios, y serán rematados con el II Congreso de Piedad Popular. Es bien conocido que será clausurado el 8-D con una procesión, en la que saldrán el Señor del Gran Poder y el Cachorro, las Esperanzas de la Macarena y Triana, y cuatro patronas marianas de gran devoción en la capital y la provincia: Reyes, Valme, Consolación y Setefilla. En las sesiones, participarán cardenales que son responsables de dicasterios en el Vaticano; pero en Sevilla todo parece poco y la gente pregunta: ¿vendrá el Papa Francisco en diciembre?

ANDALUCÍA, en general, y la provincia de Sevilla, en particular, han tenido (y mantienen) una dependencia notable del campo. Por supuesto, ya no es lo que era en el siglo XIX o a principios del siglo XX. Recordemos que el andalucismo, en sus orígenes, surge para reivindicar mejoras en la vida de unos campesinos hambrientos y analfabetos, en un medio rural marcado por el latifundismo. En los escritos de Blas Infante está presente esa situación. En el himno de Andalucía, que sí tiene letra, se canta: “¡Andaluces, levantaos! ¡Pedid tierra y libertad!”. No se dice que pidan un robot para la inteligencia artificial. Por eso, las reivindicaciones agrarias se deben situar en su contexto, sin descalificar diciendo que son de extrema derecha.

DESPUÉS del cartel, el himno. Yo también voy a escribir mi articulito. La semana pasada se le decía zorra a una señora en la calle Sierpes y te podían condenar por insultos machistas. Sin embargo, desde que el sábado ganó el festival de Benidorm una canción titulada Zorra, ha pasado a ser un elogio feminista. Todo depende del color del cristal con que se mira. Lo ideal es verlo morado o rojo. ¿Rojo, dice usted? Si en vez de cantar un himno, María Bas hubiera pintado un cartel con fondo rojo, a estas horas la estarían poniendo de chupa de dómine. Pero el zorrerío ha sido bien acogido. Más aún después de los entusiastas elogios del presidente Sánchez, el nuevo fan de Nebulossa. No sabemos si el presidente formó parte del voto demoscópico.