LA Vuelta ciclista a España de 2026 volverá a la provincia de Cádiz y tendrá una etapa importante entre El Puerto de Santa María y Jerez. Importante porque puede ser…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
JUANMA Moreno Bonilla nació en Barcelona, hace 55 años, pero se le considera malagueño. No obstante, esa referencia del lugar donde vino al mundo le condiciona. El pasado fin de semana volvió a Cataluña para presentar su libro, Manual de convivencia, y para asistir a la misa que presidió el…
PUEDE considerarse como una gran noticia que tengamos noticias de Extremadura. La pobrecita Extremadura nunca aparecía en los informativos nacionales, excepto que ocurriera algún suceso grave, o que el hermanísimo del presidente del Gobierno se pase de listo. Sin embargo, ahora tiene importancia. El próximo domingo, día 21, han convocado…

HA vuelto el mito del nuevo Hospital de Puntales. Es como el mito del eterno retorno, del que escribió Mircea Eliade, esa visión del tiempo que se repite, circular y cíclica, de los estoicos, de Nietzsche y de Borges. En 2005 Manolo Chaves prometió el hospital, en nombre del PSOE. En 2019 lo promete Juanma Moreno, en nombre del PP. A ver si tenemos más suerte y lo cumplen. Según lo publicado, la Junta de Andalucía lo ha incluido en el Plan de Infraestructuras Sanitarias de 2020-2030. Pero, además, el secretario del PP de Cádiz, Andrés Núñez, precisó que tendrá carácter prioritario. Es decir, que va en serio. Claro que no es seguro que el PP esté gobernando en la Junta hasta 2030. Al menos, van a intentarlo, que ya es algo. Y dejarían sin un aparcamiento de solar con jaramagos a Martín Vila.
LA Semana de la Movilidad en Sevilla coincide con la temporada de bolas de fuego y con el debate para aprobar las nuevas ordenanzas de circulación, en las que será incorporado el patinete eléctrico y sus circunstancias. Las normas pueden quedar obsoletas pronto, ya que las ciencias adelantan una barbaridad. El patinete está en el punto de mira, pero pronto llegarán a las calles otros artilugios. Son eléctricos y no contaminan, ni gastan gasolina de la que les han saboteado los pro iraníes a los productores de Arabia Saudí, ni mucho menos usan diesel, como los coches que han dejado de vender por culpa de Pedro Sánchez. Al ser eléctricos, parece que los patinetes tienen las bendiciones de los políticamente correctos, que se preocupan mucho por el clima y un poco menos por los atropellos.
GRACIAS a Pedro Sánchez volveremos a las urnas en noviembre. Quizás no se han dado cuenta, pero la campaña electoral arranca la noche de Halloween y la pegada de carteles va a coincidir con los disfraces de zombis y todo eso. La campaña seguirá el día de los Tosantos y el de los Difuntos. Entre las visitas a los cementerios, se van a jugar el pellejo algunos políticos. También en Cádiz y su provincia. Pues la gente interpreta que estas elecciones son para los grandes asuntos nacionales, para cobrar las pensiones con una hucha, para subir impuestos a los ricos, y para que arreglen de una puñetera vez el castillo de San Sebastián y las murallitas de Cai. Pero hay más en juego, también aquí.
GRACIAS a Pedro Sánchez, tenemos un nuevo periodo electoral. La campaña es más corta, y arrancará la noche de Halloween, por lo que coincidirán la pegada de carteles y los disfraces de zombis. Una campaña tiene su parte mala: se convierte en una excusa para que los políticos no hagan nada. Te dicen “como estamos en funciones”, o bien “como no se puede hablar con el Gobierno para que adopten medidas”. Pero también su parte buena: ahora el PSOE, el PP, Ciudadanos, Adelante (o como se llamen, no lo saben ni ellos ni ellas), Vox y demás necesitan vuestros votos. Y deben movilizar a la gente para frenar la temida abstención. Es decir, que llega otra temporada de “puedo prometer y prometo”, por lo que hay que amarrar bien los asuntos.
EL Cádiz no tiene plantilla para disputar a tope dos partidos de competición a la semana. Esa sería la peor conclusión tras lo visto en Alcorcón. La mejor es que el 3-0, aunque es duro y escuece, llegó en circunstancias raras y muy adversas. Con un momento clave en el partido, que fue el gilipenalti cometido por Garrido. Debería servirles de escarmiento, para no romper partidos de un modo tan tonto, y además al filo del descanso. A lo que se sumó el arbitraje de Sagués, que fue de los que se le ve el plumero al señor colegiado en las jugadas dudosas, así como en el manejo de las tarjetas. No es el primero que padece el Cádiz en esta temporada. La conclusión es que las expectativas de estar en lo alto no se han perdido, pero se ven ahora con más realismo.