EN Andalucía existen 13 playas caninas autorizadas, de las cuales sólo hay una en la costa de Cádiz: la de Camposoto, en San Fernando. Esta playa se mantiene porque nadie se atreve a hincarle el diente. He escuchado quejas por ambos sectores. Los caninos lamentan que deben recorrer dos kilómetros por un sendero, hasta llegar a la zona de playa debidamente acotada en la Punta del Boquerón. Los anticaninos lamentan que han reservado para los perros uno de los enclaves paisajísticos más bonitos del espacio natural de la Bahía, donde se ha prohibido el baño de los humanos. Tampoco faltan partidarios de Camposoto que se quejan por el malentendido de considerar toda la playa isleña como canina, cuando realmente no lo es, y tan sólo se ciñe a  una zona acotada.

EN el mes de agosto, todo Cádiz y todos los municipios costeros de la provincia, en general, son zonas de gran afluencia turística. En la capital se montó una polémica que parece bastante obtusa y cateta. Un enfrentamiento entre el Ayuntamiento y la Junta por la delimitación. El principal argumento municipal, según expuso el primer teniente de alcalde, Demetrio Quirós, de Adelante, es que la Junta beneficia a las grandes superficies, porque ahora pueden abrir los domingos. Decir esto en agosto es llamativo. Pues en el comercio se trata de ajustar la oferta a la demanda, en beneficio de los consumidores. Y que abran o cierren las superficies según les interese, tanto grandes, como medianas, pequeñas o unipersonales.

UNO de los problemas del Cádiz contemporáneo es que no apuestan por los grandes eventos. Pasa con todo. Las actuaciones musicales del verano gaditano de 2019 están entre las más flojas de los últimos 50 años. Esta semana, del 15 al 17, organizan el festival No sin Música en el muelle. Sin menoscabo de las actuaciones previstas, el programa es inferior al del Concert Music Festival de Chiclana, o al Tío Pepe Festival de Jerez. No sólo pasa con la música. Otro ejemplo de evento con prestigio perdido: el Trofeo Carranza de este año, que se comenta por su propio cartel. Siempre nos quedarán las playas y los bares. Y la batalla de coplas…

LA inmigración es un problema en Cádiz, Andalucía, España, Europa y la Humanidad por la falta de realismo con la que se aborda. Se utiliza la demagogia por todas partes. De un lado, para pedir una política de puertas abiertas y sin fronteras que es irrealizable en estos momentos. De otro, para considerar como potenciales delincuentes, violadores y hasta terroristas a los que llegan, cuando en la gran mayoría de los casos vienen para buscar un futuro mejor. Entre las ideas populistas de Unidas Podemos, por un lado, y de Vox, por el otro, existe una gama intermedia donde hay que encontrar soluciones. Pasan, inexcusablemente, por acabar con las mafias que controlan la inmigración. Es un negocio. Las víctimas, los explotados, son los inmigrantes. Y los explotadores son quienes viven de eso.

EL verano en Cádiz alcanza su cumbre en el Medio Agosto. Son los días que arrancan este fin de semana, con la noche de San Lorenzo, y se prolongarán hasta el jueves 15, en la mariana festividad de la Asunción de la Virgen. Tiempo que es también de fiestas patronales en la provincia. Así como julio reserva su espacio intermedio para la Virgen del Carmen, en agosto la Asunción se celebra con diversas advocaciones. En ese entorno festivo se construye un puente turístico, que abarrota los hoteles y apartamentos. Aprovechando la oportunidad, en Cádiz hay celebraciones que incluyen las tres C del buen gadita (Carnaval, cofradías y Cádiz CF), así como algunas más, empezando por el Mercadillo Andalusí, que se abre hoy en el barrio del Pópulo y la plaza de la Catedral.