ANTES de que aterrizara Pedro Sánchez en la Moncloa, estábamos en pleno debate sobre el turismo de lujo y el turismo de chanclas. No lo olvidemos. Sin dudar de los matices, deberíamos entender que es tan real y confuso como la vida misma. Se conocen casos de ricos con chanclas (las hay de Louis Vuitton y de Chanel, entre otras marcas, algunas incluso con pedrería preciosa), por lo que puede ser engañoso. Lo mismo pasa con los vaqueros rotos y agujereados, que antes eran prendas de mendigas y ahora los lleva hasta la reina Letizia cuando sale por Chueca. Y lo más importante es que no sucede sólo con los turistas, sino que también se puede extender a otras tribus urbanas. A los concejales de Sevilla, pongo por caso. Hay ediles de lujo (algunos incluso llegaron a ministros o presidenta de la Junta) y ediles con chanclas, mochilas y camisetas.

LA precampaña municipal funcionaba barrio a barrio, bulevar a bulevar, árbol a árbol, rata a rata, y cosas así. Se hablaba de turismofobia y apartamentos turísticos. Pero, de repente, se acabó lo que se daba. Al llegar Pedro Sánchez a la Moncloa y desahuciar a Mariano Rajoy, no se sabe lo que puede pasar en España. Nadie lo sabe, aparte de las especulaciones. Pero sí se sabe que tendrá una repercusión en Sevilla, que influirá, en algunos más que en otros. Por ejemplo, con el cambio de ministros, el Metro pasará a depender única y exclusivamente del PSOE, igual que todas esas asignaturas pendientes en los presupuestos generales que van a respetar.

ESE Dios que aparece hoy en las calles, cobijado en una Custodia, entre arabescos de plata, rodeado de capillas y figuras labradas con exhaustividad por el orfebre, ¿quién es? Todo ese emporio de riqueza enmarca, entre la plata, la humildad del Pan que ha sido consagrado. Evoca la grandeza del Dios universal, la pobreza del Hijo nacido sin casa, el milagro del Espíritu que es invisible y sólo puedes sentir cuando crees. Entre las maravillas de esa Custodia, que labró Juan de Arfe (puede que la más suntuosa de España y la Humanidad), el mayor tesoro es el Pan Divino. Sólo por ese Amor encuentra sentido el Corpus Christi.

HOY, 30 de mayo, podría ser festivo en Sevilla, pero no lo es. Se celebra la fiesta patronal de San Fernando, con un nutrido programa de actos religiosos y civiles, agrandado por ser víspera del Corpus. Hoy se entregan los títulos de Hijo Predilecto a Julio Cuesta y Pilar Manchón; de Hijo Adoptivo al actor Juan Diego; y las medallas de la ciudad, que se ganan como en unas olimpiadas de la sevillanía. Pero también hay conciertos, exaltaciones, procesiones… Abre la Catedral para las visitas a los pasos del Corpus y se puede ver una de las varias exposiciones sobre Murillo. En días como hoy, esta ciudad se vuelve tal que la toman por loca. Es normal que vengan miles de turistas, porque esto sólo lo encuentran aquí.

UNA celebración del Corpus Christi más coherente, más centrada en la devoción eucarística, para resaltar que la Custodia con el Santísimo Sacramento es lo verdaderamente importante de la procesión. Eso es lo que quiere el arzobispo, Juan José Asenjo, según explicó recientemente en un desayuno informativo organizado por CEU Fundación San Pablo Andalucía. En un ambiente distendido, expuso su opinión personal sobre la procesión, aunque dejando muy claro que respeta “lo heredado”, según precisó. En esa línea van las novedades de este año.