LA Vuelta ciclista a España de 2026 volverá a la provincia de Cádiz y tendrá una etapa importante entre El Puerto de Santa María y Jerez. Importante porque puede ser…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
JUANMA Moreno Bonilla nació en Barcelona, hace 55 años, pero se le considera malagueño. No obstante, esa referencia del lugar donde vino al mundo le condiciona. El pasado fin de semana volvió a Cataluña para presentar su libro, Manual de convivencia, y para asistir a la misa que presidió el…
PUEDE considerarse como una gran noticia que tengamos noticias de Extremadura. La pobrecita Extremadura nunca aparecía en los informativos nacionales, excepto que ocurriera algún suceso grave, o que el hermanísimo del presidente del Gobierno se pase de listo. Sin embargo, ahora tiene importancia. El próximo domingo, día 21, han convocado…

LOS comerciantes siempre se han quejado. Forma parte de la profesión. Cuando las cosas van mal lo dicen, y cuando van bien lo suelen callar. No obstante, en Cádiz capital, el comercio no es lo que debería ser. Y no hace falta que critiquen a Martín Vila. El problema es de más honda raigambre. A la vista está. Basta con pasear por Columela, a la que se supone la calle más comercial de Cádiz, para ver locales cerrados y sin nuevos comercios tras la huida de Zara y otras marcas de Inditex. Una huida que se ha producido sólo en las ciudades y pueblos donde el volumen de su negocio era chungo. Pero no en las grandes capitales ni periferias desarrolladas. Es un síntoma obvio de la decadencia.
CADA cuatro años (o cada cinco, por culpa de la pandemia) hay que justificar los resultados de los Juegos Olímpicos. Antes de empezar, en este país, de suyo dado a las expectativas ilusorias y a los dirigentes cantamañanas, hacen unas previsiones hinchadas, que raramente se cumplen. Para Tokio 2020-2021 esperaban que España obtuviera más de 20 medallas, pero se han quedado en 17, como en Río de Janeiro 2016; y de ellas sólo tres de oro (en Río alcanzaron siete) en deportes que se consideran de segundo rango. Los ganadores del oro han sido Fátima Gálvez y Alberto Fernández (tiro olímpico por pareja), Sandra Sánchez (kárate, en kata femenino) y Alberto Ginés (escalada), todos ellos poco famosos antes de sus días de gloria olímpica.
EL fútbol español por fin ha perdido a Leo Messi, como perdió a Cristiano Ronaldo, los dos mejores futbolistas del siglo XXI. Nada ha sido por casualidad. NI que estuvieran jugando en España, ni que se hayan marchado. Precisamente cuando es obvio que el país se ha arruinado (recuérdese la deuda), y que padece un creciente desprestigio internacional. Ya se ha terminado el milagro del fútbol español. En el extranjero no se explicaban que uno de los países más arruinados de Europa pudiera competir de tú a tú con los mejores equipos de la Gran Bretaña, Alemania, Francia e Italia, las grandes ligas europeas, todas de países más ricos.
DESDE la mitad del siglo pasado, puede que desde los tiempos más prehistóricos de la memoria histórica, se viene diciendo que en Cádiz no hay sitio para nada. A la misma vez se viene diciendo que Cádiz se está quedando despoblada. Sin embargo, todavía hay gaditanos y forasteros que viven en Cádiz, ciudad muy solicitada para segundas residencias, o incluso terceras. Y en Cádiz hay lugar para todo, si ustedes se fijan bien. Hay sitio hasta para abrir comercios en la calle Columela, o para hoteles y facultades en Valcárcel. ¿Y el solar donde iban construir la Ciudad de la Justicia? ¿Y el solar de Puntales para el hospital de la Junta? ¿Y los depósitos de Tabacos, donde van cambiando el uso sin hacer nada. ¿Y el suelo de la Zona Franca, donde abren supermercados Carmela, por abrir algo que no sea una gasolinera?
EL Gobierno de la nación considera ricos a todos los que no son totalmente pobres. Y a los que no son votantes del PSOE o de Unidas Podemos los catalogan como fachas, franquistas, enemigos de la democracia, antisociales, ultras y todo lo que se les ocurra. Esas diferencias entre buenos (los suyos) y malos (los demás) hay que tenerlas en cuenta, porque según su modo dualista de percibir el mundo, los malos, los ricos y los fachas nunca van a estar contentos y siempre se van a quejar. Y eso ocurre porque atacan a la clase obrera, suponiendo que haya obreros y clase en el Gobierno. Pero una cosa es la teoría y otra la práctica. La práctica es, por ejemplo, el recibo de la luz y sus circunstancias.