LA globalización nos puede llevar a adoptar los usos y las costumbres de otros países. Es lo que está ocurriendo con las fiestas de Todos los Santos y los Fieles…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LAS lluvias torrenciales y los vientos provocaron ayer inundaciones y destrozos en Andalucía, sobre todo en las provincias de Sevilla y Huelva. Coincidía la fecha con el aniversario de la dana que causó 229 muertos en Valencia, lo que acentuaba el impacto psicológico. En Sevilla se sabe que las grandes…
A los pocos días de la catástrofe, escribí que Carlos Mazón debía dimitir como presidente de la Generalitat valenciana. Es lo que pensaban (y siguen pensando) la mayoría de los ciudadanos. Ha sido un error mayúsculo que permaneciera en el cargo, con la excusa de que sería el piloto de…

LA muerte de Joaquín Sainz de la Maza, a los 71 años, víctima de un cáncer de pulmón, es dura y prematura. Aportó mucho, pero quedó la sensación de que aún podía dar más. Y, sin embargo, sus últimos años, tras la renuncia en el Consejo de Hermandades y Cofradías, ya eran de retirada. Por cuestiones personales, y también de salud, estaba como esos mayores que se retiran del mundo, y viven el presente como una prolongación dolorosa de un pasado que fue mejor. Este ya no era el tiempo cofradiero de Joaquín, que finalizó abruptamente. Pero este tiempo no sería igual sin él, sin su ejemplo, y sin aquellos maravillosos años que vivió como hermano mayor de la Macarena, en el fin de siglo, desde 1993 a 2001, siguiendo la estela de su mentor, José Luis de Pablo-Romero.
UN conflicto grave no se puede reducir a los aspectos más llamativos. En los problemas de la Policía Local de Cádiz no podemos quedarnos sólo con si están o no están a pie de playa, a diferencia de lo que hemos conocido desde hace más de medio siglo, o con los incidentes acaecidos en la plaza de San Juan de Dios. Este conflicto no puede verse como la Policía Local por un lado y el Ayuntamiento por otro. Porque es la Policía del Ayuntamiento, y es la Policía que se paga con los impuestos y multas de los gaditanos. Por tanto, deben estar todos en el mismo lado, que es el de Cádiz. A nadie beneficia este conflicto. Y si hay que poner la cabeza de algún concejal en bandeja, que la pongan. Es preferible a eternizar un enfrentamiento que necesita soluciones profundas y estables.
LA gente que está fuertemente catalanizada, tras desayunar pa amb tomaquet y calzarse la barretina, dice: “Este Gobierno ya no sabe qué inventar para que no se hable de los indultos”. Ahora hemos vuelto al eterno debate de las pensiones. Primero proclamaron que el Gobierno de Pedro Sánchez ha cerrado un acuerdo con los sindicatos y empresarios, a mayor gloria de los pensionistas que han conseguido sobrevivir a la pandemia. A pesar de que muchas personas de 65 años y otros sexagenarios todavía no han recibido la segunda dosis de AstraZéneca. ¿Es para reducir el número de pensiones? Eso dicen las malas lenguas, pero no se lo crean. Para reducir las pensiones, ya está el ministro Escrivá, según los días.
LA educación y el respeto a los demás es muy importante en la vida de las personas. Es una de las virtudes que diferencia a los animales racionales de quienes no lo son. Por eso, para que exista democracia y libertad, hay que desterrar el odio y la intolerancia, hay que respetar a quienes piensan diferente. Y no se debe confundir con callar las críticas, o las razonables discrepancias. Hay que plantearlas, pero sin violencia ni odio. Una de las lecciones de la Transición fue la reconciliación, un concepto que tristemente ha pasado de moda. ¿Quién perdona hoy? Las dos Españas protagonizaron matanzas vergonzosas y fusilaron a inocentes en la Guerra Civil. Eso es lo que debió decir (y dijo mal) Pablo Casado en el Congreso. También hubo héroes y grandes lecciones de dignidad, pero refregar lo más negativo es un error histórico. Recuerdo todo lo anterior por lo que está pasando en Cádiz, que también se contagia de esta agresividad años 30. Un ejemplo: los incidentes de la Policía Local en el Ayuntamiento.
GRACIAS a la Eurocopa de fútbol, Sevilla se ha vuelto a subir al carro de los grandes eventos en las grandes ciudades europeas. La competición se está disputando en 11 sedes volanderas, desde Londres a Bakú, desde Copenhague a Roma, o desde San Petersburgo a Sevilla, entre otras. El tan denostado estadio de La Cartuja acogió los tres partidos de España en el grupo E, frente a Suecia, Polonia y Eslovaquia, así como el de octavos entre Bélgica y Portugal. Durante esos días de partidos, por las calles, vimos a turistas suecos, polacos, eslovacos, belgas y portugueses, como en los viejos tiempos de antes del Covid 19, con sus camisetas y su colorido en terrazas de bares, y dando tumbos por los alrededores de las Setas de la Encarnación. La selección española, con Luis Enrique, Morata y algunos más, se alojó en el hotel de la Torre Pelli, dotado de buenas vistas.