LA Vuelta ciclista a España de 2026 volverá a la provincia de Cádiz y tendrá una etapa importante entre El Puerto de Santa María y Jerez. Importante porque puede ser…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
JUANMA Moreno Bonilla nació en Barcelona, hace 55 años, pero se le considera malagueño. No obstante, esa referencia del lugar donde vino al mundo le condiciona. El pasado fin de semana volvió a Cataluña para presentar su libro, Manual de convivencia, y para asistir a la misa que presidió el…
PUEDE considerarse como una gran noticia que tengamos noticias de Extremadura. La pobrecita Extremadura nunca aparecía en los informativos nacionales, excepto que ocurriera algún suceso grave, o que el hermanísimo del presidente del Gobierno se pase de listo. Sin embargo, ahora tiene importancia. El próximo domingo, día 21, han convocado…

UN calendario de locos genera partidos alocados. Si alguien sólo hubiera visto el primer cuarto de este partido, pensaría que el 1-2 es un resultado normal. El Cádiz había salido muy bien y fue superior hasta el minuto 20. Pero después se le complicó. Empezó a retroceder y llegaron los apuros. En la segunda parte, el juego se fue abriendo, y cuando peor se había puesto, con la expulsión de Perea, llegaron el gol de la victoria y dos oportunidades para el Numancia en las que se mascaba el empate. Con eso se entiende que pudo pasar de todo, en ese jugar a la ruleta, a ver dónde cae la bola. Sonrió la suerte de los campeones.
LA cosa empezó por un policía de Minesota que mató a George Floyd, un hombre de raza negra, detenido en Mineápolis. Imágenes vergonzosas y alarmantes, que en las televisiones repiten detrás de nuestro estado de alarma, con algunas consideraciones anexas sobre Donald Trump. De ahí se ha pasado, tras varias vicisitudes, a la Colonofobia, a la que se adhirió con entusiasmo Teresa Rodríguez. A cuento de que en varias ciudades derribaron estatuas de personalidades como Cristóbal Colón. A ella le pareció bien quitar del panorama a don Cristóbal, aunque en Barcelona (donde tiene un precioso monumento) Ada Colau no está por la labor. Hasta ahora la Colonofobia de algunos podemitas se reservaba para el 12 de octubre, fiesta de la Hispanidad. Este año no la han suspendido, como las ferias y romerías, sino que han anticipado las declaraciones.
EN todas las crisis hay ganadores y perdedores. Es posible que después del coronavirus haya perdedores y fulminados. Por eso, es importante que Sevilla se lo tome muy en serio. Por sus características económicas y sociales tiene demasiados puntos débiles. Es bonito el optimismo de cara a la galería del arte, pero debemos ser realistas y asumir que lo peor está por venir. Ayer iba a ocurrir un milagro en Castilla y León: un pacto de reconstrucción, con 85 medidas firmadas por todos los partidos, a instancias del presidente, Alfonso Fernández Mañueco, del PP, que cogobierna con Ciudadanos. Al final, se arrepintieron dos diputados: el de Vox y el de Unión del Pueblo Leonés, pero lo firmaron los portavoces de PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos.
AQUÍ tenemos otro tema bonito para nuestro alcalde de Cádiz, señor Kichi, y su pareja, la señora Teresa, siempre atentos a los conflictos del universo. Después de la gordobia ha aparecido la madrileñofobia. Consiste en el odio racial a los madrileños, a los que algunos tratan como si fueran negritos del África tropical, sorprendidos por error en un congreso del Ku Klux Klan. Todas las criaturas son hijos de Dios, independientemente del color de su piel, también los madrileños. Aunque estén presididos por Isabel Díaz Ayuso. Y aunque Pedro Sánchez y Pablo Iglesias sean madrileños nacidos en Madrid, detalle que a veces se olvida. El problema es grave, porque se empieza convocando una pacífica protesta en Twitter y se termina derribando estatuas de madrileños.
EL mercado funciona así, a su manera. Todavía quedan algunos restos del capitalismo, que ha sobrevivido a la pandemia, y que no depende de grandes multinacionales. No son personas como Ana Patricia Botín o Pablo Isla, que le dicen al Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias lo que deben hacer, o como Antonio Garamendi, el presidente vasco de la CEOE. Los presidentes de los organismos empresariales y de las altas finanzas suelen ser vascos o catalanes, del sector no independentista, lo que les aporta un carisma heroico. Pero no me voy a referir a las altas finanzas, sino a las bajas, a eso que denominan la economía sumergida, que tan importante resulta en Sevilla, ciudad con tendencia al submarinismo económico. Según las estadísticas piratas, supone más del 30% del PIB local. Las nuevas guarderías son otro ejemplo.