NO hace falta citar los siglos XVIII y XIX para recordar la importancia que tuvo el teatro en Cádiz. Eran otros siglos y otras costumbres. Pero recordemos que en la…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
ALGUNOS miembros de la cultura progresista no lo han querido decir en público. Pero, en privado, están insinuando que el Premio Cervantes, máximo galardón de las Letras hispanas, considerado el Nobel literario español, se ha convertido en un premio patriarcal. No lo critican en público, porque el premio (aunque en…
A los pocos días de la catástrofe, escribí que Carlos Mazón debía dimitir como presidente de la Generalitat valenciana. Es lo que pensaban (y siguen pensando) la mayoría de los ciudadanos. Ha sido un error mayúsculo que permaneciera en el cargo, con la excusa de que sería el piloto de…

UNA de las consecuencias del coronavirus es el estado de alarma que se ha generado con los españoles que están en el extranjero. Entre ellos hay varios casos de gaditanos. Hay que distinguir una doble condición: los que se encuentran casualmente en países extranjeros por turismo o trabajos ocasionales y no pueden volver, y los que son residentes habituales en el extranjero por motivos laborales o estudio. La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha manifestado que el Gobierno no le puede poner un avión a cada español que está en el extranjero, o algo parecido. En realidad, hay que estudiar cada caso. Unos tienen motivos para volver y otros no.
IMAGINA un clavel blanco de la Amargura que guiña a San Juan, un clavel rojo del Cristo del Amor que acaricia el pelícano, un clavel rosa del Dulce Nombre, el Valle o el Patrocinio, un tulipán abierto para la Virgen de Regla, un lirio de la Quinta Angustia o de Jesús Nazareno, un ramillete de azahar de la Virgen de la Concepción, un clavel ensangrentado que roza el talón del Gran Poder, un clavel que espera una lágrima de la Esperanza Macarena o una orquídea que se cimbrea en una jarra de la Esperanza de Triana, un clavel rojo que va a morir en el puente con el Cachorro y que ha muerto a la vera del sudario de la Mortaja, o un lirio que se ocultaba en la noche de San Lorenzo junto a la cruz vacía de la Soledad.
ESTE Gobierno se está especializando en pedir sacrificios a la gente mientras ellos mismos se saltan lo que reclaman a los demás. Este Gobierno está formado por ministros del PSOE y de Unidas Podemos, conviene no olvidarlo. Mientras el presidente, Pedro Sánchez, acudía al Congreso y pedía unidad a la oposición (que equivale, en la práctica, a no criticarlo), el socio de Gobierno aprovechaba la oportunidad para arremeter contra la Monarquía constitucional. Las presuntas actividades corruptas del rey emérito Juan Carlos I no pueden servir para cuestionar el sistema político, ni este es el mejor momento para entrar en esos asuntos. Por eso, las declaraciones de Pablo Echenique son de una gran bajeza política.
UNA de las características de la pandemia del coronavirus en España es su alta incidencia en las residencias de ancianos. Es curioso que hayan cambiado la denominación después del desastre. Hasta ahora se denominaban residencias de mayores, o residencias geriátricas. Pero, a partir de la proliferación de casos, han vuelto a ser ancianos, como se decía en otros tiempos. La ancianidad parece que expresa mejor una cercanía a la muerte, que la hace más llevadera. Al principio indicaron que el coronavirus sólo mataba a personas mayores, o con patologías previas. Parecía un matiz subliminal para restarle gravedad.
NO se había visto una cosa igual desde hace mucho tiempo. Porque para recordar a los militares desplegados en las calles de Cádiz, y más en concreto a la Infantería de Marina, habría que remontarse a las antiguas procesiones del Corpus. Sin contar a los guardiamarinas del Elcano, claro. Es curioso que la Unidad Militar de Emergencia cumple labores relacionadas con el coronavirus en otras ciudades andaluzas. Pero a la Bahía y otros municipios de Cádiz han mandado a los infantes de Marina, que no son una unidad para emergencias, y han salido a cumplir misiones insospechadas. Por cierto, se les ha visto patrullando por calles y espacios públicos sin mascarillas y sin guantes.