NO hace falta citar los siglos XVIII y XIX para recordar la importancia que tuvo el teatro en Cádiz. Eran otros siglos y otras costumbres. Pero recordemos que en la…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
ALGUNOS miembros de la cultura progresista no lo han querido decir en público. Pero, en privado, están insinuando que el Premio Cervantes, máximo galardón de las Letras hispanas, considerado el Nobel literario español, se ha convertido en un premio patriarcal. No lo critican en público, porque el premio (aunque en…
A los pocos días de la catástrofe, escribí que Carlos Mazón debía dimitir como presidente de la Generalitat valenciana. Es lo que pensaban (y siguen pensando) la mayoría de los ciudadanos. Ha sido un error mayúsculo que permaneciera en el cargo, con la excusa de que sería el piloto de…

LA pareja formada por la señora doña María Teresa Rodríguez-Rubio Vázquez y el señor don José María González Santos van a ser padres de una niña, que nacerá el próximo mes de septiembre. La pareja ya tiene otra hija, de un año de edad, que recibió el nombre de Aurora. Así se podría comunicar esta grata noticia, a modo de Ecos de Sociedad del siglo XXI, desprovista de algunos matices que antes utilizaban, relativos a los sacramentos. Hay que felicitar a Teresa y Kichi porque están dando un buen ejemplo a todos los gaditanos y a todas las gaditanas. Si todos hicieran lo mismo que ellos, esta ciudad no estaría perdiendo población todos los años. El alcalde, en total, es padre de tres hijos y espera a la cuarta. Es cabeza de familia numerosa y ha cumplido el precepto bíblico de “Creced y multiplicaos”. Por el contrario, en Cádiz hay demasiados sosos y sosas, que se dedican a restar.
EN los tiempos del coronavirus apenas se habla de otra cosa. Ahora surge una polémica cartesiana acerca de si se debía permitir o prohibir que unos dos mil romanos vinieran a Sevilla la semana próxima, con motivo del partido de la Europa League entre el Sevilla FC y la AS Roma, que aparte del morbito por los vínculos de Monchi, tiene la morbidez de que pudiera ser contagioso. A los sevillistas les han prohibido ir al estadio romano el 19 de marzo, día de San José, cuando se disputará el partido de vuelta. Han organizado la vuelta a puerta cerrada y la ida a puerta abierta. El asunto tiene varias contradicciones, que demuestran que se está gestionando de cualquier manera, por no decir a la caraja.
AYER comenzó la primavera en Cádiz. Esta es una ciudad que tiene sus tiempos propios. A veces no coinciden con los oficiales. Ya he escrito, y lo dije en el pregón del Rosario, que el otoño en Cádiz empieza cuando la Patrona emprende la subida de la calle Sopranis, para la recogida en Santo Domingo. Hasta ahí se prolonga el verano, que va dando cambayás, para acariciar con su última brisa a la Virgen del Rosario, con permiso de fray Pascual. Y la primavera comienza cuando abren Los Italianos, que es cuando se acaba el invierno en Cádiz. El invierno se queda herido de muerte cuando queman a la bruja Piti, cuando se acaba el Carnaval. Y entonces es cuando empieza la primavera, con el primer topolino, que es como el primer penitente de la Borriquita o del Señor Despojado en el Domingo de Ramos.
EL coronavirus se ha colado en la Cuaresma sevillana. Hoy es primer viernes de marzo, tradicional fecha de besapiés a Jesús Nazareno en San Antonio Abad. El pasado lunes, en el Vía Crucis con el Señor de la Salud (precisamente de la Salud), de la Hermandad de los Gitanos, no afectó para nada organizar una concentración masiva. Pero hay muchos resquemores y habladurías. El miedo lleva a analizar las costumbres que practicamos en las misas, en las funciones principales de instituto, en los besamanos y en los besapiés. Es decir, especial atención a lo que ocurre dentro de las iglesias.
EN contra de lo que están diciendo el teniente de alcalde Martín Vila y el alcalde Kichi (que ya se ha quitado la careta) José María Pemán no puede ser represaliado. Es una aplicación manipuladora de la Ley de Memoria Histórica. Ellos tergiversan la actuación de Pemán en el conflicto que dividió a las dos Españas. Cuando lo acusan, olvidan que se negó a que los escritores republicanos fueran expulsados en la Real Academia Española, olvidan su relación con Alberti para que volviera del exilio, y sobre todo olvidan su trayectoria desde los años 40 para establecer una monarquía democrática (que incluyera a la izquierda) y otros hechos comentados ya. Pero, además, hay otro muy importante: Cádiz le debe mucho a Pemán.