HEMOS leído en la prensa (o sea, en el Diario) que este verano no van a funcionar los lavapiés ni las duchas en las playas de Cádiz, según ha confirmado…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SE suele recordar que la Feria de Sevilla fue ideada por un catalán, Narciso Bonaplata, y un vasco, José María Ybarra. Por supuesto, no eran un catalán y un vasco independentistas, ni la Feria ganadera de 1847, con sus 19 casetas en el Prado, era como la de 2024. Sin…
FALTAN siete días para las elecciones en el País Vasco. Los de EH Bildu sueñan con ganar. Sería su primera vez. ¿Pasearán en gabarra? El mejor padrino para botarla sería Pedro Sánchez, que tanto les ha ayudado, hasta el punto de que ya pocos se acuerdan de que son los…
LA Junta de Andalucía ha aprobado unas medidas incoherentes para la Semana Santa, con las que envía mensajes contradictorios. Por un lado, encierran a los andaluces en sus provincias. Por otro lado, permiten a los bares abrir dos horas más que en Navidad, ya que no deben cerrar de 18 a 20 horas y se prolonga otra vez a las 22:30 horas. Eso sí, sin clientes de otras provincias, aunque tengan un nivel similar de contagios. Estas medidas carecen de relevancia científica, como tantas que aprueban mientras sufrimos una ola tras otra. Todavía tienen una semana para rectificar antes del Domingo de Ramos, si es que les queda un poco de sentido común, si es que Juanma Moreno y Juan Marín (preocupados por otros asuntos) no quieren ser artífices de este despropósito.
AL llegar el Domingo de Pasión nos damos cuenta de que esta Cuaresma ha salido mejor de lo esperado, y con cultos ajustados a la realidad actual. Las hermandades, en general, han estado a la altura de las circunstancias. No obstante, hoy nos encontramos con un acto diferente a lo habitual: en el Teatro de la Maestranza, con aforo adaptado, no habrá Pregón de la Semana Santa, sino una antología de pregones y pregoneros. ¿Hubiera sido mejor que Julio Cuesta cumpliera ya el encargo que recibió para 2020? ¿Es mejor guardarle el turno, hasta que recuperemos la normalidad en 2022? Ambas posturas son defendibles, me parece. Depende de los gustos. Pero no se puede afirmar: esto es lo bueno y esto es lo malo. No existen cánones previos, ni modelos rotos.
ALGUNOS pensarán: con la que han montado entre la Ayuso y el Iglesias, y este hombre va a escribir de los topolinos. Y, además, una semana después. Pues sí, no lo olvido, es un asunto esencial para Cádiz y la humanidad. El día11 de marzo, las fuerzas de la Policía Local emprendieron la Operación Topolino, para disolver a más de 300 personas concentradas en la calle Ancha gaditana. No estaban allí para manifestarse ante la sede del PSOE como protesta por el posible cierre de la factoría de Airbus en Puerto Real, ni para exigir la ampliación de la carrera oficial de la Semana Santa hasta la plaza de San Antonio, ni mucho menos para asistir a una conferencia de Irene Montero en el salón de actos de la Asociación de la Prensa. Por el contrario, se habían concentrado para la apertura primaveral del Salón Italiano (más conocido como Los Italianos), que se iba a celebrar regalando topolinos.
ENTRE tanto ajetreo, todo el mundo en general habla de Pablo Iglesias e Isabel Díaz Ayuso, incluso de las bronquitas del PP sevillano y del desmantelamiento abrupto de Ciudadanos. Así ha pasado a segundo plano la operación de acoso y derribo a Susana Díaz, que mantiene y acrecienta el PSOE desde la madrileña calle Ferraz. Esta operación, sin embargo, tiene una gran repercusión para Sevilla. Ha llegado el momento Espadas, después de que María Jesús haya dado el cante con sus pajaritos en la cabeza, por aquí y por allí, porque le gusta más Madrid. No sabemos si Iván Redondo, el gurú de moda, también se ocupa de ese encargo. Pronto podría convencer a los andaluces de que Juan Espadas es tan malagueño como sevillano, y se pirra por un trono (de los que antaño veían en Semana Santa, cuando salían procesiones). Hay gente que está en un momento aparición, de gran credulidad, y se lo traga todo.
EN la ciudad de Cádiz había varios abogados que hacían ilustre a su colegio. Cada cual con su estilo, pero todos como ejemplo de algo que se está perdiendo: el señorío. Es justo lo contrario del señoritismo y la chulería. Es el saber estar, la referencia, el modelo a seguir y la coherencia. Uno de ellos era José Antonio Gutiérrez Trueba. Fue decano de ese colegio al que contribuyó a dar más lustre y hacerlo más ilustre. Pero sobre todo fue un personaje muy importante en la ciudad de los años 70 y 80 del siglo pasado. Con él comenzó la Transición real, antes que la política. Y él se comió el marrón de unos años difíciles para la ciudad, en los que supo luchar contra la decadencia, como hacen los caballeros andantes. Era un Quijote de andar por Cádiz, la ciudad a la que dio su vida.