EL Gobierno de la nación, del que forman parte el PSOE y Sumar (mientras no se demuestre lo contrario) ha aprobado una inversión de 14 millones de euros para ampliar…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LA inteligencia artificial en la piedad popular podría ser un argumento para organizar en Sevilla otro congreso de hermandades y una procesión extraordinaria a la altura de las circunstancias. La Iglesia católica está preocupada y atenta con este asunto. El papa León XIV se ha referido en varias ocasiones y…
LA Constitución ya ha cumplido 47 años. La Constitución, hasta fechas recientes, era joven, no sólo lo parecía, pero ya ha llegado a una edad en la que debe cuidarse para prevenir antes que curar. Es decir, una edad en la que es adulta y madura, en la que aporta…

LA librería Reguera estaba situada entre la iglesia de Santa Catalina y la cervecería El Tremendo. En los primeros días de marzo, tan murubianos, ha resultado triste ver sus escaparates vacíos, sin las novedades de libros, que Julio Reguera exponía. Sin embargo, en los últimos días, los libros regresan, la librería ha vuelto a abrir, ahora gestionada por La Botica de Lectores. De ese modo no se pierde su dedicación, aunque cambie la propiedad. En esa zona de Santa Catalina y Los Terceros hay otras librerías de antiguo y de ocasión, y también las hay de novedades en la Puerta Osario.
EL Congreso de la Lengua Española ha tenido una inauguración cajonera. Las dos noticias principales que han llegado a la gente sencilla que usa la lengua con naturalidad son: 1. Que el rey Felipe VI estuvo cajoneando después de inaugurar el congreso, con lo cual se puede suponer que lo más importante de su viaje a Cádiz ha sido tocar el cajón. 2. Que el alcalde Kichi llegó tarde a la Casa de Iberoamérica y a la comida, demostrando que no está preparado para los protocolos y cosas así, o eso les parece a quienes lo consideran impresentable para eventos internacionales de este tronío. Así que vamos por buen camino. Es una pena que no haya venido Mario Vargas Llosa, que fue el artífice de la concesión del Congreso de la Lengua Española a Arequipa, antes de que se lo adjudicaran a Cádiz en el rebote.
EL Pregón de la Semana Santa de Enrique Casellas ha sido un éxito. Como ha gustado, como ha tenido muy buenas críticas, puede marcar tendencia. Algunos ya suponen que los pregones van a quedar marcados en los próximos años por esta línea de Enrique Casellas, que se inspira en la poesía popular. Una poesía que entronca con las sevillanas y también con Antonio Rodríguez Buzón. Incluso con Joaquín Caro Romero, aunque con el matiz de que Joaquín es un poeta versátil y académico, que lo mismo puede ser popular a lo Buzón que discípulo de Gerardo Diego, Rafael Laffón y Joaquín Romero Murube. Con eso, quiero anotar que existirá ese riesgo. Una posible proliferación de malos imitadores, que no estarán a la altura de lo que escuchamos el domingo.
LA gente inteligente pero artificial cree que todas las secretarias de Estado del Gobierno de Pedro Sánchez son como la podemita Pam de Igualdad. De esta señora, Ángela Rodríguez, vulgo Pam, se dice que es filósofa y política, aunque no es filósofa de la escuela de Aristóteles ni de Platón, que le parecerán machistas, sino que nunca ha trabajado en una empresa privada y siempre se ha dedicado a los indignados, gracias a lo cual ha conseguido ganar más de 100.000 euros al año, como una rica. Pero, señoras y señores, en un Gobierno puede haber excepciones. Todos y todas no son iguales.
PARA el Pregón de la Semana Santa de 2023 harían falta dos o tres teatros de la Maestranza. Ha sido tanta la expectación creada por la intervención de Enrique Casellas que todas las previsiones se han desbordado. Este ha sido su primer éxito. Cientos de personas se quedarán sin poder asistir en vivo y en directo. A Casellas se le nombró como un pregonero revulsivo. Algunos lo han comparado con Rafa González Serna, pero tiene su identidad propia y no hay que compararlo con nadie. Se sabía que sería pregonero, antes o después. Y le ha llegado su momento.