EL Gobierno de la nación, del que forman parte el PSOE y Sumar (mientras no se demuestre lo contrario) ha aprobado una inversión de 14 millones de euros para ampliar…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LA inteligencia artificial en la piedad popular podría ser un argumento para organizar en Sevilla otro congreso de hermandades y una procesión extraordinaria a la altura de las circunstancias. La Iglesia católica está preocupada y atenta con este asunto. El papa León XIV se ha referido en varias ocasiones y…
LA Constitución ya ha cumplido 47 años. La Constitución, hasta fechas recientes, era joven, no sólo lo parecía, pero ya ha llegado a una edad en la que debe cuidarse para prevenir antes que curar. Es decir, una edad en la que es adulta y madura, en la que aporta…

EN las fiestas de Navidad y Reyes se habló de paz, amor y generosidad, conceptos que se olvidan durante el resto del año. Es bochornoso que Alexander Putin organice una falsa tregua de tres días porque la iglesia ortodoxa rusa celebra la Navidad el 7 de enero. Es doloroso que exista una guerra en Europa, porque Rusia invadió Ucrania, dos estados de culturas cristianas en sus orígenes, si bien estropeadas en el siglo XX por el comunismo soviético, una de las ideologías que más crímenes ha cometido en el mundo. En Europa nos hemos acostumbrado a una guerra que parece interminable, mientras se echa en falta una oportunidad a la paz, como cantaba John Lennon. No hay pacifistas en las calles, como aquellos jipis de los 60.
SE suele decir que quienes peor valoran a Cádiz son los gaditanos. Aunque se podría matizar que no todos. Las autoridades locales van al tuntún, sin las ideas claras. Por lo común, fijándose en cuestiones secundarias y sin abordar las prioridades. Podríamos poner muchos ejemplos. Sin embargo, hay foráneos enamorados de Cádiz, que vienen, compran segundas residencias, y que la valoran con cariño. Cádiz es ahora un lugar de retiro para jubilados y de veraneo para jóvenes. En las fotos de redes sociales, es frecuente que aparezcan paisajes de Cádiz. Y se podría afirmar que el Campo del Sur se lleva el primer puesto, como el mejor paisaje de la ciudad. Junto a las puestas de sol de la Caleta.
UN año más, al llegar los Reyes Magos, observamos agresividad y discordia por todas partes. Hoy se abre un paréntesis de mirar hacia la infancia. Melchor, Gaspar y Baltasar recorrerán las calles de Sevilla, en la cabalgata que con tanto mino han preparado Manolo Sainz y el equipo del Ateneo. Momentos de felicidad e ilusión infantil. Ha dado la casualidad (¿o es un signo?) de que coincidirá con las honras fúnebres de Benedicto XVI. En su libro La infancia de Jesús, sugirió la teoría de que los Reyes Magos procedían de algún lugar de Tartessos, por lo que se dijo que eran andaluces. Ese libro, como otros de Ratizinger sobre Jesús, es una joya para alumbrar la fe, en estos tiempos de nihilismo y extravío. Vivimos sin altura de miras, como se suele decir. Porque la altura está en el cielo, en la Estrella que guia a los magos.
A la espera de que los Reyes Magos lleguen con sus regalos, son días en los que la gente escribe cartas. No sólo los niños, también los mayores tienen su corazoncito. Un sector de la población pide libros a Melchor, Gaspar y Baltasar. Un libro es un regalo valioso, y no sólo por sus precios de venta al público. También los cuadros y otras obras de arte son atractivos como regalos. La iniciativa del Mercado de Arte, que se puede visitar hasta mañana en la sede del Colegio de Arquitectos (en la plaza de Mina), se ha convertido en un clásico de la Navidad y permite regalar obras de 51 artistas gaditanos, unos consagrados y otros por consagrar.
En 2014 cuando canonizaron a Juan XXIII y Juan Pablo II coincidieron cuatro Papas en el Vaticano: los dos nuevos santos (en espíritu), además del Papa Francisco y el emérito Benedicto XVI. Entonces escribí un artículo con unas reflexiones que vuelven a ser válidas a su muerte.
El mundo elogió los nuevos aires que Francisco traía desde Buenos Aires. Pero a veces se olvida que no hubiera sido posible (al menos no todavía) sin el gesto más vanguardista que se ha dado en la historia de la Iglesia católica, con la renuncia voluntaria de un Papa, Benedicto XVI, que no se sentía con fuerzas para afrontar los duros retos que le marcaba el destino. Fue incomprendido en su momento, y lo peor es que lo sigue siendo.