EL comercio gaditano, como todos, está sujeto a las leyes de las ofertas y las demandas. Este es el principio básico a tener en cuenta. A propósito de la iluminación…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
VER a la Virgen sevillana de Montserrat, con la montaña catalana de Montserrat al fondo, nos aporta la verdadera dimensión de lo que es una procesión extraordinaria. Y ver a la Virgen sevillana en un pequeño paso de palio (cedido por la Hermandad de Monte-Sión) en el santuario, debajo de…
PUEDE considerarse como una gran noticia que tengamos noticias de Extremadura. La pobrecita Extremadura nunca aparecía en los informativos nacionales, excepto que ocurriera algún suceso grave, o que el hermanísimo del presidente del Gobierno se pase de listo. Sin embargo, ahora tiene importancia. El próximo domingo, día 21, han convocado…

ESTE hotel del Tiempo Libre, que hoy se rebautiza del Tiempo Perdido, es un clásico gaditano. Es compañero de promoción del Hospital de Puntales y la Ciudad de la Justicia. Pertenecen a la herencia de los proyectos incumplidos de la Junta de Andalucía en Cádiz que colean desde los tiempos de Manuel Chaves. Pero el Hotel del Tiempo Perdido tiene peculiaridades. Fue cerrado por un presunto brote de legionella el 14 de noviembre de 2007. El próximo miércoles cumplirá 11 años de total abandono. No se sabe cuántos años más pasarán hasta que el primer turista haga el check inn en la recepción del nuevo hotel, en el día jubiloso de su inauguración.
EN las campañas electorales hay una especial predisposición a las chorradas. Todo se mira con lupa. A Juanma Moreno Bonilla, el candidato del PP, no le perdonan una foto. Y si él empezó con el equipo alineado ante el puticlub Don Angelo para hablar de las tarjetas de la Faffe y criticar los abusos de la Junta, y siguió con la excursión del PSOE de la tortilla, después se la han devuelto con la foto de la comida con Pablo Casado en un McDonalds. Esa famosa hamburguesería no es sevillana, sino americana. ¿Y qué hacía un chico andaluz como él, comiendo esos alimentos yanquis? Menos mal que después se hizo otra foto en una fábrica de polvorones de Estepa junto a Juan Ignacio Zoido. Si es por fotos, no va a quedar la cosa así.
UN gran día para el Ayuntamiento de Cádiz, sí. Ni los más memoriosos del lugar recuerdan algo parecido. Se hermanaban las ciudades de Cádiz y Quito. Al acto acudió Mauricio Esteban Rodas, alcalde de la capital ecuatoriana. Por parte gaditana, estaba el alcalde, José María González, así como los portavoces de PP, Juan José Ortiz; PSOE, Francisco González; y Ciudadanos, Juan Manuel Pérez Dorao. También estaba David Navarro, en representación de Podemos. Todos ellos vistiendo chaquetas, corbatas, y sin vaqueros. Todo en un plan muy protocolario. De ahí que utilice sus nombres oficiales, nada de Kichi, Juancho, Fran y Juanma, como se les llama en familia. Un día feliz, que marcará un antes y un después.
ESTABA cantado, sin necesidad de coro, que el cardenal Carlos Amigo Vallejo iba a tener una calle en Sevilla. Y que sería lo más pronto posible, pues ha tardado demasiado. En realidad, el único problema era dónde. No se trataba de un asunto menor. No es lo mismo que dediquen una calle en un polígono industrial apartado de la civilización hispalense, que en un barrio de los de menos renta de España, o en un lugar céntrico donde el metro cuadrado de calle se trocea y se cotiza por las nubes. Además de que el personaje, felizmente, está vivito y predicando. Casi tan activo de emérito como cuando ejercía de oficio en sede. Se trataba, pues, de un asunto peliagudo.
ENTIENDO que este es un asunto de altísima sensibilidad, pero tampoco hay que escurrir el bulto. En el cementerio gaditano de San José siguen los trámites de personas que buscan a bebés presuntamente robados, o de familiares de víctimas de la guerra civil de 1936. Son gestiones que están justificadas, no sólo por la Memoria Histórica y por los casos de SOS Bebés Robados, sino por la dignidad de esas familias. Sin embargo, la lentitud burocrática, y los trámites necesarios, originan la contrapartida de que el cementerio se ha convertido en un espacio absolutamente estéril para la ciudad de Cádiz. Un lugar desperdiciado junto al Paseo Marítimo, que además no tendrá solución de aquí a un siglo. Y no lo digo por exageración, sino porque es la realidad.