EL comercio gaditano, como todos, está sujeto a las leyes de las ofertas y las demandas. Este es el principio básico a tener en cuenta. A propósito de la iluminación…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
VER a la Virgen sevillana de Montserrat, con la montaña catalana de Montserrat al fondo, nos aporta la verdadera dimensión de lo que es una procesión extraordinaria. Y ver a la Virgen sevillana en un pequeño paso de palio (cedido por la Hermandad de Monte-Sión) en el santuario, debajo de…
PUEDE considerarse como una gran noticia que tengamos noticias de Extremadura. La pobrecita Extremadura nunca aparecía en los informativos nacionales, excepto que ocurriera algún suceso grave, o que el hermanísimo del presidente del Gobierno se pase de listo. Sin embargo, ahora tiene importancia. El próximo domingo, día 21, han convocado…

LO único que le faltaba al CIS era pronosticar en Andalucía. Así como tenemos a Ángel León, proclamado el chef del mar para la gastronomía, ahora se está haciendo famoso el chef del mal. Me refiero al chef del CIS, José Félix Tezanos, cuyos fogones se han especializado en la cocina del PSOE, que siempre sale ganadora. Eso es lo que dicen sus críticos. Y lo que parece, cada vez que sale una encuesta echando humo. En la cocina del CIS tendríamos PSOE con papas fritas a todas horas, no se comería otra cosa. Pero la última encuesta que ha presentado se resume pronto: es más de lo mismo. En Andalucía, el poder desgasta a la oposición. Y en Cádiz sale que el PSOE podría conseguir 6-7, con 3 de Adelante Andalucía (Podemos), 2-3 del PP y 1 de Ciudadanos.
LA encuesta del CIS para Andalucía tiene también consecuencias en Sevilla. El fogón confirma, con el humo de los pronósticos, por donde van las fogatas. Así como Ángel León fue proclamado el chef del mar, ahora tenemos el chef del mal, que es el presidente del CIS, José Félix Tezanos, cuyos fogones se han especializado en la cocina del PSOE, que siempre sale ganadora. La última encuesta que ha presentado se resume pronto: es más de lo mismo. Según parece, en Andalucía, el poder desgasta a la oposición. Y todavía más en la provincia de Sevilla, que es la reserva espiritual del PSOE.
NO somos insensibles. Un muerto ya es demasiado. Pero la culpa del naufragio de la patera cerca de Los Caños de Meca, en la que pueden haber muerto más de 20 personas, no la tiene Pedro Sánchez (como antes no la tenía Mariano Rajoy), ni el rey Mohamed VI de Marruecos, ni la Unión Europea. La culpa es de los que lanzaron al mar esa patera con más de 40 personas, sobrecargada y en condiciones extremas para sobrevivir, por lo que un naufragio era bastante probable. Unas 22 personas lograron salvarse, pero la otra mitad ha muerto. Por eso hay que aplaudir la detención y el encarcelamiento de los dos presuntos patrones mafiosos que arriesgaron la vida de esas personas.
TODOS los años, cuando se inaugura el Sicab, se dice que Sevilla es “la capital mundial del caballo”. También se recuerda que el Sicab es “la Feria de otoño”. Esto forma parte de los imprescindibles de la fiesta, como lo era la presencia de la infanta Elena, que se había perdido en los últimos años, y por fin se ha recuperado. El Salón Internacional del Caballo cumple 28 años, que no dan para una salida extraordinaria, pero sí para considerarlo tradicional, que se suele aplicar mal a fiestas con dos o tres años de antigüedad. Esta es una celebración que ya está muy hecha, muy curtida. Por eso, lo ideal consiste en dejarla como está, sin menearla demasiado. Combina el ocio y el negocio, ya que lo uno sin lo otro es difícil de entender en esta ciudad.
LA actual ciudad de Cádiz no existiría sin los militares españoles. Esto se entendió en 1596, cuando el asalto de los ingleses y holandeses, comandados por el conde de Essex y el almirante Howard, que saquearon la ciudad, incendiaron edificios y secuestraron a personalidades. Entonces quedó aún más claro que Cádiz debía ser una gran fortaleza, custodiada por murallas, baluartes y castillos, y defendida por una amplia guarnición militar por Tierra y Mar. Gracias a esa defensa, las Cortes se pudieron refugiar en Cádiz para sus reuniones constitucionales; y fue el bastión contra la invasión francesa en la Guerra de la Independencia, cuando las gaditanas se hacían tirabuzones.