EN la asamblea del Sevilla FC lo más comentado ha sido el enfrentamiento entre José Castro y José María del Nido, en otros tiempos amigos y compañeros directivos. En los clubes de fútbol pasa como en los partidos políticos y las hermandades, que las alianzas se rompen. Sin embargo, se ha prestado menos atención a un asunto que va más allá de lo deportivo. Es una propuesta que no se ha aprobado; pero que ahí quedó, tras ser lanzada, por si le dan la vuelta a la tortilla del poder sevillista, o cambian de ideas, o lo que sea. Me refiero al planteamiento del ex presidente Del Nido para construir un nuevo estadio (más grande, más moderno y más de todo), con capacidad para 60.000 espectadores.

EN Sevilla hay que mirar de reojo el conflicto territorial que han montado entre Cataluña y Aragón, a propósito de las 44 obras de arte del monasterio de Sijena, que se encontraban en el Museo de Lérida. El fugado Puigdemont ha llegado a decir que han aprovechado “el golpe de Estado” para “expoliar a Cataluña”. Se refiere a unas obras de arte que procedían del monasterio aragonés, y que fueron vendidas a la Generalitat catalana por unas monjas, en 1983, sin permiso. Una venta que fue anulada por decisión judicial, por lo que se ordenó el retorno a su lugar original. Sin embargo, este caso es una minucia en comparación con otros expolios mucho más graves sufridos en Sevilla. Porque aquí no se vendieron, sino que se robaron como botín de guerra.

DONDE va la gente, va Vicente. Hubo un tiempo en que Vicente el del Canasto iba por la calle Tetuán esquivando coches. Yo recuerdo una vez que casi lo atropellan en la esquina de la calle Rioja. Ya no pasan coches por Tetuán, aunque se criticó su peatonalización. Con eso se aprecia que las ideas costumbristas cambian con los años. En este puente de la Constitución y la Inmaculada a todo el mundo en general le ha dado por recorrer la calle Tetuán. Y aunque es la milla de oro, no todos compraban, ni miraban, sino que lo suyo era recorrerla, como si no hubiera otra.

ESTAMOS en las postrimerías de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, que será clausurada mañana. Fenecerá con el puente de la Inmaculada. Así como se discute sobre el emplazamiento y las mejores fechas para la Feria del Libro primaveral, no se cuestiona que los últimos días de noviembre y los primeros de diciembre (con sus puentes) son los mejores para este evento de la Ocasión. No sólo por la cercanía de las fiestas navideñas, sino porque el frío le sienta bien a los viejos libros, y les añade como una pátina polvorienta y melancólica. Libros perdidos, que soñamos con volver a encontrar, igual que se pierden para siempre las bibliotecas de los difuntos, vendidas por sus descendientes.

CELEBRAMOS hoy la fiesta de la Inmaculada en el Año de Murillo. Aunque lo mismo se podrá decir el 8 de diciembre de 2018, ya que este año del pintor dura casi 16 meses. Hoy será inaugurada, en la Catedral, la exposición Murillo en la Catedral de Sevilla. La mirada de la santidad, que es la tercera, en apenas 10 días, después de las del Museo y Santa Clara. Así que ya tenemos Murillo a tope. Y un frenesí que llama la atención; pues aunque han llegado cuadros interesantes, también es cierto lo que escribió recientemente Carlos Colón: “En cuanto a los sevillanos, será gracioso verlos haciendo colas para admirar los cuadros que nunca se han molestado en ir a contemplar en el Museo de Bellas Artes, la Catedral, o la iglesia de San Jorge”.