UN gran día se vivió ayer en el Aeropuerto de Sevilla, con la llegada de la pasajera 5 millones del año en curso. ¡Nuevo récord! Nunca llegaron tantos en un solo año. Venía en un vuelo procedente de Verona (Italia), en un avión de Ryan Air (que tenía muchas papeletas para el premio), y se ha festejado como evidente testimonio de que el Turismo de Sevilla está por las nubes. Por supuesto, ese recibimiento de las autoridades, con su premio, fotos y demás, nos ha recordado la canción de Cristina y Los Stop: “El turista un millón novecientos noventa y nueve mil novecientos noventa y nueve, cuando llegó, se lamentó por bajar tan deprisa del avión, con su mini pantalón, ha perdido la ocasión de tener las atenciones que por suerte le brindaron al turista dos milloneeees…”.

EL acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos para el presupuesto municipal de Sevilla de 2018 estaba cantado. Javier Millán, el portavoz naranja, desarrolla en el Ayuntamiento una misión más dulce que agria, similar a la de Juan Marín con Susana Díaz en Andalucía. De modo que cuando el alcalde Espadas tiene alguna problemática que requiere de más apoyos, ahí está el amigo invisible, que no gobierna, pero pone el parche. En contra de lo que algunos piensan, eso no es malo, ni tampoco necesariamente bueno, sino que es legítimo, e incluso conveniente. Sin embargo, tiene poca credibilidad cuando Ciudadanos afirma que está en la oposición. Incluso lo dice Albert Rivera cuando viene de visita. Ciudadanos ayuda para lo que haga falta.

NO hay ninguna Cabalgata de los Reyes Magos como la de Sevilla. Ninguna con tanto amor, con tanto mimo. Puede que sea porque la organiza el Ateneo, que supo crear una seña de identidad sevillana. Ese esfuerzo se simboliza en tres hombres: José María Izquierdo, que la creó; José Jesús García Díaz, que la enraizó; y Alberto Máximo Pérez Calero, que le ha dado nuevos bríos a la Cabalgata del Siglo XXI con el Centenario. Un ejemplo de ese éxito fue el brillante acto que organizaron en el Teatro Lope de Vega, con un pregonero, Carlos Navarro Antolín, que dio riendas sueltas al recuerdo del niño que lleva dentro.

ES como un gran símbolo para Sevilla. En esta historia todo es grande, hay que advertirlo. El Banco de Andalucía pudo ser el gran banco de los andaluces, como el Santander de los montañeses y buena parte de España. Pero no fue lo mismo. El Banco de Andalucía se fundó en Jerez, en 1844, y pereció en Sevilla, en 2009. En sus orígenes del XIX estuvo vinculado a los negocios del vino. Centró su actividad en Jerez, El Puerto y Cádiz, y algo después en Sevilla y Huelva. Fue el banco de la Baja Andalucía. Trasladó su sede a Sevilla en 1991. Pero 18 años después, se lo tragó el Banco Popular Español, en el proceso de fusiones bancarias. De modo que nos quedamos sin la Liga Andalucía. La sede principal del extinto banco será reconvertida en un gran hotel de lujo, que abrirá sus puertas en 2018. El sino de los tiempos.

LA crisis no ha terminado. Lo digo porque se considera “un escándalo” y “un insulto” a Sevilla y a Cádiz la subida de 0,14 euros en el peaje de la autopista AP-4 (que serán 0,28 euros en el viaje de ida y vuelta). Ahora cuesta 7,20 euros; pero pasará a 7,34 euros, a partir del 1 de enero de 2018. Digo que la crisis no ha terminado, porque subirá un 2%, que es, más o menos, lo que han pedido en algunos convenios; y quienes no llegan a tanto, están con el temor de arruinarse, dependiendo del número de veces que viajen. En enero de 2020 se supone que ya saldrá gratis, y que no habrá peaje, pero casi nadie lo cree, a pesar de que lo prometió Ana Pastor cuando era ministra y lo ha repetido el actual ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. También el presidente de la concesionaria Abertis, Salvador Alemany, dijo que no habrá prórroga después de 2019.