LA tasa turística es como las serpientes de verano, que aparecen y desaparecen. O las medusas en las playas. En Sevilla se habla de la tasa turística, de vez en cuando, pero duerme el sueño de los justos. El alcalde, Juan Espadas, se ha mostrado partidario de aplicarla. Incluso llegó a decir que recaudarían entre siete y ocho millones de euros al año. Repartidos en cinco millones de los hoteles, y más de dos millones de los pisos y apartamentos turísticos regulados, que son menos de una cuarta parte de los existentes. Se supone que esos siete millones se dedicarán a fines turísticos, a restaurar monumentos, a cubrir mejor los servicios, etcétera. Un dinero que no saldría del bolsillo de los sevillanos.

ES lógico que lluevan las críticas a Vox, por el tuit que después borró su concejal sevillano Gonzalo García de Polavieja, en el que calificaba como tarado a Blas Infante. Además de borrarlo, después lo ha intentado suavizar con una serie de elucubraciones lingüísticas sobre el significado del concepto del tarado. Según sus explicaciones, entiendo yo que se le podría aplicar a casi todos los políticos en activo, incluido él mismo. Pero es obvio que, en el uso corriente, el tarado tiene un tufillodespectivo, que colinda con el insulto. Además de que considerar tarado a quien no piensa lo mismo que tú ya está demostrando un totalitarismo en la ideología política. En resumen, retrata a quien lo dice y revela el populismo maniqueo de Vox.

EN los años de la Transición, alcanzó un gran éxito una obra teatral de Fernando Fernán Gómez, titulada Las bicicletas son para el verano. Fue estrenada en abril de 1982, en vísperas del Mundial de fútbol disputado en España, y medio año antes de que Felipe González entrara triunfalmente en la Moncloa. Algunos dijeron entonces: “¡La Guerra ha terminado!”. Pobres inocentes. En 1984, cuando Felipe ya llevaba dos años gobernando, y le faltaban 12 años más, la obra fue adaptada al cine, en una película de Jaime Chávarri. Recordaba una historia familiar, vivida en el verano de 1936. En eso hemos mejorado muchísimo, gracias a Dios, porque en 1936 hicieron una guerra contra el Frente Popular que ganó las elecciones, y ahora no quieren convocar otras elecciones aunque el Frente Popular no se pone de acuerdo.

COMO se suele decir, el gozo en un pozo. Uno de los atractivos del V Centenario de la primera Vuelta al Mundo iba a ser la llegada del buque escuela español Juan Sebastián de Elcano al puerto de Sevilla en 2020. El próximo año está previsto que el histórico buque escuela, en su 92 crucero de instrucción, recree el viaje que inició Magallanes y culminó Elcano. Saldrá de Cádiz, que es su puerto base, hará escalas en puertos de  América del Sur y del Norte, Asia, África y Europa, y se esperaba que terminara la travesía entrando en Sevilla. Sin embargo, la Armada lo ha desaconsejado, porque pasaría muy justo bajo el puente del Centenario (no es seguro que pudiera), y porque con las obras previstas para los tableros le van a rebajar todavía más la altura del gálibo.

UNA vez más se ha visto que en Sevilla algunos proyectos los plantean al revés. Me refiero a la petición del alcalde, Juan Espadas, para que sea construida una estación de tren de Cercanías en Palmas Altas. Eso lo debió solicitar el Ayuntamiento hace unos años, como condición sine qua non para permitir la construcción del mayor centro comercial de Andalucía y de un barrio residencial con 2.870 viviendas. La petición del alcalde forma parte de la serie El mundo sevillano al revés, donde primero se crea el problema y después se busca la solución. Cuando lo deseable es lo contrario: ser previsores y coherentes, tener soluciones para los problemas.