LA alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que es podemita, ha inventado un peaje para los coches que accedan al centro de su ciudad. Empezaría a partir del 1 de enero de 2020. Los vehículos sin la etiqueta de la DGT tendrían que pagar dos euros por circular los días laborables en la zona de las Rondas de Barcelona. Cuando una alcaldesa podemita inventa un peaje a todo el mundo le parece estupendo. No es como el de la autopista de Sevilla a Cádiz, que lo inventó Franco, medio siglo antes del traslado en helicóptero. En general, los peajes y las tasas turísticas no sabemos si son de izquierdas o de derechas. Depende del color de quien lo imponga. Es obvio que esta idea progresista podría ser copiada en Sevilla por Juan Espadas, como la tasa hotelera. En Barcelona era un clamor popular. No sabían qué hacer para echar a los turistas, pero no lo consiguen ni con barricadas.

A todo el mundo en general se le ha ocurrido venir este fin de semana largo a Sevilla, empezando por las vísperas de Pedro Sánchez y Pablo Casado. Sevilla está de moda y vienen todos, gracias a los viajes de Juan Espadas, al que el PP confunde con Marco Polo. Raro es el fin de semana que no hay un acontecimiento extraordinario en Sevilla. Raro es que no coincida la presencia de algún cantante pop, un congreso que dejará riqueza en la ciudad, la inauguración o reforma de un centro comercial con atascos garantizados y alguna procesión. Cualquiera que vea en el Diario la relación de eventos podrá comprobar que Sevilla intenta parecerse a las grandes ciudades del mundo. Esa era la intención desde antes de que Juan Espadas llegara a la Alcaldía y Antonio Muñoz persiguiera chinos para los congresos. Incluso desde antes de que los premios Goya pasaran por aquí y se fueran a Málaga. Celebrar eventos es lo normal. Aunque no todos son como los MTV EMA 2019 de este finde.

ESTA es la campaña electoral más rara de la historia. Es muy cortita, apenas una semana larga, lo que ha impedido que el paseo de la momia de Franco en helicóptero pudiera ser incluido como apertura. En circunstancias normales hubiera coincidido. Esta fantasía necrófaga demuestra la aleatoriedad de lo que se consideran actos electoralistas del Gobierno de Pedro Sánchez. El comienzo de la campaña es monstruoso: coincide con la noche de Halloween. Un día de zombis y brujas. Se supone que las fiestas políticas para pegar carteles y dar los mensajes tendrán licencias. No serán como la que preparaban en la Cartuja.

EL conflicto político de Cataluña puede tener consecuencias económicas para las principales ciudades españolas. Ya se advirtió en 2017, cuando el referéndum ilegal del 1 de octubre y la declaración unilateral, que llevó a la aplicación del artículo 155 y todo lo demás. Ahora se vuelve a decir, pues no se sabe lo que ocurrirá en los próximos meses. A Quim Torra, en el exterior, no se le aprecia como un dirigente solvente. Más bien parece un majarón en un puesto de alta responsabilidad. Para el turismo y para las inversiones en Cataluña lo que ha ocurrido tendrá consecuencias. Y para Sevilla también, porque la puede beneficiar o perjudicar, según las circunstancias.

CUANDO ya termina octubre, el mes del Rosario, el Consejo de Hermandades y Cofradías ha nombrado a Rosa García Perea pregonera de las Glorias de 2020. La lectura entre líneas que tiene esta noticia es: han nombrado a una mujer. En ciertos ámbitos cofradieros, eso de nombrar a una mujer pregonera todavía se entiende como si Eva le diera una sandía a Adán, o hubieran visto un ornitorrinco en la Campana. Mientras esto se interprete así, mal vamos. Porque significa que mujer y pregonera parecen conceptos incompatibles, entre los que sólo caben raras excepciones. Sin embargo, a Rosa García Perea la han elegido porque tiene sobrados méritos. Sabe escribir y sabe hablar, entre otras cualidades que son convenientes para los pregoneros y las pregoneras.