SIEMPRE que llega la Feria, igual que pasa en el Sicab, se suele decir que Sevilla es la capital mundial de los caballos. ¿Quién lo dudaría, viendo los enganches en la plaza de la Real Maestranza? ¿Quién lo dudaría cualquier tarde del paseo de caballistas? Pues lo dudan en Jerez de la Frontera, donde dicen lo mismo: que la capital mundial del caballo es la suya. Y que, además, no sólo tiene la sede de la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre, donde Álvaro Domecq ha ejercido su magisterio, sino que Jerez acogió los Juegos Ecuestres Mundiales de 2002 (una especie de Juegos Olímpicos de los caballos, con la que le quedó una buena roncha al Ayuntamiento de Pacheco), y además que en 2018 la nombraron Capital Europea del Caballo. Con sus correspondientes actividades, que no se limitan a la Feria, asimismo llamada del Caballo.

LA apertura de hoteles en el centro de Sevilla tiene partidarios y detractores. Aunque se muden vecinos a la periferia y entren más turistas en el casco antiguo, también es cierto que gracias a los hoteles se salvan edificios en peligro. Un reciente ejemplo es el hotel Casa de Indias, abierto en febrero, en la Encarnación. Está gestionado por la empresa hotelera Intur, de la familia Gimeno, de origen castellonense, que apostó por otros hoteles en edificios históricos, como el Palacio de San Martín en el centro de Madrid. La obra que han realizado en su hotel boutique de Sevilla, con 61 habitaciones, ha devuelto la vida a un edificio que llegó a ser okupado durante un tiempo. Lo mismo que va a ocurrir con la antigua Vilima, que era otro edificio fantasma.

POR la Puerta del Príncipe ha salido El Juli, por sexta vez. Los aficionados debaten si era exagerado. Como si fuera la puerta de su casa. La plaza de la Real Maestranza, en estos días, es como un oasis, aunque no puede tapar el difícil momento de lo que antaño se denominaba la fiesta nacional. Sería muy prolijo debatir las causas de la decadencia de los festejos taurinos en España. Entre los factores que influyen, el peor es la politización. Antes y después de la Guerra Civil, la afición a los toros era uno de los pocos asuntos en que las dos Españas estaban de acuerdo. Había toreros de derechas y de izquierdas, y poetas republicanos, incluso comunistas, que los mitificaron.

ESTE año tenemos la Feria de Mayo. Pero el quinto mes del año, en Sevilla, siempre es el Mayo Mariano. Después venía el Junio Eucarístico. Algunos lo prolongaban al Julio Carmelitano y al Agosto de la Virgen, y así podríamos seguir por el resto del año. Mayo ha comenzado con un acontecimiento: el regreso de la Virgen de la Estrella y el Señor de las Penas a la parroquia de San Jacinto. Un retorno temporal, que se prolongará hasta la Cuaresma de 2020, mientras realizan las obras previstas en la capilla. Y sobre todo un retorno sentimental para muchos trianeros y hermanos de la Estrella, nostálgicos de aquellos años de San Jacinto, que terminaron en 1976.

SE nos fue Barack Obama, pero ahora llega Bob Dylan. Cantará mañana en el auditorio de Fibes. Con razón, los jerifaltes de la cadena Hilton quieren abrir un gran hotel de lujo en Sevilla Este. El Palacio de Congresos se está convirtiendo en un escenario de lo más glamuroso para Sevilla, no sólo por la gala de los premios Goya, sino por lo que ha venido después. Y todo ello a pesar de que la línea 2 del Metro todavía no llega al lugar, lo que le situaría en el mapa, por lo menos en el mapa del Metro, que da pena verlo. Fíjense como está que cerraron las estaciones de Nervión y Gran Plaza para un Sevilla-Rayo Vallecano. Después la gente se queja. Y aún así, viene Bob Dylan. Con todas las entradas vendidas, pero sin Metro. Aquí no hay Metro para nada.