AL difundir noticias relacionadas con la Semana Santa de Sevilla se debe tener mucho cuidado. Es una fiesta marcada por la sensibilidad. Crear alarmismo ya se ha visto que se convierte en un factor de riesgo. La detención del yihadista en Marruecos, que se dio a conocer ayer, en vísperas de otra Madrugada, no llegó en el momento más oportuno. En la vigilancia policial se sabe que la discreción es importante. Los silencios de la Policía son como los silencios de Sevilla. A veces no hacen falta las palabras, cuando sólo sirven para meter la pata. Por otra parte, no es lo mismo que exista miedo a las tropelías de cuatro niñatos gamberros que situar la Semana Santa en el objetivo del yihadismo, como han hecho fuentes del Ministerio del Interior. Grande-Marlaska se ha lucido.

EL Lunes Santo de 2019 será recordado como el día en que ardió la catedral de Notre Dame de París. Era (es y será) mucho más que una catedral: un símbolo de la cultura cristiana europea, un referente del gótico, además de ser el monumento más visitado de Europa. En una ciudad como Sevilla, que tiene otra de las mejores catedrales del mundo, se entiende y se siente la magnitud de la catástrofe. Estamos en una ciudad barroca, pero también gótica. A la hora en que salía el misterio del Traslado al Sepulcro (en el que Ortega Bru recreó y personalizó la mejor imaginería neobarroca) se conocieron las noticias de Notre Dame y se vieron imágenes espantosas.

TANTO hablar y escribir que si al derecho o al revés no le hizo bien al Martes Santo. Pero cuando llega el gran día, todo eso se debe olvidar para abrir los ojos ante lo que sale a las calles. Aunque se recorra al derecho (empezando la carrera oficial en la Campana y terminando en la Catedral), este Martes Santo será diferente. Todos lo son, ciertamente. Pero hoy podremos ver estampas novedosas, algunas inéditas, en las calles de Sevilla, con los cambios de orden y de itinerarios. Cambios que nos permitirán recordar, con el paso del tiempo, lo que quizá no se repita.

ESTE artículo he dudado si lo publicaba o no, por no dar más malas ideas. No obstante, en prevención de lo que pueda ocurrir en las próximas Semanas Santas, se debe alertar al teniente de alcalde de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera; al presidente del Consejo de Cofradías, Francisco Vélez; incluso al mismísimo Cecop, del peligro que se les viene encima. El patinete del cofrade puede causar estragos entre la ciudadanía durante la Semana Santa. Puede ser la siguiente gran aportación friki, como sucedió con las sillitas plegables de los chinos. Tal vez, en fecha no muy lejana, sea prohibido en la Madrugada.

EN las grandes ciudades hay lugares para todos los gustos, pero no hace falta que estén juntos y revueltos. Hoy se disputa el Sevilla-Betis, el gran derbi, con aspiraciones de entrar en competiciones europeas, incluso en la Liga de Campeones. Partido interesante y de alto riesgo. Se juega en Nervión, un barrio por el que también sale hoy la cofradía de la Milagrosa. Por supuesto no hará estación en el Sánchez Pizjuán. Pero, a escasa distancia, coinciden ambientes que no se deben mezclar. El hermano mayor de la Milagrosa, Javier de Martos, ha denunciado la falta de sensibilidad. La estación en el Hospital de San Juan de Dios coincidía con los momentos álgidos del fútbol. Han cambiado el horario y el itinerario para evitar males mayores.