ESTE año tenemos la Feria de Mayo. Pero el quinto mes del año, en Sevilla, siempre es el Mayo Mariano. Después venía el Junio Eucarístico. Algunos lo prolongaban al Julio Carmelitano y al Agosto de la Virgen, y así podríamos seguir por el resto del año. Mayo ha comenzado con un acontecimiento: el regreso de la Virgen de la Estrella y el Señor de las Penas a la parroquia de San Jacinto. Un retorno temporal, que se prolongará hasta la Cuaresma de 2020, mientras realizan las obras previstas en la capilla. Y sobre todo un retorno sentimental para muchos trianeros y hermanos de la Estrella, nostálgicos de aquellos años de San Jacinto, que terminaron en 1976.

SE nos fue Barack Obama, pero ahora llega Bob Dylan. Cantará mañana en el auditorio de Fibes. Con razón, los jerifaltes de la cadena Hilton quieren abrir un gran hotel de lujo en Sevilla Este. El Palacio de Congresos se está convirtiendo en un escenario de lo más glamuroso para Sevilla, no sólo por la gala de los premios Goya, sino por lo que ha venido después. Y todo ello a pesar de que la línea 2 del Metro todavía no llega al lugar, lo que le situaría en el mapa, por lo menos en el mapa del Metro, que da pena verlo. Fíjense como está que cerraron las estaciones de Nervión y Gran Plaza para un Sevilla-Rayo Vallecano. Después la gente se queja. Y aún así, viene Bob Dylan. Con todas las entradas vendidas, pero sin Metro. Aquí no hay Metro para nada.

PARECE que fue ayer, pero ha pasado un año. Entonces, cuando Pedro Sánchez le iba a presentar una moción de censura a Mariano Rajoy, todo era diferente. En la Moncloa estaba Mariano, que se creía imbatible. En el Palacio de San Telmo estaba Susana, que se creía imbatible. Lo único que no ha cambiado es que en el Ayuntamiento de Sevilla estaba Juan Espadas, que parece imbatible. Ya veremos el domingo 26 si lo sigue pareciendo. Pero, tanto si sigue el PSOE mandando en el Ayuntamiento, como si vuelve el PP con Ciudadanos de la mano, la realidad es que en la Moncloa se encontrarán a Pedro Sánchez, mientras que en San Telmo está Juanma Moreno.

Y ahora, las elecciones municipales. Se suele decir, con razón, que los resultados de las elecciones generales no son extrapolables a los municipios. El factor personal influye mucho. Sin embargo, dan pistas, claro que sí. Permiten apreciar tendencias. Una de ellas es que en Sevilla puede pasar de todo. Lo normal sería que Juan Espadas mantenga la Alcaldía, pero también se debe añadir que los resultados son mejores para el PP de Beltrán Pérez que en otros municipios de la provincia. En la capital, aunque lejos del PSOE, el PP ha quedado segundo, mientras que en las andaluzas fue cuarto, por detrás de Adelante Andalucía y Ciudadanos. El PP ha recuperado la hegemonía del centro derecha en Sevilla, a pesar de la hecatombe. Esta vez no hubo sorpasso de Ciudadanos, aunque por poco.

EL PSOE consiguió un claro triunfo que permitirá a Pedro Sánchez seguir como presidente durante cuatro años, ya que dispone de varias posibilidades para pactar. Incluso puede cambiar de socios en la legislatura. Por la otra parte, el PP cosechó el mayor fracaso de su historia. Pablo Casado se ha quedado con menos de la mitad de los escaños que tuvo Mariano Rajoy en 2016, cuando ya iba a la baja. La culpa de lo uno y de lo otro es de Vox, cuya presencia es significativa, pero no ha servido para nada. Quiero decir para nada que no sea colocar a los diputados de Vox, y para demostrar que en España no hay espacio político útil para tres partidos de centro y derecha.