LA ciudad de Cádiz es como es. No tiene terrenos para agricultura, y limita su industria a la ya existente, con el Puerto (que va a ampliar su terminal de…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
GRACIAS a que la Feria empezó y terminó en abril, el mes de mayo puede lucir este año su peculiar identidad. Mayo es el mes donde se cruzan los caminos del año. En mayo mueren los últimos fríos del invierno y aparecen los primeros calores tórridos del verano. Mayo es…
ADVERTI el pasado domingo que el lunes sería el día del teatro. Engañó a la ciudadanía, fingiendo una tragedia. El equívoco siguió hasta el último minuto, con la visita al Rey y la puesta en escena de la Moncloa. ¿Para qué? Para convertir la tragedia en farsa. La ciudadanía se…
NI con música, ni sin música, tienen sus males remedio. Porque este fin de semana le toca el turno al festival No Sin Música (NSM, por abreviar), que ha convertido el muelle de Cádiz en una sucursal portuaria del festival de Benicassim, con cuyos días coincide. Música indie potente para disfrute del vecindario del 4 de diciembre (antes avenida de Carranza, y desde mucho antes conocida como Canalejas). Este festival de No sin Música se inició en el patio del colegio de San Felipe Neri, pero a partir de 2015 (aquel primer verano de González en la alcaldía) pasó al puerto, gracias a la política de integración en la ciudad, que consiste en organizar eventos de vez en cuando. Y ahí sigue, tras haber ganado prestancia y caché.
POR culpa de ese intento sutil de colocar gato por liebre, se está creando una oleada de tranvíafobia. Ya no es sólo que en Pino Montano y Los Bermejales rechacen los trucos de magia, e insistan en que quieren un Metro como el de Mairena del Aljarafe y Montequinto. Es que, además, los ojos misericordiosos se han vuelto hacia los tranvías. O, por mejor decir, a ese interés exagerado que tienen los cargos del PSOE en promocionar los tranvías, como si los hubiera inventado Pablo Iglesias el Viejo. Así que también podríamos recordar los fracasos que acumulan los tranvías andaluces de ahora. Ese ramillete que la Junta ha sembrado por Andalucía, con resultados bastante malos, y en algunos casos invisibles, porque acumulan años de retraso.
EN el Ayuntamiento de Cádiz han anunciado una remodelación de lo más machista y desigualitaria. El alcalde, José María González, tendrá a dos hombres fuertes, Martín Vila (por Unidos) y David Navarro (por Podemos). Son los mismos, pero les eleva el rango, y de paso ha devaluado a Ana Fernández, que cesa como portavoz de Podemos y se queda sólo con Asuntos Sociales y Enseñanza. Todo eso le da igual a la gente (ya se ha visto el funcionamiento del asunto social y los demás asuntos), pero me hace gracia el detalle: se pasan la vida hablando de la mujer y el feminismo, y la igualdad, y la marginación salarial y las empresas con pocas directivas. Y los de Unidos Podemos apuestan… ¡por los hombres fuertes! Qué fuerte.
ESTAMOS disfrutando el verano menos caluroso de los últimos años. A pesar de todo, en verano no hace frío polar, eso es verdad. Por ello, el grupo municipal de Participa Sevilla (sección local de Podemos) ha propuesto varias medidas contra el calor. A este paso, Juan Espadas va a cantar también lo de “pobre de mí, pobre de mí”, como si estuviera en San Fermín. Como no saben por dónde atacarle, le han acusado de arboricida (que sería como un genocida de lo vegetal) y ahora parece que tiene la culpa de que en Sevilla hace calor en verano. Por ello, los de Participa están dispuestos a aliviarlo con diversas medidas. Entre ellas, Susana Serrano aboga por el baño en las fuentes públicas.
LA gestión de la Zona Franca de Cádiz fue polémica a principios del siglo XXI. Surgieron casos que llegaron a los juzgados, con condenas y con un desprestigio evidente. Después se intentó remontar el vuelo. Incluso cuando coincidieron una alcaldesa del PP y un delegado del PSOE, a pesar de algunas divergencias, pareció que recuperaban un tono institucional. La corrupción y los abusos en la Zona Franca se entendían como cosa del pasado. Por ello, hay que recordar a la nueva delegada, Victoria Rodríguez Machuca, algo que es elemental, de parvulitos de zonas francas: ahí están para hacer negocios, no para hacer política. Ahí están para obtener resultados, no para entretener a la gente.