LA ciudad de Cádiz es como es. No tiene terrenos para agricultura, y limita su industria a la ya existente, con el Puerto (que va a ampliar su terminal de…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
GRACIAS a que la Feria empezó y terminó en abril, el mes de mayo puede lucir este año su peculiar identidad. Mayo es el mes donde se cruzan los caminos del año. En mayo mueren los últimos fríos del invierno y aparecen los primeros calores tórridos del verano. Mayo es…
ADVERTI el pasado domingo que el lunes sería el día del teatro. Engañó a la ciudadanía, fingiendo una tragedia. El equívoco siguió hasta el último minuto, con la visita al Rey y la puesta en escena de la Moncloa. ¿Para qué? Para convertir la tragedia en farsa. La ciudadanía se…
ADEMÁS del alumbrado navideño, el comercio gaditano tiene otros problemas. En Cádiz puede haber unos mil locales vacíos, según algunas estimaciones del sector inmobiliario. Esos mil locales suponen mucho dinero que no ingresan sus propietarios. Pero también son mil posibles negocios de los que no dispone la ciudad, ya que que se podrían utilizar para comercios u oficinas de empresas. Si trabajaran en ellos una media de sólo tres empleados, serían 3.000 parados menos en Cádiz. Con datos como éste, se confirma que la prioridad de Cádiz no son las ayudas sociales, sino el empleo. Cuantas más personas trabajen, menos necesidades sociales tendremos. Un pobre lo es cuando no cuenta con ingresos para vivir dignamente.
UN final feliz después de un comienzo decepcionante. El marcador es engañoso, pero la victoria del Cádiz resultó merecida y se conquistó jugando una segunda parte en la que el equipo de Álvaro Cervera tuvo momentos brillantes. También es cierto que no se sabe lo que hubiera pasado sin mediar la justa expulsión de Rafa Páez en el minuto 48, que dejó al Alcorcón en inferioridad durante casi todo el segundo tiempo. Aunque en esa jugada Ortuño arrancó solo y, probablemente, hubiera empatado ahí el partido. Lo más importante es que se vio que otro Cádiz es posible. Sin dar pelotazos a las nubes se puede ganar.
TODOS los problemas de Cádiz se resumen en uno: la van a dejar cada vez más pueblerina. Se nota en todo. Piensen en algo y comparen con otras ciudades. No sólo capitales más grandes, donde las diferencias son abrumadoras, sino incluso en municipios de nuestros alrededores. Con el alumbrado de Navidad no hay que bajar la guardia. El proyecto municipal es intolerable y la oposición no puede permitir que las principales calles comerciales de Cádiz se queden a oscuras en las fiestas navideñas. No es por una bombilla de más o de menos, ni por ahorrar, sino porque tienen las ideas confusas.
HA llamado la atención el traslado de sevillanos a Madrid que está haciendo Zoido, pero esto no es nuevo. Tener sevillanos en Madrid siempre ha sido una gran aspiración local. En apariencia un poco catetorra, pues a esos sevillanos de la Corte se les suponen ciertas dotes para influir a favor. Algo así como un lobby del paisanaje. Esto ya funcionaba en el franquismo, donde no voy a incidir. Pero alcanzó unos momentos insuperables en la democracia, a partir de 1982, cuando estaban Felipe González como presidente del Gobierno y Alfonso Guerra como vicepresidente. Dos sevillanos al mando de la nación.
A Felipe González nadie le puede negar que es el político más genial que queda en España. Puede que el único. Como él mismo dijo en el Foro Joly del pasado jueves en Sevilla, le atacan porque es el último superviviente de los que hicieron el pacto que permitió la Transición y la democracia en España. Bueno, pues Felipe remató su actuación, tras una tanda de muletazos adornados, con una estocada hasta la bola, en la que le puso el epitafio político lapidario a Pedro Sánchez: “Lo hizo lo mejor que sabía, aunque no sabía”. Muchos de ustedes verán que esto mismo se le puede aplicar a nuestro alcalde Kichi, aunque él todavía no está en el momento Epitafio (otros sueñan con que ya le falta poco). Y es que nuestro alcalde “hace lo mejor que sabe, aunque no sabe”. Y se le nota.