CUANDO falleció Francisco, algunos destacaron que había sido un Papa “que hablaba en español”. Por ningunear su legado y los cambios que alentó en la Iglesia, con un talante que…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
TODAVÍA no se le ha perdonado a Sevilla que la primera línea del AVE de España fuera la que enlazó la estación madrileña de Atocha con la de Santa Justa. En Barcelona, cuando se habla de los fallos ferroviarios en Cataluña (donde también abundan), se recuerda que ahora la primera…
LOS primeros momentos de un papa dan pistas sobre su pontificado. En el arranque de León XIV lo más importante es su nombre. Quienes lo ven sólo como un continuador de Francisco, quizás esperaban que se hubiera presentado como Francisco II. Sin embargo, al optar por León XIV, ha puesto…
LOS perros y las perras originan una apasionada división en Cádiz entre quienes los aman y quienes los odian. Soy consciente de que escribir sobre perros es lo más peligroso del articulismo local, pues te pueden morder por aquí y por allí. Es más peligroso escribir de los perros que de los políticos. En la política, los gaditanos se dividen entre los que votan al PP y los que votan a la izquierda gaditana (incluyendo a los de AIG y los del PSOE); pero la cuestión canina es transversal. ¿Hay perros de izquierdas y de derechas? ¿Hay perros obreros y perros señoritos? ¿Hay perros flautas y perros pijos? Hay de todo en la Viña del Señor, y en Santa María y los demás barrios. Porque Cádiz está bien poblada de perros.
EN ninguna ciudad de España se le presta tanta atención a los bares como en Sevilla. Para bien y para mal. Existe una relación de amor y odio con el sector de la hostelería. A veces los presentan como si fueran ángeles. Y a veces como si fueran demonios. Probablemente, sería más justo si no lo viéramos así. Ni blanco, ni negro. En Sevilla los bares son muy importantes. No sólo para el empleo y los negocios. No sólo para el turismo. También forman parte de la cultura y las costumbres sevillanas. Y, además, hay algunos con siglos de historia, como El Rinconcillo y Casa Morales, que en sí mismos forman parte del patrimonio histórico y artístico de la ciudad.
PUBLICAR unas memorias en Cádiz tiene mucho mérito. Es una ciudad con tendencia a olvidarse de las cosas que suceden de un año a otro. Quizás influye el Carnaval, que ha acostumbrado a cambiar los repertorios y los tipos todos los años. Y así muchos piensan que lo pasado ya pasó, y apenas queda un recuerdo difuso. Sin embargo, somos también el tiempo que vivimos. Pues, si no lo hubiéramos vivido, ya estaríamos muertos desde hace tiempo. Cumplir los 90 años no es fácil. Está por encima de la media de edad en Cádiz, Andalucía, España y la Humanidad. Y tener buena memoria a esa edad y publicarlas en un libro es una bendición de Dios, y es lo que nos ha regalado José Ramón Pérez Díaz-Alersi.
LAS exposiciones forman parte del paisaje artístico de la Cuaresma sevillana. Siguen la estela que marcaron las cajas de ahorro en los tiempos de la Caja San Fernando y El Monte. Aún se recuerdan aquellas exposiciones en las que Luis Becerra llevó al edificio de la plaza de San Francisco algunos de los tesoros artísticos que perdió la Semana Santa sevillana en el pasado. Esa línea ha sido continuada por la Fundación Cajasol. También es encomiable la aportación del Círculo Mercantil, con sus exposiciones de Círculo de Pasión, que va renovando. Y asimismo colabora Caixabank, que expone una colección de fotografías de José Luis Montero, ganador del premio Jesús Martín Cartaya, en el patio de su oficina de la calle Sierpes. A veces se habla de un Museo de la Semana Santa, que no existe, pero sí que tenemos exposiciones.
VIVIMOS en un tiempo demasiado condicionado por el populismo de extrema izquierda y de extrema derecha. En el siglo XX, los movimientos de extrema izquierda llevaron al comunismo, y a la toma del poder mediante revoluciones. En el siglo XX, los movimientos de extrema derecha llevaron al fascismo y el nazismo, y a la toma del poder mediante sublevaciones. La extrema izquierda y la extrema derecha nunca han sido democráticas, sino que aspiran a conquistar el poder para imponer sus totalitarismos a la sociedad. Y, en ocasiones, lo intentaron por las malas, mediante golpes de estado. A veces disfrazados de revoluciones o alzamientos.