LA provincia de Cádiz es una potencia gastronómica. Esto lo dijo Ferrán Adriá, cuando vino para el Innovazul de la Zona Franca. Y lo ha certificado la Guía Michelín. En…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
HA sido estupendo que los Reyes de España entregaran ayer una de las Medallas de las Bellas Artes al Gremio de Arte Sacro. La recibió su presidente, Francisco Carrera Paquili.Y, además del reconocimiento que supone para el Arte Sacro, lo es también para el esfuerzo de Paquili, que es un…
VOLVEMOS a nuestra Antología del Relato, según don Pedro, que ha sido paseado bajo palio en su congreso. Otro relato que gusta mucho, y que se difunde a tontas y a locas, es que el PP hace el ridículo en Europa, mientras que el PSOE está a la altura de…
LA exposición de los hermanos Manuel y Antonio Machado está siendo muy celebrada. Y con razón. Ha permitido que se ponga en el firmamento cultural sevillano la Fábrica de Artillería. Y, sobre todo, esta exposición, cuyo comisario es Alfonso Guerra y cuya coordinadora es Eva Díaz Pérez, ambos académicos de Buenas Letras, ha servido para que se vuelva a hablar de los Machado, y también de la división fratricida de las dos Españas. La exposición es buena y buenista, e intenta destacar el cariño fraterno que mantuvieron. No obstante, guste o no, son un símbolo de lo que ocurrió. Muchas familias quedaron rotas por las venganzas y el odio de ese conflicto de horror y muerte que fue la guerra civil.
COMO es domingo, día de precepto, voy a comenzar con una cita evangélica de Juan, 8: 7-11: “Y como ellos lo acosaban a preguntas, Jesús se incorporó y les dijo: “Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”. E inclinándose de nuevo, siguió escribiendo en el suelo”. Esta frase lapidaria me vino a la cabeza tras el debate sobre la corrupción política en el que se enzarzaron Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Todos los partidos que han gobernado (especialmente el PSOE y el PP, que han permanecido más tiempo) han tenido casos de corrupción en sus filas. No se puede achacar culpas ajenas del pasado a los políticos del presente, pero ningún partido puede alardear de inmaculado.
LA Navidad en Cádiz ha sido de una tristeza consuetudinaria en los últimos años. Una tristeza apabullante, penosa, rayana en la ruina, más que en la sencillez, hasta el límite de lo que abruma, si nos ponemos a comparar con el entorno. Conste que esto procede del siglo pasado, no ha sido sólo con Kichi. La izquierda gaditana adelantada le tiene una prevención exagerada en Cádiz a la Navidad. No lo entiendo. En Venezuela, país que tanto les suliveya, ya es Navidad, porque así lo decidió Maduro. En las dictaduras, el dictador decide todo, así sea el resultado de las elecciones como el día que empieza la Navidad. En este país llamado España los que más se interesan por las luces navideñas son los de Vigo, donde gobierna desde tiempo inmemorial el socialista Abel Caballero.
ES como el catecismo de los agravios que sufre Sevilla. La lista de las 14 obras que presentó la consejera de Fomento, Rocío Díaz, al ministro de Transportes, Óscar Puente, se presta al cachondeo, aunque no sea para tomársela a broma. Son obras públicas de las que se viene hablando desde el siglo pasado en algunos casos. En otros, se ha invertido dinero público que no ha servido para nada, ya que las obras fueron paradas o abandonadas. La Junta de Andalucía, en la etapa anterior, invirtió 277 millones en la conexión de Marchena a Antequera para el AVE entre Sevilla y Málaga. Ese proyecto fue abandonado sin conclusión. Si eso no es malversación de dinero público, se parece bastante.
PARECE increíble que el Ayuntamiento de Cádiz vaya a destinar 12 millones de euros a una obra pública en la ciudad. Parece increíble que vayan a construir una avenida junto a los terrenos no ociosos de los Astilleros, para una entrada de la ciudad que conecte desde la barriada de la Paz y el nuevo puente hasta el centro histórico y la zona del nudo intermodal de transporte. Allí se ubican el Puerto, la estación de trenes y la de autobuses. Obra pública que en cualquier ciudad se hubiera terminado antes del siglo XXI, y que aquí parece milagrosa.