EN la polémica por los cambios de nombres de las calles, la opinión de los vecinos es importante. Son los afectados. Pues si te cambian el nombre de la calle,…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
AL ministro de Transportes, Óscar Puente, lo tienen ya en el punto de mira la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Es un ministro peculiar, con una parte buena y otra mala. La buena es que suele decir lo que piensa y miente menos que otros compañeros de…
ETA fue fundada en 1959, cometió crímenes durante el franquismo, los siguió perpetrando en la democracia, anunció el cese de su actividad armada en 2011, pero no se disolvió oficialmente hasta 2018. ETA duró casi 60 años; es decir, 20 años más que el franquismo, y de ellos más de…
LA fecha de caducidad del alcalde de Sevilla, Juan Espadas, como los demás de España, se prolonga hasta mayo de 2023. No hay prisas por consumirlo antes. Es curioso lo de Espadas. Por un lado, consideramos un sinsentido que abandone el cargo para el que fue elegido por la mayoría simple de los sevillanos, con el apoyo posterior de la izquierda irreductible, y algún cablecito de Ciudadanos, por la vía de Álvaro Pimentel. Y, por otro lado, están los impacientes, que quieren la retirada de Espadas ya, que renuncie ya a la Alcaldía y que nombre ya un alcalde que además sea ya el candidato para las elecciones de 2023. Lo preferible para el PSOE sería que Espadas siguiera. Tendría un altavoz mejor como alcalde que como senador por la cara. Y si le falta tiempo, que se busque un buen teniente de hermano mayor, pero sin soltar la vara.
AL menos los cambios de calles en el nomenclátor de Cádiz han servido para algo positivo: para que el PSOE se quite la careta del Carnaval. El PSOE Local es la muleta de Kichi y le han corregido y aumentado el mamarracho, cuando se lo podían tumbar, o al menos reconducir. A partir de ahora, su credibilidad como oposición a Kichi es ninguna, si es que tenían alguna. Llevan desde 1995, cuando perdieron la Alcaldía, dando palos de ciego. Los cambios de nombres que ha propuesto el Ayuntamiento del megáfono, tal como se han presentado, incluyen varios casos absurdos. Por cierto, les ha faltado devolver su calle a Carlos Marx, nombre que pusieron a la de Feduchy en 1932, durante la Segunda República. Esa calle se llamó Comedias, antes de Feduchy y Marx.
VIVIMOS en un país sin tradición democrática. Hasta que murió Franco, aquí la democracia se consideraba como un milagro. Las dos repúblicas duraron un suspiro de la historia cada una y la monarquía estaba sometida a vaivenes autoritarios. A partir de la Ley de Amnistía, las primeras elecciones democráticas y la Constitución de 1978 (ratificada en un referéndum), parecía que se abría un periodo de consenso para superar el cainismo de las dos Españas. Con el tiempo, en vez de profundizar en la concordia, en vez de buscar la prosperidad de los ciudadanos, se ha vuelto a las andadas: polarización y extremismo. Al llegar estas fechas, se monta el paripé de los presupuestos: los de España, los de Andalucía y los municipales. Y los sindicatos y los empresarios no alcanzan acuerdos para las reformas.
DE vez en cuando aparece una bola de fuego en el Golfo de Cádiz, como la del pasado martes, a 238.000 km/hora. ¿Bola? ¿Fuego? De vez en cuando aparece alguien que profetiza el fin del mundo. Si lo miráis en Wikipedia, que incluye un amplio anexo, veréis que es raro el año en que alguien no augura el fin del mundo. Un rabino judío, llamado Matityahu Glazerson, lo ha previsto para el 21 de diciembre de 2021, según unos supuestos códigos secretos que ha descifrado en el Antiguo Testamento. Sería una gran faena, por no decir una putada, pues no daría tiempo de sortear la Lotería de Navidad, ni celebrar la Nochebuena, ni mucho menos organizar el Carnaval de Cádiz en mayo y junio. A ese pronóstico (y a otros que lo predicen para 2022, 2025 y 2026) se ha sumado el escritor y ufólogo JJ Benítez, que lo ha profetizado para 2027.
EL pasado domingo salió en su paso la Virgen del Amparo, que tradicionalmente ponía el broche de oro al ciclo de procesiones de gloria en Sevilla. Aunque no es lo mismo, cuando cerraban las puertas de la Magdalena recordaba al Sábado Santo en San Lorenzo, cuando entra la Soledad. Al retornar a su templo la Virgen del Amparo, se veía más cerca el resto del calendario: las fiestas de la Inmaculada y la Navidad, que cerrarían otro año. Y el quinario del Señor del Gran Poder, que abriría el siguiente. El ciclo de glorias empezaba con la Alegría de San Bartolomé y se cerraba con esa alegría en la Magdalena. En los últimos años han inventado más procesiones. Y en 2021, además, saldrán dos extraordinarias: la del centenario de la Candelaria el 5 de diciembre. y la Virgen de los Reyes el 7 de diciembre por el fin de una pandemia que aún no está finiquitada. Ahí quería llegar…