SE nota que en Cádiz quedan ya menos lectores de José María Pemán. Este escritor gaditano calificó a la ciudad como “señorita del mar y novia del aire”. Debería estar…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LA gente que no viaja no sabe lo que se pierde. Depende a donde se viaje, por supuesto. A los que nos gusta viajar en tren es innecesario que nos cuenten lo mal que está el servicio. Es que el servicio está cada vez peor. Los que tienen que servir…
LAS tempestades han afectado a las carreteras andaluzas, incluso se cortó al tráfico la autopista AP-4 entre Sevilla y Cádiz. Ha llovido mucho, pero influye que están peor que en los tiempos de Aznar y Chaves. Y no me refiero sólo a las vías secundarias (algunas de las cuales son…
HAY que ver la que están formando con el orden de los apellidos. Dicen que es una conquista de la igualdad, lo mismo te da. A partir del 30 de junio, se suprimirá la prevalencia del apellido paterno sobre el materno, de modo que el orden será por consenso mutuo. Le pueden poner antes a la criatura el apellido del padre o el de la madre. Y si no hay acuerdo, ¿quién lo decide? Al parecer, el funcionario o la funcionaria de turno, atendiendo al “interés general” del bebé. También lo podría sortear a cara o cruz, o decir que a él o a ella que lo registren. Y, además, que esto no es nuevo del todo. Desde el año 2000, previa petición, se puede alterar el orden. Y nadie se había quejado, ni han creado plataformas.
UNA de las grandes asignaturas pendientes gaditanas es el Cádiz con Encanto. Por supuesto, referido a los hoteles. Así como en otras ciudades ha proliferado la apertura de hoteles con encanto, que han revitalizado y multiplicado el turismo, en Cádiz han tropezado con demasiadas dificultades. Ciertamente hay excepciones, empezando por el proyecto local que emprendió Josefa Díaz en el hotel temático de Las Cortes de Cádiz, que se ha mantenido después del Bicentenario. Y que a ella la ha llevado incluso a ser la presidenta del SKAL Club, una importante asociación filantrópìca. Pero, en Cádiz, había (y hay) varios edificios catalogados que sirven para hoteles, y que se están perdiendo, como tantas cosas.
YA va la Hermandad de Cádiz, como las demás de la provincia, en peregrinación al Rocío. Seguro que allí les van a preguntar un montón de veces: ¿qué os ha pasado con la Magna Mariana? En estos asuntos (como en otros), no entienden a Cádiz más allá de Cortadura. Ciudad difícil. Ya pasó con el caso del Perdón. Después se ha montado esta polémica de andar por casa, a cuenta de la ordenanza que impide a los mulos y mulas participar en la procesión Magna Mariana con la carreta del Simpecado. Tanto el Gobierno local, con el alcalde González a la cabeza, como la oposición, como el Consejo, como la hermandad, como todo el mundo en general, y como yo mismo, estamos dando unos argumentos peregrinos. Así que voy a intentar aclarar algunas cuestiones básicas:
HAY que felicitar al alcalde de Cádiz, José María González Santos, el de Podemos, por votar a favor de que le concedieran la Medalla de Oro de la ciudad a la Virgen del Rosario. Igual que el PSOE, Ciudadanos y el PP. Todos los partidos, de todas las ideologías, menos los de Ganar Cádiz, que no entienden la Constitución y son irrecuperables para la causa, aunque cuentan con dos monjas, según he leído en un comunicado. Pero al alcalde González la verdad es que nadie se lo ha agradecido, sólo Pascual Saturio en Santo Domingo. Así que para que vea que le reconozco el mérito a Kichi. Pues si hubiera votado en contra, le hubieran llovido los palos. Y como ha votado a favor, también.
NO es una novedad, pero está de moda. Vivimos en el tiempo de los emojis y sobran las palabras. En los tiempos arcaicos de la vieja política también había comunicación no verbal, pero era más áspera. Por ejemplo, en un pleno municipal, si algún concejal esbozaba un corte de mangas se le entendía perfectamente. O si alguien ponía el dedo índice hacia arriba. Y, si mostraba dos dedos, cabía interpretar a distancia si era el signo de la victoria o unos cuernos como los de los bueyes del Rocío. Fíjense que Messi, Cristiano y todos los futbolistas de ciertas pretensiones se tapan la boca cuando hablan entre ellos, como si trataran secretos de Estado o la declaración del IRPF. En cambio, cuando reclaman al árbitro y sus auxiliares se les entiende todo.