EL Gobierno de la nación, del que forman parte el PSOE y Sumar (mientras no se demuestre lo contrario) ha aprobado una inversión de 14 millones de euros para ampliar…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LA inteligencia artificial en la piedad popular podría ser un argumento para organizar en Sevilla otro congreso de hermandades y una procesión extraordinaria a la altura de las circunstancias. La Iglesia católica está preocupada y atenta con este asunto. El papa León XIV se ha referido en varias ocasiones y…
LA Constitución ya ha cumplido 47 años. La Constitución, hasta fechas recientes, era joven, no sólo lo parecía, pero ya ha llegado a una edad en la que debe cuidarse para prevenir antes que curar. Es decir, una edad en la que es adulta y madura, en la que aporta…

ASÍ que cuando estaban en lo mejor para ellos (para los independentistas, se entiende) llegó el gatillazo. Fue una gran decepción, que los revolucionarios desenfrenados de la CUP no le perdonarán. Cuando estaban a punto de alcanzar el éxtasis tan esperado, él se vino abajo, y dijo que no podía. Así que lo proclamaba, pero reconoció que lo suspendía, y que había llegado el momento de dialogar. A ver si la próxima vez le sale mejor. Uno de los expertos que mejor conoce este asunto, Josep Borrell, lo resumió en una frase profética tuitera: “Evitarán la tragedia, pero continuarán la comedia”.
A lo largo y ancho del verano, no se ha hablado de otra cosa en el Ayuntamiento que de la municipalización de los servicios de playa. Hemos entrado en el otoño caliente (con tiempo de verano, a 30 grados) y la playa de la Reina Victoria está más sucia y con servicios mínimos. Ya he escrito en otras ocasiones que lo importante de los servicios no es que sean municipales o privados, sino que funcionen con eficiencia y con un coste razonable. Pero en Cádiz se les ha ido toda la fuerza por la boca. Se habla de los chiringuitos de invierno, de prolongar la temporada, y de no sé qué más. Pero la realidad es que los servicios de playa han sido prácticamente desmantelados.
SOBRE la calle Mateos Gago se han escrito ríos de tinta impresa. El barrio de Santa Cruz quedaría ennegrecido si se diluyera todo lo que se ha escrito sobre esta calle tan céntrica. Es poco original. Sin embargo, seguimos escribiendo sobre la calle Mateos Gago, porque el Ayuntamiento quiere arreglarla, y de vez en cuando ofrecen ruedas de prensa, como la de los concejales Antonio Muñoz y Juan Carlos Cabrera, para que se siga escribiendo y hablando de la calle Mateos Gago, que dentro de un año y medio será “semipeatonal”, y tendrá el tráfico muy restringido, y habrá menos veladores, y una plataforma, con las bendiciones de la Comisión del Patrimonio, que ya tiene el informe para estudiarlo.
SABEMOS que no es lo mismo una manifestación con un millón de participantes en Barcelona que con varias decenas en Cádiz. En las grandes ciudades, el éxito se mide por el millón de participantes. En ese sentido, la convocatoria de ayer en Barcelona fue un éxito para la Cataluña constitucional y democrática que quiere seguir siendo española. Está científicamente demostrado que en todas las manifestaciones con “un millón” de participantes no hay ni la mitad. Pero si la Guardia Urbana de Barcelona, a las órdenes de Ada Colau, dice que había 350.000 significa que había más o menos lo mismo que en las grandes concentraciones independentistas. Fue un éxito. Y estuvo muy bien que dieran la cara Mario Vargas Llosa o Josep Borrell, a los que no es tan sencillo acusarlos de fachas. No obstante, hay que recordar que las grandes manifestaciones de la democracia son las elecciones.
EN estos días de traslados (me refiero a los de empresas, no a los de pasos), con la fuga de entidades de Cataluña, resulta lamentable que ninguna haya anunciado que se viene a Sevilla. Irse desde Barcelona a Madrid es jugarse los clientes catalanes para el día de mañana, aunque no sean independientes. Vemos contradicciones y rarezas. Lo del Banco de Sabadell de mudarse a Alicante es raro, desde el punto de vista geográfico, a no ser que se cambie el nombre. Y lo de Caixabank en Valencia, cuando las apuestas daban favorita a Palma de Mallorca, hace suponer que no se quieren ir lejos de Cataluña.