LA globalización nos puede llevar a adoptar los usos y las costumbres de otros países. Es lo que está ocurriendo con las fiestas de Todos los Santos y los Fieles…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LAS lluvias torrenciales y los vientos provocaron ayer inundaciones y destrozos en Andalucía, sobre todo en las provincias de Sevilla y Huelva. Coincidía la fecha con el aniversario de la dana que causó 229 muertos en Valencia, lo que acentuaba el impacto psicológico. En Sevilla se sabe que las grandes…
A los pocos días de la catástrofe, escribí que Carlos Mazón debía dimitir como presidente de la Generalitat valenciana. Es lo que pensaban (y siguen pensando) la mayoría de los ciudadanos. Ha sido un error mayúsculo que permaneciera en el cargo, con la excusa de que sería el piloto de…

HOY vuelve a jugar el Cádiz un partido en Primera División. En el estadio Carranza, sin público, por el coronavirus. Con una plantilla que no es la definitiva, ni parece a la altura de las circunstancias. En este verano hubo elogios a los artífices del ascenso. A los jugadores que marcan y evitan los goles, al entrenador Álvaro Cervera que decide las alineaciones y las estrategias, a los aficionados que animaron y se resignaron a las puertas cerradas del coronavirus… ¿Y al presidente? No se olviden ustedes del presidente. ¿Y a los directivos? No se olviden ustedes de los directivos. Alguno bueno harían. Se recuerda, porque algunos han sido demasiado rácanos para reconocer los méritos a Manuel Vizcaíno Fernández.
ERA un viernes 13 de septiembre, cuando el verano ya iba de recogida por los cielos del Aljarafe y los atardeceres cárdenos se anticipaban. En su taller de Gines, a los pies de una imagen de San José, quedaron las últimas virutas, desprendidas de la madera sagrada unos días antes. Eran también como espinas de su última corona, o reliquias póstumas del leño de su cruz. En aquella soledad, veías que las gubias nunca más serían tocadas por sus manos, y que algunas imágenes se quedaron como en medio del camino, desamparadas tras la definitiva ausencia de su creador. En el taller percibías unos silencios imposibles de olvidar.
EN Cádiz, además de la batalla de coplas, tenemos la batalla de nombres. Pero no debemos confundir los nombres oficiales, que ponen los ayuntamientos u otras instituciones, con los nombres propios populares, adaptados por el pueblo. Por eso, cambiar el nombre al estadio, al teatro de verano, a una avenida, a una plaza, o a una calle tiene consecuencias burocráticas, pero después la gente no lo va a llamar como se le ocurra a Kichi o a Martín Vila, sino por el que será su nombre propio y auténtico. A la avenida de la Sanidad Pública nadie la llamará así, ni tampoco de Juan Carlos I, sino la avenida del Soterramiento, que es como se la conoce.
CON la nueva anormalidad, el centro de Sevilla ya no es lo que era. Se ha quedado sin la población flotante y sin los pisos para turistas. Aparte de que crece un ambiente demasiado alternativo y okupacional por la zona de la Alameda. En el centro ahora se respira mejor, porque hay menos gente, aunque otros dicen que el ambiente está irrespirable. Y se habla de peatonalizar. Lo mismo de siempre. Juan Espadas apuesta por el Plan Respira y por un eje peatonal, que incluiría desde la Gavidia hasta la Encarnación, y que permitiría una plaza del Duque sin tráfico, con lo que supone, ya que allí en realidad lo que hay son paradas de taxis y autobuses (o sea, transportes públicos). A Juan Espadas se le ocurre lo mismo que a todos los alcaldes anteriores, con algunas variantes, eso sí. Como llevar el tranvía del Metro Centro hasta Santa Justa y después hasta la Encarnación.
LOS niños vuelven al colegio como si fueran al martirio en el circo romano, a ver qué pasa con las fieras. El gran problema de fondo es que acuden a una cita a ciegas, como todo lo que rodea la gestión del coronavirus en España. Es obvio que los niños no se podían quedar en sus casas o en las playas de Cádiz hasta que empiecen a tratar a la gente con la vacuna de Oxford, ojú. Los consejeros autonómicos, como Javier Imbroda en Andalucía, miraban a la ministra, Isabel Celáa, que estaba desaparecida, venida a menos desde que Pedro Sánchez la retiró como portavoz del Gobierno para poner a María Jesús Montero. La ministra Celáa se lavó las manos, la medida higiénica que mejor practican.