NO hace falta citar los siglos XVIII y XIX para recordar la importancia que tuvo el teatro en Cádiz. Eran otros siglos y otras costumbres. Pero recordemos que en la…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
ALGUNOS miembros de la cultura progresista no lo han querido decir en público. Pero, en privado, están insinuando que el Premio Cervantes, máximo galardón de las Letras hispanas, considerado el Nobel literario español, se ha convertido en un premio patriarcal. No lo critican en público, porque el premio (aunque en…
A los pocos días de la catástrofe, escribí que Carlos Mazón debía dimitir como presidente de la Generalitat valenciana. Es lo que pensaban (y siguen pensando) la mayoría de los ciudadanos. Ha sido un error mayúsculo que permaneciera en el cargo, con la excusa de que sería el piloto de…

LOS Reyes han iniciado una gira por las comunidades autónomas, para conocer de cerca la realidad española tras la pandemia. Como se sabe, a Sevilla vienen el lunes, festividad de San Pedro y San Pablo, día de la onomástica del presidente y el vicepresidente del Gobierno y del líder de la oposición. La agenda de los Reyes en Sevilla ha suscitado controversias. Por supuesto, en privado. No se sabe si estas agendas las hacen los amigos de la Casa Real o los amigos de la República. Ni todos opinamos que lo más oportuno para visitar en Sevilla sea la Catedral, el Alcázar y el Polígono Sur. Esto último se podría entender como un señuelo para incluirlo en el circuito turístico. Vean ustedes: es un barrio que ha aparecido en algunas películas neorrealistas.
VAMOS a recuperar el debate intelectual sobre la gordofobia, que todavía sigue coleando. A juicio de algunos médicos con los que he hablado, las palabras del alcalde de Cádiz, José María González Santos, pueden inducir a errores. Personas que no tengan un recto criterio, o se dejen guiar en modo rebaño por el gurú del anticapitalismo gadita, podrían llegar a una conclusión ilusa y arriesgada. Podrían creer que la gordura es buena. Así como Adolfo Domínguez dijo que la arruga es bella, para justificar ciertas prendas que no necesitan un buen planchado, nuestro Kichi ha criticado la gordofobia, en una actitud que requiere más precisiones. Se podría parafrasear, siguiendo a Concepción Arenal, “odia la gordura y compadece al gordo”. Así no incurrimos en la gordofobia, pero tampoco se hace apología.
ES oportuno el evento que organizaron para relanzar el turismo en Sevilla. Estuvo presidido por el alcalde, Juan Espadas, ya que lo promueve el Ayuntamiento, y se han integrado representantes de instituciones y profesionales. Más discutible es que el lugar elegido sea precisamente el mirador de las Setas de la Encarnación. Según parece, para revalorizarlas como icono. Sería feo pensar que no ha existido un icono tan garboso en los siglos anteriores a su inauguración,. También podrían haber ido a los alrededores de la Catedral, o a un patio del Alcázar. O al monumento preferido de los turistas orientales, que es la plaza de España. Con esa ubicación cosmopolita también dan pistas a los artistas de por dónde va la reactivación. No hace falta ser cenizos, pero lo peor está por llegar.
POR un lado nuestro alcalde Kichi, entre banderas diversas, organiza un Juanillo pandémico en el castillo de San Sebastián (a puerta cerrada, como es lógico en ese castillo), y con fuegos artificiales a control remoto. Algo más allá, en la desaforada playa de Santa María del Mar, mil jóvenes organizan un botellón con reminiscencias evocadoras de barbacoas ecologistas, para festejar la Noche de San Juan. De ese modo, se está abriendo una brecha generacional, que puede desembocar en la niñatofobia. O sea, en la fobia a los niñatos, a los que no les sale de la zona noble cumplir las normas, y no usan las mascarillas, y montan los botellones, y habían llorado cuando enfermaron sus abuelos. Quizá ya no tienen abuelos. O quizá es que pasan de todo, sean ninis o no.
A día de hoy, los únicos que siguen confinados son los Cristos, las Vírgenes y los santos, a los que no permiten salir de las iglesias. Las imágenes sagradas van a tardar más en salir a las calles que los jóvenes en irse de marcha a las discotecas. Con lo cual también se aprecia que algunos están contentos con el confinamiento de las imágenes sagradas dentro de los templos, donde ya se han celebrado varias procesiones claustrales eucarísticas, con el Santísimo, guardando las debidas distancias. Además de un Corpus interior y atípico, libre de capillitas. Así que el tabú está en las calles, sólo en las calles. Por varios motivos que merecen un análisis más sosegado, sin conformismo de rebaño, y con vistas al futuro.