SER gaditano de nacimiento es lo peor que te puede pasar para tener un reconocimiento en Cádiz. Desde que fue restaurada la democracia, todavía ninguno de los que han ejercido…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SE suele recordar que la Feria de Sevilla fue ideada por un catalán, Narciso Bonaplata, y un vasco, José María Ybarra. Por supuesto, no eran un catalán y un vasco independentistas, ni la Feria ganadera de 1847, con sus 19 casetas en el Prado, era como la de 2024. Sin…
FALTAN siete días para las elecciones en el País Vasco. Los de EH Bildu sueñan con ganar. Sería su primera vez. ¿Pasearán en gabarra? El mejor padrino para botarla sería Pedro Sánchez, que tanto les ha ayudado, hasta el punto de que ya pocos se acuerdan de que son los…
La ‘turistificación’ no ha desvirtuado una mañana que sigue siendo muy sevillana l La línea sobria en los exornos de los pasos destaca junto al buen nivel artístico de los altares
LA procesión del Corpus todavía no ha entrado en la turistificación. El público que sale a las calles en esta mañana sigue siendo sevillano, mayoritariamente, a los que se suman cofrades del entorno cercano. Es curioso porque el centro de la ciudad se pone de gala para la ocasión: hay exornos efímeros, suntuosos altares y un gran esfuerzo. Pero, a diferencia de Toledo, parece que el Corpus no ha entrado todavía en los paquetes turísticos de Sevilla. No quiero dar malas ideas. Se debe añadir que nadie habla de ampliar la carrera del Corpus, ya que no se venden todas las sillas. Y en lugares como la Avenida, hay espacio amplio para colocar más filas, si preciso fuere.
RARO es el trimestre en que no se monta una polémica por las peleas y broncas en la Punta de San Felipe, de Cádiz. La Policía Local, que mantiene un dispositivo fijo y está hasta la gorra de este asunto, ha elaborado un informe en el que ha comparado la situación con otras capitales andaluzas. Según los datos existentes, como se ha publicado, en los últimos 15 años hubo más de 2.900 reyertas en la Punta, donde a partir de 2007 se creó el botellódromo. Significa que las broncas proceden de antes de los botellódromos (en 2004 murió Francisco Gamboa, apuñalado en la Punta); y que suprimirlo, como pretende la Policía Local, no garantiza que Cádiz sea un oasis de paz y seguridad.
EN la mañana del Corpus, Dios está aquí, en Sevilla. Sale a la calle en una custodia que labró Juan de Arfe, con cuatro cuerpos, para representar una lección de teología. En el primero está la Iglesia Militante con 36 escenas del Antiguo y el Nuevo Testamento, y con la Inmaculada presidiendo. En el segundo es situado el viril con el Santísimo. En el tercero aparece la Iglesia Triunfante, con el Cordero Místico en el centro. En el cuarto es representada la Santísima Trinidad; y como remate la Fe, que también corona la Giralda. En total, más de 113 kilos de plata, con los que se desarrolla una síntesis de la Iglesia y la religión católica, pero también de Sevilla y sus devociones. Y presidiendo esa grandeza barroca, que parece nacida de un delirio místico de tiempos pretéritos, va la sencillez: el verdadero Dios, presente en el Pan del Cielo.
LA cabeza política de Irene García permanece en su sitio, de lo cual me alegro. No están los tiempos para carnicerías políticas. La presidenta de la Diputación Provincial mantendrá su cargo, como los demás colegas andaluces. Y tiene mérito, porque algunos pedristas ya habían desenfundado los cuchillos antisusanismo y, de momento, los han guardado. Un pacto para las diputaciones es relativamente sencillo, pues se trata del arte de repartir con cierta generosidad. Ya nadie habla de suprimirlas. Si acaso explican el destino que darán a su sueldecito de diputado provincial, que puede ser suficiente para mantener a un alcalde y repartir a los pobres. Las diputaciones practican la justicia distributiva, por lo que son de interés general. En ese contexto, Irene se había ganado la continuidad en el campo de batalla.
UNA de las grandes incógnitas para el PSOE, después de las elecciones municipales, era la continuidad de Fernando Rodríguez Villalobos como presidente de la Diputación Provincial de Sevilla. No era una cuestión menor, sino que afectaba directamente a la línea de flotación en la estabilidad del PSOE-A. Enseñaron cuchillitos afilados y hubo amagos de cortar cabezas. Pero, al final, los pedristas los han envainado y los susanistas han respirado con alivio. Ha sido un pacto de conveniencia. Así los seis presidentes socialistas de las diputaciones andaluzas, todos ellos susanistas, continuarán en sus cargos. A cambio de colocar como diputados provinciales (siempre con buenos sueldos, no se olviden de ese detalle) a algunos cualificados pedristas.