LA Vuelta ciclista a España de 2026 volverá a la provincia de Cádiz y tendrá una etapa importante entre El Puerto de Santa María y Jerez. Importante porque puede ser…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
JUANMA Moreno Bonilla nació en Barcelona, hace 55 años, pero se le considera malagueño. No obstante, esa referencia del lugar donde vino al mundo le condiciona. El pasado fin de semana volvió a Cataluña para presentar su libro, Manual de convivencia, y para asistir a la misa que presidió el…
PUEDE considerarse como una gran noticia que tengamos noticias de Extremadura. La pobrecita Extremadura nunca aparecía en los informativos nacionales, excepto que ocurriera algún suceso grave, o que el hermanísimo del presidente del Gobierno se pase de listo. Sin embargo, ahora tiene importancia. El próximo domingo, día 21, han convocado…

ES habitual que se preste mucha atención a las imputaciones de políticos y que sus absoluciones sean minimizadas o ninguneadas. La imputación se maneja como una condena por anticipado. Pero cuando el político queda libre de responsabilidades parece que se acepta como un “¡Ah, bueno!”; o incluso dejan caer que ha sido listo y se ha escapado. En el caso de Juan Carlos Cabrera y su supuesta connivencia con la mafia del taxi, el desenlace final ha pasado sin pena ni gloria. Desde el principio, se daba por supuesto que así ocurriría. Incluso el PP fue muy prudente, con un comportamiento ejemplar de Beltrán Pérez. Por el contrario, desde cierta izquierda socialista y desde cierta ultraizquierda hubo intentos de apear a Cabrera, como si fuera un árbol chungo del Parque de María Luisa. Hasta hubo quien pidió que no lo incluyeran en la lista del PSOE por estar imputado. No llegaron a nada porque el alcalde Espadas dio la cara y lo zanjó de raíz.
CON Brexit duro o con Brexit blando, España debe rectificar su visión de Gibraltar. Hasta ahora tenemos el síndrome de Gibraltar. Consiste en que los españoles nos preocupamos por ellos como si fuéramos sus monos. De modo que ahora, con el Brexit que pretende endurecer Borís Johnson, si se lo permiten, la principal preocupación es conseguir que no haya problemas con Gibraltar. Es decir, incumplir las normas internacionales que fijará Europa para las fronteras con el Reino Unido, a fin de no molestar a los gibraltareños, que dan más de 13.000 empleos a vecinos de La Línea, según algunas versiones. Dicen que nada debería cambiar.
FUE un partido de locos. Y no por culpa del VAR, que determinó tres jugadas decisivas, sino por la nefasta interpretación del árbitro Iglesias Villanueva y los que le insistieron para que anulara el 0-2 del Cádiz. Un gol que nadie había protestado, marcado por Álex, en el que Choco Lozano no influyó para nada, ni le hizo falta al hijo de Zidane. Un gol que era el 0-2 y dejaba el partido prácticamente visto para sentencia, pues faltaba poco más de media hora y el Racing apenas creaba peligro. Al anular ese gol (cuando previamente lo había concedido y se revisó durante tres minutos, hasta dar una excusa absurda) se entró en otro partido. Los dos penaltis pitados también fueron analizados en el VAR y decidieron el resultado.
ALGUNOS pensaréis que es una pesadez otro artículo sobre el carril bici de Cádiz. ¿Tan importante es? Pues sí. En una ciudad tan chiquitita, con un espacio tan limitado, es la principal obra de transformación urbana realizada en el último quinquenio. No sé si por motivos políticos, sociales o ecológicos, el gobierno municipal de Kichi y Martín Vila (que ha sido la cara visible del carril), ha puesto un interés que no se nota en otros asuntos a priori más acuciantes. Es decir, se lo han tomado como una prioridad, incluso como una urgencia. Se lo recomiendan a la juventud estudiantil. Y han cometido errores por no tener el proyecto bien resuelto.
NUESTRO alcalde, Juan Espadas, es un gran defensor de los tranvías. Incluso lo quiere ampliar hasta Santa Justa, a pesar de que no haría falta si ejecutan las tres líneas del Metro. Y considerando que desde la estación de San Bernardo a la de Santa Justa se puede ir en tren de Cercanías, sin contar los autobuses. Un tranvía que pare en el Nervión Plaza también es redundante, porque cercana está una de las pocas estaciones de Metro actualmente existentes en la línea única. El recorrido de ese tranvía atravesaría una de las zonas mejor comunicadas (o menos mal comunicadas) de Sevilla. Mientras hay otras que dan pena.