LA Vuelta ciclista a España de 2026 volverá a la provincia de Cádiz y tendrá una etapa importante entre El Puerto de Santa María y Jerez. Importante porque puede ser…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
JUANMA Moreno Bonilla nació en Barcelona, hace 55 años, pero se le considera malagueño. No obstante, esa referencia del lugar donde vino al mundo le condiciona. El pasado fin de semana volvió a Cataluña para presentar su libro, Manual de convivencia, y para asistir a la misa que presidió el…
PUEDE considerarse como una gran noticia que tengamos noticias de Extremadura. La pobrecita Extremadura nunca aparecía en los informativos nacionales, excepto que ocurriera algún suceso grave, o que el hermanísimo del presidente del Gobierno se pase de listo. Sin embargo, ahora tiene importancia. El próximo domingo, día 21, han convocado…

NADA más aprobarse en el Pleno municipal de Cádiz que el Carnaval se celebre en febrero de 2022, el alcalde dijo que no lo va a cumplir. A partir de ese momento se está diciendo que en Cádiz hay una dictadura. No es cierto. También se está diciendo que el alcalde Kichi es un dictador. Tampoco es cierto. En Cádiz no hay una dictadura, porque no existe un poder totalitario. Ni Kichi es un dictador del proletariado, sino que hace lo que le permiten. En Cádiz lo que han montado es una pantomima; no es una dictadura, sino una dictablanda. Las dictaduras suelen ser férreas y basarse en la tiranía. Pero la dictablanda gaditana ni siquiera tiene la mayoría absoluta, sin capacidad para ganar votaciones a la oposición municipal. La dictablanda se acabaría en unas semanas o en unos días si el PP, el PSOE, Ciudadanos y el no adscrito Villero se ponen de acuerdo. Sean coherentes: si tenemos una dictablanda, con un alcalde incumplidor, es porque se lo consienten y porque hay cómplices.
AL llegar Halloween, la Fiesta de Todos los Santos y el día de los Fieles Difuntos, estamos abrumados por un sinfín de noticias terroríficas. Memento mori, no lo olviden. El mundo ya no es lo que era antes de la pandemia del Covid 19. Sin embargo, España parece Jauja. Aquí el Gobierno y la gente confían en un Estado omnipotente que no existe. Un Estado que resuelva todos los problemas de los ciudadanos, gracias a un Gobierno dividido, ahora entre los de Pedro y los de Yolanda. La realidad es diferente. Estamos ante el récord de inflación de los últimos 30 años, una crisis energética, una falta de mercancías, un mercado laboral ajeno a las necesidades, unas pensiones y subsidios insostenibles con el sistema actual. Tenemos hasta un volcán en la isla de La Palma. Pero en la calle no es obligatoria la mascarilla y dicen que el país va de maravilla.
LA cuestión fundamental para salvar el edificio gaditano conocido como Valcárcel es olvidarse de los politiqueos y dejar de utilizarlo como arma arrojadiza. Se debe decir que la culpa del abandono no es de la Junta de Andalucía. El jaleo empezó en el cambio de milenio, cuando pertenecía a la Diputación y era presidente Rafael Román, que propuso con sensatez la reconversión en un hotel de lujo. A partir de ahí empezó un tira y afloja con el Ayuntamiento de Cádiz, gobernado entonces por Teófila Martínez. El hotel de lujo, el primer cinco estrellas de la ciudad, iba a ser adaptado y gestionado por la empresa Zaragoza Urbana, propietaria del Hotel Playa Victoria, que lo inauguraría para los fastos del 2012; pero renunció debido a la crisis económica.
EL Señor del Gran Poder recibe culto esta semana en La Candelaria, la semana pasada estuvo en Los Pajaritos y la semana próxima lo podrán ver en la parroquia de Santa Teresa, en Amate. La Misión a los llamados Tres Barrios (que son más) ha merecido muchos elogios y ha puesto el foco en los sectores de mayor pobreza de Sevilla. Pero, junto a los elogios, también hay algunas críticas, más sugeridas que expresadas, como es propio de los envidiosos y los cobardes. Pero sobre todo de los que utilizan a los pobres, no para solucionar sus problemas, sino para perpetuarlos, ya que en realidad lo único que les interesa es buscar votos y subvenciones, con las que viven ellos mejor que los pobres. Este es el motivo por el que en Los Pajaritos o el Polígono Sur no se arregla lo esencial, y siguen apareciendo todos los años entre los barrios más pobres de España, a pesar de las inversiones públicas. Por eso, hay que ir a darles caridad, sin nada a cambio.
TODAVÍA no hemos celebrado los Tosantos pandémicos de este año cuando ya puede verse una parte del montaje de la iluminación navideña en Cádiz. ¿Va a resultar que el enemigo de los Tosantos gaditas no es el Halloween yanqui, sino la Navidad kichiana? No, no todavía. Lo desmiento: Kichi y los suyos no van a celebrar la Navidad antes que los Tosantos, ni están preparando unas fiestas típicas navideñas fuera de temporada. Tampoco es cierto que vayan a montar los Juanillos antes del domingo de Piñata estival. Cuando publiqué el artículo El calendario kichiano (ver Diario de Cádiz, 29 de septiembre de 2021), algunos pensaron que era una exageración. Pero al ver los adornos de Navidad en el mes de octubre, mientras hay gente bañándose en las playas (son los Jartibles del Verano) se ponían los vellitos de punta.