LA intención de crear un partido provincial en Cádiz para las elecciones autonómicas ha sido acogida con escepticismo. Es normal, porque ese partido está impulsado por el alcalde de La…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
CON motivo de la Misión de la Esperanza de Triana en el Polígono Sur, se ha recordado a los vecinos que salieron de sus barrios hacia los polígonos construidos durante los años del franquismo. Concretamente, que llegaron muchos trianeros, entre ellos los gitanos de las cavas, al Polígono Sur, con…
ESTE país, quizás el más progresista del mundo (con permiso de Venezuela), es la locomotora económica de Occidente. Tiene la mayor subida del PIB; batimos el récord de empleo y de parados a la vez, y es el único de la OTAN que no puede llegar al 5% en gastos…

LA relación de Sevilla con Dos Hermanas es pintoresca. Todavía hay sevillanos puros que la consideran como un pueblo, quizás grande, que está cerca de la capital. Sin embargo, durante el mandato como alcalde del socialista Francisco Toscano, que permaneció 39 años en el cargo, Dos Hermanas ha pasado de tener 50.000 habitantes a contar con 138.059 vecinos censados en 2021. Y ha crecido hasta el punto de que ya no hay fronteras entre los límites municipales de Sevilla y Dos Hermanas. Con lo cual, en la realidad real, suman más de 800.000 habitantes entre ambos municipios; mientras los alcaldes de Sevilla, con mentalidad egocéntrica, se esfuerzan por llegar a los 700.000 en la capital y por ofertar más suelo en el término propio, en vez de articular la realidad metropolitana.
DESDE que Kichi fue elegido alcalde por segunda vez, se habla de la posibilidad de presentar una candidatura independiente para las elecciones municipales en Cádiz. No me refiero a listas folklóricas, sino a una candidatura de personas con ideología moderada, desde el centro izquierda al centro derecha; en general, profesionales liberales, que se implicarían temporalmente en la política local con el objetivo de salvar a la ciudad del despropósito en que se encuentra. Se rumorearon nombres, que nunca se han confirmado. Y, aunque en determinados momentos pareció que había personas dispuestas, el tiempo corre. Faltan 14 meses para las elecciones municipales de 2023. Es difícil organizar un proyecto nuevo y fuerte.
Las restauraciones de imágenes cofradieras en Sevilla siempre suelen tener matices polémicos. A veces con razón. En otros tiempos cometieron verdaderas barbaridades. Y no me refiero sólo a la transformación o retoques de imágenes, sino a cuestiones técnicas, como la metalurgia implantada por cierto profesor, o tratamientos de limpieza agresivos en modo hombre blanco de Colón. Ahora se impone una teoría en boga según la cual los imagineros no deben restaurar (ni siquiera cuando están capacitados), porque tienen tendencia a que se las vaya la mano creativa; sino que lo deben hacer los restauradores puros, que no sean imagineros.
EL pacto de Castilla y León ha roto la última línea roja que quedaba: la entrada de Vox en un Gobierno autonómico. A pesar de que Vox es un partido que defiende una España centralista, y es contrario a las autonomías. Este pacto daría para un ensayo, más que para un artículo, y tiene repercusiones insospechadas. Es muy importante, no sólo para Castilla y León, donde se aplicará, sino también para Andalucía, para España y para la Humanidad. Desde un punto de vista estrictamente político, es la consumación de la estupidez que cometió Alfonso Fernández Mañueco, inducido por Pablo Casado (que ahora se lava las manos con cinismo), forzando unas elecciones innecesarias, para pasar de gobernar con Ciudadanos a Vox. Es decir, todo viene de una pifia del PP.
LA subida de la factura de la luz en Cádiz está dando mucho que hablar. Todavía nuestro alcalde Kichi no le ha echado las culpas al malvado Putin, como dijo Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. Y es verdad que Putin tiene una parte de la culpa, no lo vamos a negar, pero también es verdad que el precio de la electricidad estaba subiendo a lo loco desde antes de que el tirano ruso invadiera Ucrania. Entonces la culpa era de las compañías eléctricas, que se enriquecen a costa de la pobre gente, según dijeron. Como se ve, la culpa nunca es del Gobierno de España, que puede adoptar medidas; ni tampoco, en nuestro caso, del Ayuntamiento, que está en el proceso de arruinar a Eléctrica de Cádiz, la operadora gaditana que pronto puede dejar de ser gaditana. Ni gaditana, ni nada, sino dejar de ser, por inviable.