LA intención de crear un partido provincial en Cádiz para las elecciones autonómicas ha sido acogida con escepticismo. Es normal, porque ese partido está impulsado por el alcalde de La…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
CON motivo de la Misión de la Esperanza de Triana en el Polígono Sur, se ha recordado a los vecinos que salieron de sus barrios hacia los polígonos construidos durante los años del franquismo. Concretamente, que llegaron muchos trianeros, entre ellos los gitanos de las cavas, al Polígono Sur, con…
ESTE país, quizás el más progresista del mundo (con permiso de Venezuela), es la locomotora económica de Occidente. Tiene la mayor subida del PIB; batimos el récord de empleo y de parados a la vez, y es el único de la OTAN que no puede llegar al 5% en gastos…

SEVILLA en primavera ya no es lo que era. En Sevilla, en los tiempos que hemos conocido, las obras en primavera eran un tabú. Antes se decía: “Vamos a esperar que pase la Semana Santa para levantar las calles”. Era impensable que unas obras públicas empezaran en plena Cuaresma. Y más impensable todavía si afectan al tráfico de vehículos y de personas. Y prácticamente imposible si afecta al recorrido de una cofradía, la del Cerro del Águila, que es la que llega desde más lejos a la Catedral, en un barrio donde siempre ha predominado el voto al PSOE, y donde se interpreta el himno de Andalucía en la salida, y donde se hace una gran labor misionera. Por eso, las obras del tranvía de Santa Justa son disparatadas.
PUDIERON formar un dúo, como Andy &Lucas, para llevar el arte de Cádiz por el mundo, pero no les da para tanto el repertorio, ni son tan románticos como Simon & Garfunkel. Así que la vida les ha premiado siendo alcalde y teniente de alcalde en Cádiz, una ciudad de las más raras del mundo. La pareja artística no está exenta de talento, e interpreta bien sus papeles. Uno hace de simpático y otro de antipático. Uno grita con el megáfono y otro no escucha a los vecinos. Uno es comprensivo con los bares de su barrio y otro es implacable contra el turista invasor que llega a Cádiz. Uno es marxista-comunista y el otro también. Aunque esas palabrotas ya no se dicen, sino que se enmascaran con Adelante Cádiz, Ganar Cádiz y mucho Cadiz, oé.
LAS guerras son malas para la humanidad, siempre es preferible la paz, pero la paz se debe basar en la justicia. En España, la guerra provocada por la Rusia de Putin, con su invasión de Ucrania, ha servido para retratar a algunos falsos progresistas de Podemos, que son muy carcas. Viven anclados en el mundo de hace 70 años, cuando el comunismo mundial dependía de la Unión Soviética y tenía a EEUU, la Europa libre, la democracia y la libertad como enemigos. Actúan, además, con una ideología marxista de manual, que es de lo más antigua, pues se refiere a otro mundo ya inexistente, el del siglo XIX. Está por ver que un filósofo inteligente, como era Karl Marx, hoy fuera marxista del Marx viejuno. A lo mejor era de centro-izquierda, como diría Maduro el de Venezuela.
HEMOS entrado en la Santa Cuaresma con un perceptible optimismo. Después de dos años sin pasar cofradías por la carrera oficial para cumplir su estación de penitencia a la Catedral, se espera una Semana Santa lo más parecida posible a la que conocimos. Quiero decir a la que conocimos en los últimos años, porque no habrá grandes cambios, ni mutaciones revolucionarias, ni tampoco restricciones fuertes o medidas coercitivas de ningún tipo. La mayor diferencia será el uso de mascarillas en las bullas y posiblemente en la carrera oficial. No así en los costaleros, que irán como siempre. Testados o sin testar, que no está claro. Pero sin faldones levantados, ni itinerarios por avenidas, ni paridas así.
EL tranvía de la Bahía de Cádiz va piano, piano. Como todo lo que prometen por aquí. Ya se ha empezado a hablar de la segunda línea del tranvía (la que llevaría al campus de la UCA en Puerto Real), cuando todavía no está funcionando la primera línea. Principios necesitan las cosas. Llenar Andalucía de tranvías fue una decisión del PSOE cuando gobernaban en la Junta, un regalo venenoso que después se han encontrado el PP y Ciudadanos para continuarlo a regañadientes. Llenar Andalucía de tranvías tenía por objetivo que en otras provincias no se molestaran por las inversiones de la Junta en los metros de Sevilla, Málaga y Granada. A lugares donde jamás llegará el metro les adjudicaron tranvías. Y en otras donde sí hay metros, como en Sevilla, llamaron a su tranvía Metrocentro, paralizaron las nuevas líneas y les dieron gato por liebre.