LA intención de crear un partido provincial en Cádiz para las elecciones autonómicas ha sido acogida con escepticismo. Es normal, porque ese partido está impulsado por el alcalde de La…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
CON motivo de la Misión de la Esperanza de Triana en el Polígono Sur, se ha recordado a los vecinos que salieron de sus barrios hacia los polígonos construidos durante los años del franquismo. Concretamente, que llegaron muchos trianeros, entre ellos los gitanos de las cavas, al Polígono Sur, con…
ESTE país, quizás el más progresista del mundo (con permiso de Venezuela), es la locomotora económica de Occidente. Tiene la mayor subida del PIB; batimos el récord de empleo y de parados a la vez, y es el único de la OTAN que no puede llegar al 5% en gastos…

EN el antiguo refranero español se decía: “En abril, aguas mil”. Y también: “La primavera la sangre altera”. Yo aprendí esto en el colegio, aunque no en la clase de Filosofía. Los refranes son como una filosofía popular, de andar por casa. Antes se estudiaba Formación del Espíritu Nacional, una asignatura que no sirvió para nada, o justo para lo contrario. Ahora quieren implantar la Formación del Espíritu Progresista, o algo parecido, lo que puede aportar muchos jóvenes a la derecha. Esos planes de estudio originarán ignorancia. Pero hemos llegado a las vacaciones, que siempre han sido lo más esperado de los estudios. Empiezan las Fiestas de Primavera, que tanto han dado que hablar.
HOY es Domingo de Ramos. Comienza otra Semana Santa, después de dos años sin cofradías en las calles. En este periodo convulso han muerto más de 100.000 personas en España por la pandemia. La muerte, que hace su trabajo sin volver la vista atrás, nos ha causado muchas pérdidas. También por otras enfermedades, y porque es el sino del ser humano, antes o después. En el fondo, y en las formas, eso es lo que se conmemora en la Pasión, Muerte y Resurrección, que hoy comienza en nuestras calles y plazas, y que mantiene la esperanza de que nada es inútil, cuando se vive desde la fe.
l Hay diferentes teorías para ver y sentir la Semana Santa, que cada cual renueva a su modo l Los itinerarios son propios y se fabrican entre la nostalgia del pasado y la novedad
HAY una Semana Santa personal e intransferible que tiene sus propios lugares recomendados. Podemos leer diversas visiones de la Semana Santa antigua, como las que nos describieron Antonio Núñez de Herrera, Joaquín Romero Murube, Joseph Peyré, Eugenio Noel, el padre Ramón Cué, Santiago Montoto, Rafael Montesinos, y más cercanamente Antonio Burgos o Carlos Colón. Podemos empaparnos de las historias de Félix González de León y José Bermejo, de los anales y diccionarios de Juan Carrero, de tantos y tantos libros que se han escrito y aportan visiones literarias o históricas de la Semana Santa. Pero, en la nostalgia de cada cual, en los recuerdos más entrañables, todos tenemos la nuestra. Quizás influidas por otras, pero sólo vividas por cada persona.
EN un extremo de Europa, lejos de trompetas y tambores, a solas con el silencio elocuente de la muerte, hoy Bucha es el símbolo de otro Viernes de Dolores. Vladimir Putin se ha puesto a la altura de los principales criminales de guerra contemporáneos. Los soldados de Rusia han vuelto a cubrir de sangre la historia de su país. Han vuelto el horror, la barbarie, el martirio de los inocentes a manos de los poderosos. Han vuelto a escribir la leyenda del hombre lobo para el hombre, que enunció Hobbes en el siglo XVII. Después llegarían muchas guerras, dos de ellas mundiales. Ha pasado menos de un siglo desde Auschwitz y Treblinka y otros campos de exterminio, desde las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, desde Pearl Harbor, desde las torturas de Stalin. O, sin ir tan lejos, desde los fusilamientos franquistas en la plaza de toros de Badajoz o la matanza comunista en Paracuellos. Ahora Bucha se suma a una lista negra, que durante los últimos años siguió creciendo, con guerras a veces olvidadas y con tiranías a veces justificadas por falsos demócratas.
EL pasado sábado (o sea en la víspera del Pregón de la Semana Santa) muchas personas se vieron sorprendidas por una procesión en el centro de Sevilla. En este caso se trataba de la Abnegación de San Bernardo, una salida procesional con orígenes en una cruz de mayo que comenzó hace 30 años. La procesión estaba organizada por la Asociación Cultural Cofrade (sic) que la sustenta. El paso, en madera de carpintería, ya no llevaba sólo al Señor con iconografía de Cautivo, como otros años, sino que ahora es un misterio con siete imágenes. Las seis figuras secundarias han sido realizadas por el imaginero Ramón Martín y se estrenaban este año. Era una procesión tipo vísperas incipiente, con todos sus avíos. Pero que no tiene papeles eclesiásticos y sólo está autorizada por lo civil.