EN la polémica por los cambios de nombres de las calles, la opinión de los vecinos es importante. Son los afectados. Pues si te cambian el nombre de la calle,…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
AL ministro de Transportes, Óscar Puente, lo tienen ya en el punto de mira la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Es un ministro peculiar, con una parte buena y otra mala. La buena es que suele decir lo que piensa y miente menos que otros compañeros de…
ETA fue fundada en 1959, cometió crímenes durante el franquismo, los siguió perpetrando en la democracia, anunció el cese de su actividad armada en 2011, pero no se disolvió oficialmente hasta 2018. ETA duró casi 60 años; es decir, 20 años más que el franquismo, y de ellos más de…
LA gente que ha leído a Mario Vargas Llosa, al menos Conversación en la Catedral, se pregunta: “Zavalita, ¿en qué momento se volvió a joder lo del coronavirus?”. La respuesta es sencilla. Todo se empezó a torcer a principios de julio, cuando abrieron las fronteras con otros países, cuando hablaron de la nueva normalidad (que era anormal), cuando querían recuperar el turismo a lo loco, sin adoptar las medidas de control y precaución necesarias. Empezaron las locuras de los jovencitos en las noches, las locuras de los aeropuertos, las locuras de las reuniones como si nada, la locura mayor: creer que la pandemia había terminado. Pusieron la primera piedra para la segunda ola. La prueba de que todo se ha vuelto a joder es que otra vez el ministro Salvador Illa ha asumido el control, aunque en régimen de cogobernanza.
LA dimisión de David Navarro como concejal de Adelante Cádiz llegó en el momento de pasar más desapercibida: en el fragor del verano. Aunque era el concejal de Playas, entre otros asuntos. Tampoco olvidemos que no era un concejal más, como otros que se fueron o no repitieron en las listas, sino que en el primer mandato de Kichi fue el principal apoyo del alcalde. Se podría decir que el único, ya que los demás le sirvieron de poco. A Martín Vila se lo encontró, procedente de IU, y se había presentado en otra lista, la de Ganar Cádiz. Entre las bajas de 2019, se puede recordar a María Romay, que cumplió una aceptable labor de relaciones públicas con las Fiestas. Para los cambios, fichó a Lola Cazalilla, con más pretensiones culturales, y le dio galones a los asesores colocados.
ESTE será el 15 de agosto más raro que hemos vivido. Una mañana en la que no se abrirá la Puerta de los Palos de la Catedral para que la Virgen de los Reyes salga a las ocho, como era costumbre. Y, sin embargo, la Catedral no permanecerá cerrada. Los fieles podrán asistir, en su interior, a los cultos en su honor. Podrán peregrinar por la noche desde los pueblos del Aljarafe para participar en las misas tempraneras. Podrán rezarle de cerca, a la hora de la aurora. La Virgen presidirá el Pontifical, y después la Catedral permanecerá abierta durante la mañana. Pero nadie la aguardará en la plaza, ni en las gradas. Todo dentro del templo.
LA polémica entre Monarquía o República, que han montado los de Unidas Podemos (con la complicidad del PSOE, que practica un doble juego) es artificial y engañosa, un señuelo burdo que lanzan en un momento de agobio para este pésimo Gobierno. Cuando España vuelve a ser el país europeo con más casos de coronavirus, cuando un grupo de 20 científicos piden en la revista The Lancet una investigación independiente de la gestión en España por su alta mortalidad, con la economía arruinada, el turismo hundido por el boicot europeo, y con los contagios multiplicándose. En ese contexto, Pablo Iglesias (para frenar su decadencia política) lanza el debate contra la Monarquía. Con una deslealtad canallesca. En ningún país de la Unión Europea el vicepresidente del Gobierno es un antisistema, ni se comporta como tal.
LA inspiración de Brahms nos dejó Un Réquiem alemán, pero al de Verdi no se le conoce como un Réquiem italiano, a pesar de serlo en su esencia. En la historia de los pueblos se va quedando un patrimonio colectivo, que forma parte de su personalidad. Hoy el Réquiem italiano es también gaditano, y suena por Gianni Campo, el propietario del Salón Los Italianos. Con él se ha muerto una parte de ese Cádiz que lucha por sobrevivir en la decadencia, que sigue con la esperanza de atisbar una orilla que no se acerca, sino que se aleja, y que se percibe en la conciencia como una utopía. A Gianni Campo no se le puede despachar al otro mundo sólo con un día de luto oficial. Con él se ha apagado otra vela del tiempo perdido en Cádiz.