EL Gobierno de la nación, del que forman parte el PSOE y Sumar (mientras no se demuestre lo contrario) ha aprobado una inversión de 14 millones de euros para ampliar…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LA inteligencia artificial en la piedad popular podría ser un argumento para organizar en Sevilla otro congreso de hermandades y una procesión extraordinaria a la altura de las circunstancias. La Iglesia católica está preocupada y atenta con este asunto. El papa León XIV se ha referido en varias ocasiones y…
LA Constitución ya ha cumplido 47 años. La Constitución, hasta fechas recientes, era joven, no sólo lo parecía, pero ya ha llegado a una edad en la que debe cuidarse para prevenir antes que curar. Es decir, una edad en la que es adulta y madura, en la que aporta…

EN los 20 años transcurridos entre 1995 y 2015 algunas cosas cambiaron en Cádiz. No me refiero a la gestión de Teófila Martínez en la Alcaldía, sino al escenario político. En las primeras elecciones democráticas de 1979 el partido más votado fue UCD, aunque el alcalde elegido fue Carlos Díaz, gracias al pacto de izquierda entre PSOE, PSA y PCE. Las elecciones de 1983, 1987 y 1991 fueron ganadas por el PSOE con mayoría absoluta. Sin embargo, cuando Díaz ya no fue candidato, emergió el PP con Teófila Martínez. Sus 20 años en la Alcaldía son inexplicables sin reconocer la complicidad de la izquierda y los votos de centro izquierda. Cuando Podemos sorprendió en 2015, con un resultado de 8 ediles (superior a lo esperado y sorpassando al PSOE), se acabó la mayoría absoluta de Teófila y se agravó la ruina socialista.
EL Pregón de la Semana Santa volvió a marcar los tiempos inexorables. La realidad estuvo muy presente este año. “¿A quién buscáis?”. Esa pregunta con la que arrancó el pregonero, José Ignacio del Rey Tirado, adquiere unos matices especiales en estos momentos. ¿A quién buscamos por las calles de Sevilla en esos días iluminados de la Semana Santa? Cuando el cielo se asoma a la ciudad (¿o es al revés?) nadie tiene derecho a convertirla en una sucursal del infierno. La recuperación de la Semana Santa auténtica no es sólo un derecho, sino también un deber. Y esa necesidad estuvo muy presente en el Pregón de ayer.
LA política española se ha calentado demasiado en los últimos días, con la prisión permanente revisable y con los incidentes de Lavapiés. Algunos de los que pidieron no actuar en caliente con la prisión permanente se dedicaron a difundir bulos que calentaron los ánimos de los inmigrantes africanos en Madrid. A ellos se sumaron, con entusiasmo, los antisistemáticos de la guerrilla urbana y los saqueadores de comercios. El tuit de Monedero causa vergüenza ajena y es bochornoso. Siempre en contra de la Policía, aunque tengan razón.
EL Pregón está considerado como el anticipo de la Semana Santa, la recta final de una Cuaresma que en Cádiz siempre parece más corta. El acto de hoy en el Teatro Falla tiene partidarios y detractores. Unos apoyan y otros no comparten su actual modelo. En la entrevista al pregonero, Juan Carlos Torrejón, que le hizo Pablo Durio el domingo pasado, este cualificado cofrade gaditano apoyaba algunas de las modificaciones que más se han solicitado. Otros cofrades dicen que lo único que pretenden quienes reclaman los cambios de formato es dejarlo igual que el de Sevilla. Pero, en verdad, esto no forma parte de la apología de la horquilla.
EN tiempos de nuestros padres y abuelos se valoraban mucho las dinastías. A los toreros y a los futbolistas los numeraban, igual que a los Papas. A veces la sucesión no era de padres a hijos, ni entre hermanos, sino de cuñados, primos, o simplemente por ser amigos con derecho a herencia. En las cofradías hubo (y quedan) dinastías de capataces históricos, como los Ariza. Si aplicamos esta medida dinástica a los pregoneros, el de este año, José Ignacio del Rey Tirado, sería Del Rey III. Antes que él fueron pregoneros su tío José María del Rey Caballero, también conocido como Selipe, en 1952, y su hermano Eduardo del Rey Tirado, actual hermano mayor del Silencio, que fue pregonero en 1999.