EL franquismo no ha vuelto, pero sí su modus operandi. Algunos oráculos de la fachosfera lo habían alertado. Durante las noches de reflexión, permanecía encendida la lucecita del palacio de…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
DESPUÉS del numerito sandunguero de Pedro Sánchez, ya nadie habla de la Feria. ¿El paripé del presidente ha sido una cortina de humo? Pues no. Todo forma parte de las dos Españas. En los cinco días de reflexión, se criticó a José Luis Sanz por convocar un referéndum. Ya que…
SUCEDIÓ el día después de la entrega del premio Cervantes. Aquel acto fue presidido por los Reyes, don Felipe y doña Letizia, flanqueados por Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso, que no estaban acompañados por sus parejas. El premio fue recibido por Luis Mateo Díez, un gran escritor, de elaborada…
DESDE principios del siglo XXI se ha propagado una idea que, en realidad, era una utopía: el futuro económico de la Bahía de Cádiz está ligado al parque industrial de las Aletas. Por allí han pasado ministros del PSOE y del PP, y consejeros de la Junta del PSOE (pues el PP jamás ha tenido consejeros en la Junta). Los dirigentes de la Confederación de Empresarios de Cádiz, tanto en los tiempos presidenciales de Miguel González, como ahora con Javier Sánchez Rojas, han sido grandes defensores de Las Aletas. Sin embargo, hay que asumir la realidad. Ligar el futuro de la Bahía de Cádiz a este parque industrial, tecnológico, logístico, o lo que sea, carece de sentido. No puede ser, es imposible. Y han perdido demasiados años. Los suficientes para no perder muchos más.
UNA vez más, en Cádiz nos quedamos con las anécdotas. El Ayuntamiento, a través de la delegación de Movilidad de Martín Vila, organizó una jornada peatonal, con actividades para niños, en la plaza de España, y lo anunciaron como si ya la hubieran salvado. Sin embargo, se debe decir que el problema de la plaza de España no es sólo el aparcamiento, sino que estamos en el camino de cargarnos la herencia del Centenario de la Constitución de 1812, que es el Monumento de las Cortes. Y que la plaza de España se ha quedado al margen del uso y el ocio de los gaditanos. Ahora es un espacio desperdiciado que se debe recuperar.
VAMOS a suponer que un diputado español conservador (esto, es del PP) va y dice que Mariano Rajoy estaría dispuesto a emprender una guerra para reconquistar Gibraltar. ¿Qué dirían nuestros políticos? Pues lo mismo que ahora se han callado cuando Michael Howard, un ex líder tory del Partido Conservador, ha dicho que Theresa May estaría dispuesta “a una guerra como la de las Malvinas” por Gibraltar. A esto es a lo que yo he llamado el síndrome de Gibraltar. Nuestros políticos (sobre todo los considerados progresistas) se ponen del lado contrario, le hacen el juego a Picardo y a los otros, y se confunden. ¿Saben por qué? Porque todavía no han entendido que la situación es justamente la contraria de antes.
CUIDADO con este título, que no va por donde los malpensados se imaginan. El amo de la ciudad de Cádiz es el peatón. Al menos eso es lo que pretende la Asociación Gaditana de Peatones La Zancada, que preside Moisés Velasco, y que se ha formado en esta ciudad tan participativa y asociacionista. Y, en lo referido al Ayuntamiento, vemos que Martín Vila está por la labor. De vez en cuando monta un sarao peatonal y lúdico en la plaza de España. Incluso en un día peatonal que es más propio para los besamanos y besapiés.
EL Cádiz consiguió su objetivo, que era empatar (o no perder), según se les notaba desde el principio. En Murcia, ante el UCAM, se vio al equipo de Álvaro Cervera demasiado conformista. Hay como un momento de relajación. Es verdad que defendieron bien, excepto en la jugada del gol. Pero no funcionó el contragolpe amarillo, entre otras cuestiones porque se nota la baja de Abdullah, el único futbolista que no rifa el balón, y porque les condiciona que ya han cumplido el objetivo de la permanencia. Otro propósito mayor parece que no se ha asumido todavía.