AL edificio de la Casa de Iberoamérica en Cádiz todavía se le conoce como la Cárcel. Lo mismo pasa con la plaza de toros, los cuarteles y otros edificios que…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
A la gastronomía sevillana la tienen discriminada en las guías, así se encomienden a Dios o al diablo. En la Guía Michelín, Sevilla y su provincia se quedaron entre las peores de Andalucía. Y lo más chocante es que la Guía Repsol ha inventado este año unos soletes de Navidad…
UNO de los motivos por los que Pedro Sánchez consiguió la presidencia del Gobierno fue el miedo a Vox. La posibilidad de que Alberto Núñez Feijóo necesitara un pacto con Vox para gobernar, según auguraban las encuestas, impulsó el voto del miedo, con una movilización del electorado socialista. Y quizás…

CON mucha razón, se dice que Cádiz es una ciudad amiga de los animales. Empezaron prohibiendo los circos, y los toros por añadidura (aunque como no hay plaza, se ahorraron esa bronca). Después llegó la plaga de cucarachas, a las que dediqué un sentido artículo. Y ahora vienen las ratas, a las que escribo otro. Aunque tampoco nos deberíamos olvidar de esas palomas que rebuscan en las playas, no siendo aves marítimas como las gaviotas. Sin profundizar en los excrementos caninos, que te encuentras a granel en las proximidades del Paseo Marítimo. Se podría decir que esta ciudad va a dar asco, como no se lo tomen más en serio. Pero no se dice, porque en tal caso este artículo insistiría en los comentarios fascistas y capitalistas que pululan por las redes sociales.
EN el ataque terrorista de Barcelona hubo muertos y heridos de 35 países. Precisamente, en unos día en los que se hablaba de la turismofobia de Arran (un grupo vinculado a la CUP). La turismofobia es una hijastra de la xenofobia. No obstante, cuando se perpetró el ataque de Barcelona, seguido del episodio nocturno de Cambrils, se ha visto cuál es la verdadera xenofobia que tenemos en Europa; y también quiénes son los enemigos del turismo, de la libertad en general. Por si alguien tenía dudas, en estos días ha quedado claro que la verdadera xenofobia no es la de Occidente contra el mundo musulmán, sino la del radicalismo islámico contra Occidente. No hay que confundir a las víctimas y a los verdugos.
EL Cádiz ganó en Córdoba después de exhibir las mismas virtudes de la temporada pasada, sobre todo en el primer tiempo, con un Salvi impresionante en los contragolpes. Pero estuvo cerca de estropearlo en una media hora final pésima, en la que volvieron los miedos y la pérdida del balón a unos límites impropios de un equipo de esta categoría. El portero Alberto Cifuentes, en modo Buffon de la Bahía, salvó tres goles, antes de que el Córdoba marcara en la última jugada del partido. Menos mal que ese gol no llegó antes.
CUANDO ocurre un ataque terrorista como el que se ha planificado en Cataluña, con acciones indiscriminadas contra las personas en Barcelona y Cambrils, y con la explosión en Alcanar, se origina una situación de orfandad moral. Es ahí, en los momentos extremos, cuando se aprecia la verdadera personalidad, y también cuando se agitan las miserias. Con el pasar de los días de luto, llegarán las derivaciones, los reproches y las responsabilidades. Todo esto ha ocurrido en Cataluña (y en España), en un momento de máxima distracción. Allí, desde enero de este año, habían detenido a 10 individuos acusados de lo que se denomina yihadismo, que viene de Yihad, la guerra santa que se menciona en el Corán, y que adaptaron a la posmodernidad la Al Qaeda de Ben Laden y después el Estado Islámico.
ESTABA media España de vacaciones, las playas a tope. Jueves 17 de agosto, poco después de las cinco de la tarde. Llegan noticias de que una furgoneta blanca ha irrumpido en las Ramblas de Barcelona, ha atropellado a varios peatones. Cuando se confirma que esta matanza ha sido perpetrada por terroristas islamistas, se rompe el espejismo de la última inocencia. Olvidados o mal disimulados los recuerdos de aquel 11 de marzo de 2004, este país se creía a salvo de ataques cobardes y crueles. París o Niza quedan al otro lado de los Pirineos. Facebook se llenaba de banderas de Francia. De vez en cuando, el Ministerio del Interior español difundía las detenciones de fanáticos que no conseguían consumar sus propósitos. Ayer fue un día diferente. Aunque algunos juegan a ser ciegos, tenemos el enemigo en casa.