SERÍA muy oportuno que el pleno municipal, con el visto bueno de la comisión del nomenclátor o lo que sea, apruebe la dedicatoria de una glorieta a las plataformas gaditanas.…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
AL mosquito sevillano algunos lo cuidan como si fuera el lince ibérico. Sabido es que el lince ya no está en peligro de extinción, de tanto cariño como se le ha procurado. Pero al mosquito sevillano no hay que permitirle que se propague, sino declararle la guerra y reforzar la…
HEMOS leído en la prensa (en la de papel, por supuesto) que Pedro Sánchez ha presentado un plan de regeneración democrática. Supongo que es una errata, como aquellas de La cárcel de papel, que publicaban en La Codorniz, un semanario humorístico que la generación Z no ha conocido. Y que…
COMO están tan preocupados por las cosas de Loreto, podrían poner en valor los antiguos depósitos de la Tabacalera. Como allí no se hace nada, han quedado en el olvido. ¿Para qué vamos a perder el tiempo hablando de los depósitos de la Tabacalera, esos que iban a revitalizar Loreto, Puntales y sus aledaños? Eso es lo que hay: nada. Es más fácil chapotear en el agua y poner unas lucecitas para animar el barrio. Pero es más útil recordar que esos depósitos fueron adquiridos con grandes pretensiones. Los más optimistas del lugar no han perdido las esperanzas de que gracias a la Edusi, a la Iti, o algunos fondos europeos se puedan invertir allí un chorro de millones de euros.
FUE un partido de rivalidad con todas sus consecuencias. Como en los viejos tiempos. Con dos aficiones animando y trasladando la rivalidad a las gradas. Un partido con un árbitro contemporizador, De la Fuente Ramos, que pitó un penalti de cobarde, provocado por Rodri, al que perdonó la expulsión en el primer tiempo. Y que después echó a Álvaro Cervera, que es un angelito en el banquillo. Ante esas injusticias, ante una derrota que no merecía, se alzó el mejor Cádiz. La rabia con la que reaccionó sirvió para cambiar el partido y poner lo que había que poner. Una vez más se vio que Ortuño (cuyo fichaje fue criticado por algunos) es un fenómeno del gol.
LA luz de Cádiz fluye con naturalidad. Despunta en cualquier amanecer en la Punta de San Felipe, cuando el sol se despierta y se asoma para verse en la Bahía. O se despinta en cualquier ocaso, cuando aparecen paletadas rabiosas de tonos violetas, anaranjados, rojizos en el cielo de la Caleta, mientras se oscurecen las siluetas de los castillos y se apaga el último brillo en las olas que mecen a las barquitas. Está presente en los cielos de azules más rotundos, en las azoteas blanqueadas, en las playas abarrotadas del verano, en las mareas tristes del invierno.
SEVILLA es muy cernudiana para ciertos asuntos. Por eso se confunde fácilmente la realidad con el deseo. El tranvía de Santa Justa es otro ejemplo. Se ha alabado a Juan Espadas por la buena voluntad de rescatar el proyecto. Se ha entablado una polémica acerca de si se le ocurrió primero a Monteseirín o a Zoido. Eso es el deseo. La realidad es que el tranvía de Santa Justa no debería ser la prioridad. Mientras no exista una parada de Metro en Santa Justa no tiene sentido gastarse 40 millones de euros en prolongar las vías y montar un sarao de tráfico en Nervión.
A todo el mundo le ha parecido incluso normal. Como si las comparsas de los Antonios (Martín y Martínez Ares), cantaran Madama Butterfly o Tosca todos los días; o como si las chirigotas del Selu y de Vera Luque fueran especialistas en Richard Wagner o Alban Berg. Esto es muy grande, porque llevar el Carnaval de Cádiz al Liceu de Barcelona es como llevar al Cádiz al Camp Nou para disputar los cuartos de final de la Champions League, como si Garrido fuera Iniesta. Esto sí que es un pelotazo. Esto supone elevar al Carnaval de Cádiz a unos niveles gloriosos. El Selu podrá decir para la posteridad: aquí cantamos Montserrat Caballé y yo, entre otros.