SERÍA muy oportuno que el pleno municipal, con el visto bueno de la comisión del nomenclátor o lo que sea, apruebe la dedicatoria de una glorieta a las plataformas gaditanas.…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
AL mosquito sevillano algunos lo cuidan como si fuera el lince ibérico. Sabido es que el lince ya no está en peligro de extinción, de tanto cariño como se le ha procurado. Pero al mosquito sevillano no hay que permitirle que se propague, sino declararle la guerra y reforzar la…
HEMOS leído en la prensa (en la de papel, por supuesto) que Pedro Sánchez ha presentado un plan de regeneración democrática. Supongo que es una errata, como aquellas de La cárcel de papel, que publicaban en La Codorniz, un semanario humorístico que la generación Z no ha conocido. Y que…
HOY se cumple un año de aquel 20-D que abrió la etapa de la nueva política. Después de cuatro años de Gobierno de Rajoy, con mayoría muy absoluta, se quedó el Congreso de los Diputados que no lo reconocía ni la madre que lo parió. Seis meses después llegaron las segundas elecciones; y se había amenazado con las terceras para el domingo próximo, día de Navidad. Como todo el mundo sabe, se evitó a tiempo. Y a día de hoy sigue Rajoy, aunque muy dialogante. En un año aprendió que hay que pactar hasta con los leones del Congreso. De manera que el PP, siendo los mismos, ya no es lo mismo. Ni los demás tampoco.
REFORMAR los horarios es más difícil que reformar la Constitución. Por eso, ha sido demasiado ingenua la ministra Fátima Báñez, cuando dijo que la jornada laboral iba a terminar a las seis de la tarde para que las familias pudieran conciliar, o algo parecido. Al día siguiente, casi todos los periódicos abrieron con eso, igual que los telediarios y los informativos de radio. Así está el país y el mundo, como si no hubiera nada mejor. Después, cuando se han puesto a pensar, se han dado cuenta de algo que estaba claro desde el principio: era una pamplina.
ESTE Cádiz ha crecido a un nivel inimaginable hace medio año. El 4-1 al Sevilla Atlético certifica 30 puntos que huelen a salvación, pero que abren una puerta para seguir creciendo. Este Cádiz ya no es el que jugó la fase de ascenso de Segunda B para subir a base de coraje. Este Cádiz ya ni siquiera es el que comenzó su aventura en el retorno a Segunda A, con muchas dudas y apelando a su coraje para ir sumando puntos. Este Cádiz mantiene su espíritu de lucha, pero ha crecido, ha ganado en confianza y soltura. Ahora le sale bien casi todo. Por eso se empieza a mirar hacia arriba, sin olvidar el objetivo, que es mantenerse.
SOY mal pensado, yo mismo lo reconozco, por eso tengo un alto porcentaje de acierto en los pronósticos, modestia aparte. Para cantante o astronauta soy muy malo (ya quisiera yo cantar como el alcalde), pero para consultor soy muy bueno. Por ejemplo, si el alcalde atendiera mis consejos no se metería en tantos charcos sin necesidad. Otrosí le digo a otros y otras. Pero no se trata de justificar habilidades, ni apuntar defectos, apelando al tradicional refrán de “piensa mal y acertarás”, sino que hay algo que me tiene muy preocupado. En Cádiz se valora como un éxito de la innovación a los robots de los astilleros de Navantia. Pues yo digo que ya verán como estos robots van a servir, principalmente, para fastidiar a las criaturitas.
NINGUNA ciudad española tiene la cantidad y calidad de los monasterios y conventos de clausura de Sevilla. Muchas personas creen que sólo funcionan como obradores de pastelería, y que se autofinancian con los ingresos del puente de la Constitución, cuando venden los dulces en el Alcázar; o con los acuerdos que tienen con El Corte Inglés y otras tiendas, además de los tornos. Es un error pensar que sólo sirven para fabricar dulces. Son casos diferentes al del Horno de San Buenaventura.