LA Vuelta ciclista a España de 2026 volverá a la provincia de Cádiz y tendrá una etapa importante entre El Puerto de Santa María y Jerez. Importante porque puede ser…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
JUANMA Moreno Bonilla nació en Barcelona, hace 55 años, pero se le considera malagueño. No obstante, esa referencia del lugar donde vino al mundo le condiciona. El pasado fin de semana volvió a Cataluña para presentar su libro, Manual de convivencia, y para asistir a la misa que presidió el…
SIEMPRE es bueno que haya niños traviesos en casa. Siempre es bueno que esté Puigdemont en su exilio con una amnistía pendiente y que Junts retire su apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez, con Miriam Nogueras ejerciendo de mujer fatal, pero sin permitir que caiga. Sin embargo, el mayor culpable…

EL empleo industrial en Andalucía (sobre todo en Sevilla y en Cádiz) siempre ha estado bajo lupa. La apuesta por grandes industrias ha sido azarosa y ha pasado por momentos de expansión y de ruina. En Sevilla se cargaron los astilleros públicos en la reconversión naval. Nunca se ha sabido exactamente cuántos puestos de trabajo perdieron. En los tiempos de Felipe González empezaron las reconversiones a lo grande. Al declive del sector naval en Sevilla le siguió el auge del sector aeronáutico, que ha sido presentado por todos los presidentes de la Junta como la panacea universal del empleo industrial y la tecnología. Pero el sector aeronáutico ha pasado de ser una maravilla a estar a pique de un repique.
POR si quedaban algunas dudas, el Cádiz volvió a demostrar que no sabe jugar en Carranza. Por ahí se le puede escapar el ascenso directo. En los últimos partidos, sólo ha sido capaz de ganar al Racing de Santander, que vino como colista, y con suerte al final. Es cierto que la derrota ante el Málaga llegó en una tarde en la que todo se puso en contra: el rival que estuvo por encima de lo esperado, los jugadores cadistas que no supieron disputar el partido, el entrenador que se precipitó con los dos primeros cambios y el árbitro que escamoteó un penalti clarísimo a Nano Mesa, después de pitar uno a favor del Málaga por mano de Espino en un balón rebotado.
A Pedro Sánchez y Pablo Iglesias les ha aparecido un problema con el que no contaban: el mundo rural. Este es un problema territorial, pero no como el de Cataluña (donde también hay mundo rural), sino que se contrapone a lo urbano. En estos días los agricultores se manifiestan, cortan carreteras, protestan y dan por saco, con más énfasis que en otros tiempos, porque están más cabreados. Con esa tendencia a simplificar el mundo que tienen los populistas, le echan la culpa de los precios a los hipermercados, que es una parte del capital. Después parece que Pedro Sánchez se arrepintió, quizá porque hasta él entendió que era una gran parida. Los precios que reciben los agricultores por sus productos están por debajo del coste, y en eso influyen los intermediarios y quienes se aprovechan en la cadena de distribución. Pero eso pasa hasta en los libros, que son como los melocotones, ya que los escritores producen y perciben el 10% (es decir, dos euros de un libro que cuesta 20 euros). Los precios son una parte del problema.
NOS acercamos a los días de alto riesgo. Anuncian medidas de emergencia. Las primeras vienen originadas por el partido de fútbol que disputarán el Cádiz y el Málaga mañana, a las cuatro de la tarde. Ha sido declarado de alto riesgo, a causa de las fraternales relaciones de enemistad entre los ultras de ambas aficiones. Es curioso que con los equipos de Jerez en Tercera División, y con los de Sevilla en Primera División, a los amantes de la rivalidad extrema sólo les queda el Málaga para pelearse. Es una necedad, porque en la vida cotidiana las relaciones con Jerez, Sevilla y Málaga se hacen con fluidez y naturalidad, sin odios. Y la semana siguiente llega el Carnaval.
EN la muerte de Luis Becerra, se han recordado aquellas espectaculares exposiciones que dirigió y que marcaron una época en Sevilla. Sin duda, no ha tenido el reconocimiento que merecía, y en los últimos años, ya jubilado, no fueron bien aprovechados sus conocimientos. Estaba por encima de la priostía, por encima de los vestidores, y por encima de quienes han creado sus reductos de amigos para montar un chiringuito cofrade. Luis Becerra quería y entendía el mundo de las cofradías, y no sólo por su vinculación macarena. Puede que incluso fuera capillita. Sabía distinguir el trigo de la paja, y eso suele ser mortal, a la hora del recuerdo, cuando alguien ya no sigue en el ámbito del poder, porque los envidiosos avivan sus rencores.