LA provincia de Cádiz está considerada como la tercera más rociera, tras Huelva y Sevilla (o Sevilla y Huelva), pero esa clasificación admite matices. Hermandades del Rocío hay en los…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LA parroquia de Santa María la Blanca está en los límites históricos de la Judería, aunque en el corazón de ese barrio sevillano se encuentra también la parroquia de San Bartolomé. En Santa María la Blanca han tenido el acierto de abrir por obras; es decir, que su párroco, el…
PARA entender un poco la realidad de Cataluña, que en el resto de España está tergiversada, nos ayudan las cuentas electorales. Es decir, la evolución de los resultados en las últimas elecciones. Entre el referéndum ilegal que montó Puigdemont el 1 de octubre de 2017 y la convocatoria de hoy,…
LA Magna Mariana de Cádiz era un homenaje a la Virgen del Rosario por los 150 años de su proclamación como Patrona. Fue muy interesante. En realidad, más que una Magna Mariana, parecían 10 mini procesiones extraordinarias para arropar a la Virgen del Rosario en una efeméride solemne. ¿Pudo hacerse mejor? Pues sí. La procesión tenía un orden aleatorio y faltó criterio en la participación. Las imágenes marianas que salieron y los pasos no son los mejores de Cádiz, ni en lo artístico ni en lo devocional, salvo excepciones obvias. Pero la culpa de eso no fue del Consejo, sino de las hermandades que no salieron. Lamentarlo después está de más.
HACE un año que el Cádiz se clasificó cuarto (y casi de chiripa) en el grupo IV de Segunda B. Consiguió ascender, con Álvaro Cervera, disputando los tres partidos fuera de casa, en condiciones adversas. Tenía al mismo portero Alberto, al mismo central Aridane, a los dos mismos extremos Salvi y Alvarito, al mismo delantero centro Güiza que ha jugado poco este año… Y al centrocampista Garrido cedido en el Racing de Ferrol, porque Claudio no lo quería, y ha sido titular en categoría superior. Esta temporada, el Cádiz era un equipo de los que ha tenido menos posesión de balón y de los que practicó un fútbol menos bonito. Pero también de los más competitivos. Terminó en quinto lugar, por culpa de un final en el que se iba desinflando. A pesar de eso, estuvo cerca de ascender a Primera.
A ver qué partido tiene lo que hay que tener para reclamar oficialmente que el aeropuerto de nuestra provincia sea compartido y se denomine de Jerez-Cádiz. En esta polémica, se corre siempre un velo de cobardía, porque los partidos que nos gobiernan y hacen oposición son igual de catetos que algunos habitantes de nuestra provincia. No vale decir en Cádiz que esa propuesta les parece muy bien y nos beneficia. Y decir en Jerez que nunca la apoyarán porque es muy mala y les perjudica. O no decir nada, y hacerse los locos, que es la mejor forma de lavarse las manos en modo Pilato, que no sale en las magnas marianas. Este asunto parece que no va con nadie, a pesar de que un empresario de Cádiz, Emilio Medina, por considerarlo muy beneficioso para el Puerto, se lo propuso al consejero de Turismo, Francisco Javier Fernández, que dijo lo propio del caso. Le parece bien... si se ponen de acuerdo. O sea, balonazo fuera de banda.
SE llamaba Ana María del Boz Madueño y era la mejor oculista de Sevilla. Al menos, lo era para mí, ya que fue la única que consiguió frenarme una iritis herpética. Un oftalmólogo local me la había diagnosticado mal y medicado peor, con lo cual me dejó al borde de ingresar en la ONCE. Otros compañeros de la Seguridad Social tampoco descubrieron lo que había. Hasta que llegué a Ana, que era una experta en iritis, entre otras especialidades, y deshizo el entuerto y me la curó en pocos días. Ahora, cuando ha muerto a los 62 años, con tanta vida por delante como tenía, me he quedado sin oculista, y estoy seguro de que nunca encontraré a nadie como ella.
SUELE ocurrir en Cádiz que hay muchos enteraos y pocos sabios gaditanos. Algunos los confunden. No es lo mismo. Enteraos son como los de la chirigota del Selu García Cossío, que ahí clavó el tipo, como en otras caracterizaciones psicológicas o psiquiátricas. Mientras que el sabio gaditano es un personaje casi siempre raro. Por supuesto en cantidad, ya que quedan pocos. Y, además, en calidad, ya que no le suelen reconocer los méritos. Recientemente, ha fallecido Francisco Ponce Cordones, un sabio gaditano (nacido en Rota), que tenía 97 años. En su larga vida, alcanzó una trayectoria muy fructífera, que sólo se le ha reconocido a medias.